LXI: Caballero y guerrero

3.9K 470 395
                                    

Extracto de Grimoire Número Siete de la Serie de Posibles
Página 65, extractos
"¡La Penny 99 es un éxito! Se mantiene estable y es capaz de utilizar Magia de Sombras, ¡increíble! Me pregunto si mi Creación habrá sido capaz de replicar esta clase de resultados.

(...)

Ahora que he podido conseguir a una Penny estable, puedo iniciar con los experimentos más avanzados. Ya he elegido a una de mis niñas para conseguir los ingredientes. Su nombre es Ochaco Uraraka, de los Sangre Vieja del viento".


———


Hijo mío.

Shouto abre los ojos de golpe. Está... ¿de pie? ¿En dónde? Mira hacia su derecha. Ve una suerte de bosquecillo de árboles jóvenes y delgados. La tierra es clara y el cielo dorado, como cuando el sol ya está pensando en ocultarse. Devuelve la vista al frente y ve ahí a una pequeña cascada que produce un constante sonido de borboteo conforme las aguas de su torrente caen hacia abajo, chocando con la superficie cristalina del estanque. Hay algo particular detrás de las aguas de la cascada, porque de ahí se desprenden un montón de destellos de colores, haciendo parecer que lo que cae es un chorro de piedras preciosas en lugar de agua.

—Hijo mío.

Shouto se sobresalta y se gira de golpe hacia su izquierda, topándose ahí con una figura gigantesca. Un hombre probablemente más alto y corpulento que su propio padre, de cabellos rubios y ojos hundidos. Ostenta una sonrisa tranquila. Viste una armadura y una capa, aunque no se ve en ellas ningún símbolo que informe de su afiliación.

—¿Quién es usted? —cuestiona Shouto y, luego, recordando lo que el sujeto había dicho, decide aclarar—. Yo no soy su hijo.

El tipo voltea a verle. Cuando lo hace, Shouto arruga el entrecejo, pensando que le parece vagamente familiar.

Él es... él es...

Abre grandes los ojos. Sí, sí le vio alguna vez, en alguna de las tantas visitas que hizo a Farinha con su padre. Ese hombre estaba siempre cerca del Rey. Portaba una gran armadura y una capa violeta. Era un Caballero de las Fuerzas Reales.

Lo que corrobora aún más el hecho de que Shouto no es su hijo. No obstante...

—Hijo mío —repite tercamente el individuo. Luego, agrega—, no es tu tiempo, no aún, si bien tu tiempo, como el mío, será más breve de lo que esperábamos. Pero todavía no es tu tiempo. Todavía debes guiarlos.

—¿De qué me está hablando? Le repito que yo no soy su hijo.

Las comisuras de los labios del hombre se elevan y luego termina por soltar una carcajada. Shouto no comprende el chiste.

—¿En dónde estamos?

—Hijo mío.

—Que no soy su hijo.

—Debes guiarlos.

—¿A quiénes? ¿En dónde estamos?

—Siempre.

—¿Siempre qué?

—Siempre estamos.

Shouto frunce el ceño con más fuerza y molestia. Por algún motivo, piensa que el irritante hombre le recuerda un poco a alguien.

Entonces entiende a quién. Mira al sujeto a la cara y abre los labios.

—Yu...

Shouto abre los ojos. Inhala con fuerza. Siente algo extraño.

Mi Señor de los DragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora