Capítulo 27: Resentimiento

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La semana de confinamiento en su habitación se había cumplido. Marinette parecía muerta en vida, la tristeza era demasiada. Adrien se había ido, la había dejado en el colegio. Se sentía a morir. En semanas no había tenido noticias del abuelo. Prácticamente todo estaba en su contra. Esa fresca mañana de otoño, la hermana Lena abrió su habitación, tal como todas las mañanas, Marinette se sentaba frente a la ventana y ahí se quedaba. Quizás quitándole el estrés a su mente de ver el mismo cuarto las 24 horas del día. O sólo quizás, tenía la absurda esperanza de que Adrien subiera hasta ella y le hiciera olvidar ese infierno. Pero sabía, que la primera opción era más viable.

Marinette, tu castigo concluyó. Ya puedes salir y reintegrarte a las clases. La de hoy comienza a las 9:00, aun tienes casi dos horas – La azabache asintió sin muchos ánimos. Se levantó y sacó el uniforme del clóset. Unos toques a su puerta la hicieron abrir. – Sabrina – suspiró. La pelinaranja la abrazó fuertemente. - ¿Cómo estás? – Marinette sonrió débilmente. – He estado mejor – se limitó a decir. - ¿Y Alya? – preguntó. – Está un poco enferma, tiene fiebre. Quizás mañana asista a clases – Marinette no lo resistió más y se dejó caer al suelo llorando. Sabrina se inclinó junto a ella y la abrazó. – Tranquila, todo estará bien – dijo acariciándole el cabello. – Extraño a Adrien – admitió entre lágrimas. Sabrina intentó sonreír. – Lo sé, Max me dijo que tú y él son... eran... novios – dijo algo nerviosa.

Que bien te lo guardaste, ¿no? – preguntó intentando alegrarla. Marinette sonrió. – Levántate, lávate esa cara y cámbiate. Me tienes que contar cómo pasó todo, ¿sí? – dijo Sabrina con decisión. Marinette asintió. Minutos después, Sabrina y ella se sentaron en la cama, Marinette se recostó en sus piernas y le contó todo lo que pasó con Adrien en Escocia, desde ese beso, la primera noche que pasaron juntos en su casa, todo a detalle. Los nervios y el sonrojo en las mejillas de Sabrina eran innegables. Quizás fue demasiado para una pregunta. Pero aun con todo eso, entendió y apoyó a Marinette en cada aspecto. – Entonces... ¿Entre tú y Adrien... Nunca, ya sabes – decía titubeante. Marinette negó. – Nunca pasó nada. Ni en Escocia ni aquí, todo fue un invento de Chloe, ambos caímos en la trampa –

Chloe es una bruja – dijo la pelinaranja con enojo. - ¿Hay rumores, cierto? – preguntó Marinette. Sabrina asintió con pesar. – Todos conocen la misma versión, Adrien y tú... ya sabes – la azabache pegó un suspiro. – No importa, mientras Adrien – se detuvo. – Mientras yo sepa que no es verdad... supongo que todo estará bien – continuó. - ¿No has tenido noticias de él? – preguntó. Marinette se levantó y negó abrazándose a sí misma. – No desde que se fue. Sinceramente, no creo que me escriba. Al irse Adrien, creo que todo terminó – Sabrina fue hacia ella. – Eres Marinette, siempre superas todo. Adrien se fue, pero tú sigues aquí. Sonríe y anímate. Vamos, la clase está por comenzar – dijo mirando el reloj.

Ambas entraron al salón de clases, ganándose la mirada y las habladurías de todas las chicas. - ¿Qué no te habías largado ya? – preguntó Chloe yendo hacia ella. La azabache se abstuvo de responder. – Que descaro, provocas tal escándalo y vienes tan tranquila a clases – mencionó Manon. – Deberías irte de este colegio, ¡por tu culpa, Adrien se fue! – Marinette no aguantó más. - ¿Cuál es tu maldito problema? Aunque Adrien estuviera aquí, no te haría caso – gritó con molestia. Sabrina rio levemente, lo cual hizo enojar más a Chloe. – Eres un mal ejemplo para este colegio, debes irte – insistió Chloe, Marinette se acercó a ella. - ¿Sabes que creo? Que estás enamorada de Adrien, ¿pero sabes? Jamás se fijaría en ti, eres un ser vacío y patético que no puede ver feliz a los demás –

El resto de las alumnas no creía lo que escuchaba. Y no por el tipo de persona que era Chloe. ¿Ella enamorada de Adrien? No era correcto, ni era decente. – Es – es una broma de mal gusto, Dupain Cheng. Tu reputación es una mancha para este colegio y para nosotras – dijo apuntándole con el índice. - ¡Basta ya, señoritas! – dijo la hermana Nadia al llegar al escritorio. Para sorpresa de todas, también entró junto a ella la hermana Nathalie. – Silencio, es una orden – Todas tomaron asiento a excepción de Chloe y Manon, quienes se dirigieron a ella. – Hermana Nathalie, queremos saber por qué Marinette sigue en esta escuela, debe irse – exigió Chloe.

Todo Comenzó en un Barco (Miraculous AU)Where stories live. Discover now