Todo Comenzó en un Barco (Miraculous AU)

Capítulo 51: La visita de Sabrina

Una semana después de enterarse cuál sería la nueva obra en puerta y para la cual, Adrien quería audicionar, recibió finalmente una carta de Marinette. La espera había sido larga. Y algo insoportable de su parte.

Con la sonrisa característica en él, leía la carta de su lady. "Me ví en la necesidad de decirle a Thomas toda la verdad, tenía que hacer que se quedara de algún modo. Por ahora, Alya le consiguió un empleo como jardinero y un lugar donde dormir, no debo preocuparme por eso por lo pronto".

"Fue una semana llena de locuras. ¿Puedes creerlo? ¡Un paciente intentó saltar por la ventana! ¡Dijo que era un ave! Y todo fue por el exceso de medicinas". Adrien soltó una ligera risa al leer esa parte.

"Por otro lado, gatito. Mis clases continúan y he entrado a muchas cirugías importantes. Estoy feliz, ¿Sabes? Me di cuenta con un paciente que su pierna aún podía ser salvada y evité la amputación. ¡Es magnífico!".

"Cada vez falta menos para ser oficialmente una enfermera. Mi ceremonia será antes del inicio del verano del próximo año. ¡Y por supuesto espero que vengas! Necesito verte cada vez más y me avergüenza aceptar eso". Adrien sonrió.

"Las muchachas saben cuándo recibo una carta tuya, dicen que parezco una nube flotando por todo el hospital. Puedes imaginar mis mejillas lo rojas que se ponen".

"Lamento haber tardado en escribir, fueron unas semanas complicadas. Pero siempre ten la certeza de que a diario te pienso, a diario te sonrío, a diario te extraño. Amándote cada día más y deseando que llegue diciembre para estar contigo, me despido. Te ama infinitamente, Marinette".

Y como siempre era costumbre en él, abrazó la carta a su pecho. Diciembre. Una palabra que le traía felicidad. Y no porque el estreno de Romeo y Julieta fuera en ese mes. Más importante aún, Marinette iría a visitarlo.

Y él le pediría matrimonio. Y jamás la dejaría ir. Con una sonrisa, pensaba nuevamente en ese momento. Le pondré el anillo en el dedo y ella estará llorando de la felicidad. Nuestra boda será hermosa y finalmente estará a mi lado, para siempre.

Al día siguiente, tal como los otros actores, se dirigió al teatro donde ensayarían para el estreno. Si bien, aún no había ni Romeo ni Julieta, querían ultimar detalles con ellos.

- Como ven, el escenario es bastante grande, montaremos una escenografía más grande lo usual. Será más trabajo, pero lograremos hacerlo - mencionó el director. - Dos días después de que Romeo y Julieta sean elegidos y el resto de los personajes también, comenzaremos a ensayar. El estreno tiene que ser perfecto -

- Adrien, ¿No crees que es mejor ensayar en parejas? Ya sabes, para adentrarnos más en el papel - le dijo Kagami en voz baja al rubio. Adrien se alejó un poco y se alzó de hombros. - No creo que tenga importancia. Pero tú sabes, quizás uno de los chicos quiera ensayar contigo - dijo enfocando su atención ahora en Robert.

- Y bueno, eso sería todo y - Robert se detuvo. - ¿Se le ofrece algo señorita? - preguntó al ver a una chica acercarse al escenario. Adrien volteó. - ¿Sabrina? - preguntó sorprendido.

- Robert yo... Debo irme - el mayor asintió. - Adelante - consintió. La vista de Kagami se centró en Adrien quien con rapidez fue hacia Sabrina. - Hola, Adrien. Lamento venir sin avisar - se disculpó con una sonrisa.

Para extrañeza de Sabrina, Adrien le dió un abrazo. - Que bueno verte, han pasado años - dijo brindándole una sonrisa. - Lo sé, lo sé. Demasiado tiempo -

Adrien notó que a pesar del tiempo, Sabrina aún conservaba su timidez. - ¿Qué te trajo a la ciudad? - preguntó más serenamente. Sabrina le explicó todo el asunto, que había viajado hasta Nueva York por su abuela.