Capítulo 59: Frágil

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Está de más decir que el ánimo de Marinette estaba por los suelos. 

Primero su ruptura definitiva con Adrien. 

Y ahora era recibida con la noticia de que Max se había enlistado al ejército y se había marchado a Francia. A luchar. 

Iban en el auto de Nino hacía su departamento. Con las acusaciones de la abuela y todos sus insultos, no era algo que tuviera ganas de soportar. Marinette sólo se limitaba a observar a Sabrina, pues se daba cuenta que estaba sumamente herida por la partida de Max. 

Lo de Max, es lo único que debe preocuparme ahora. Pensó. Llegaron al edificio donde vivían. Y de seguro Thomas, estaría haciendo algún quehacer que el lugar necesitara. No se esperaría que ella regresara tan pronto de Nueva York, pero todo había cambiado. 

Esa fría tarde en Chicago, no hacía más que traerle recuerdos de su fría separación con él. Con alguien que para ella, era mejor no mencionar más. 

- Déjame llevar tu maleta, Marinette - intervino Nino al abrirle la puerta del auto. - Gracias, Nino - respondió con tranquilidad. A la vez que Nino entraba primero al edificio, la azabache era ayudada por Alya y Sabrina a caminar poco a poco, pues su cuerpo aún estaba muy débil. 

- Marinette, no te fuerces - pidió Alya. - El doctor te atendió a tiempo, de lo contrario pudo haber sido mucho peor. Necesitas seguir el tratamiento al pie de la letra y descansar mucho -

- Lo sé, soy enfermera chicas. No lo olviden - dijo con una cálida sonrisa. 

Llegaron al departamento y tocaron la puerta. - Nino, ¡Qué bueno verte! - expresó Thomas con una sonrisa. Sonrisa que se desvaneció al instante al ver a Marinette detrás de él. 

Fue como si su rostro se ensombreciera. 

- ¿Marinette? ¿Qué ocurrió? - preguntó preocupado. - Me enfermé y estoy de vuelta - dijo zafándose de Alya y Sabrina y entrando con calma su casa. 

- Los veo después, chicos. Gracias - 

- Thomas, ella tiene que descansar. Y mucho. Estas son las medicinas que el doctor le recetó, encárgate ¿Sí? Nos dio un buen susto - 

Thomas tomó los remedios y asintió. - No permitiré que se mueva de este lugar hasta que se cumplan sus vacaciones en el hospital - aseguró. 

Nino le sonrió. - Claro, lo sé. Umm... Nosotros debemos irnos. Y Thomas, Marinette... Feliz navidad - 

- Feliz navidad - dijeron Alya y Sabrina. 

Thomas les sonrió. - Gracias y... Feliz navidad a ustedes también. Vengan pronto a vernos -

Y sin más que decir, cerró la puerta quedando a solas con Marinette en el interior de su casa. 

- Y bien, ¿Me dirás que ocurrió? - preguntó con paciencia. 

- Me enfermé y tuve que regresar - respondió ella evasiva. 

Thomas frunció el ceño. Intuía que había algo más. - Entonces le reclamaré a Adrien que te haya dejado regresar en estas condiciones - respondió pasándole de largo a la azabache. 

- Thomas, no le reclames nada. Yo... - él volteó. - ¿Qué pasó? Te esperaba aquí a mediados de enero. Incluso creí que era tu plan quedarte allá -

Y Marinette era como un cristal frágil en ese momento. Sin que Thomas se lo esperara, soltó el llanto frente a él. La azabache corrió y se abrazó a él, llorando inconsolable. Y sorprendiéndolo. 

- Marinette - susurró. 

- Yo... ¡Yo rompí con Adrien! - gritó totalmente destruida. - ¿Terminaron su relación? - alcanzó él a preguntar. - Hubo un accidente y... Kagami... Yo no pude - 

Todo Comenzó en un Barco (Miraculous AU)Where stories live. Discover now