Capítulo 22

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Niall.

Ese mismo día de la platica que mantuve con mi castaña, había sido uno de los mejores. En ese momento —al igual que en otros— me juré a mi mismo que la cuidaría de la mejor forma. No me importaría poner su bienestar antes que el mío, sé que siempre debió de ser así, porque ella merecía que la cuidaran siempre. En cambio, yo fui un idiota que no supo valorar de la mejor manera a la chica.

¿Cuándo los hombres dejaremos de ser unos idiotas?

Sería glorioso ese día cuando llegue.

Fue algo magnífico e inexplicable el instante en que me lancé a abrazarla, sentir su cuerpo contra el mío, y sobre todo, lo mejor fue cuando ella me devolvió el abrazo.

De verdad, era lo mejor de este mundo el saber que ella aún me estaba dando otra oportunidad. La aprovecharía, de verdad que lo haría y ahora, no me importará nada más que ella. Que sé que estará siempre en mi vida, así tenga que deshacerme de las personas que la veían como una mala persona para mi.

Siempre ha sido mi todo.

Era miércoles, cabe decir que el día de ayer la vi y uno que otro momento me la encontré por las instalaciones del colegio, nos saludamos e incluso hablamos por pequeños momentos. Sabía que había muchas personas que nos miraban de manera curiosa, molesta e incluso con envidia, ésta última, sabía de qué persona venía.

Había mantenido una conversación seria con ella el domingo por la tarde, cuando ambos salimos al cine. Danna se molestó por mo reciente decisión de ir con Dayan y casi implorar -aunque de verdad lo hice- por nuestra amistad. Porque ambos era lo que queríamos y no podíamos negarnos a un sentimiento como ese.

Me gritó y casi me ofendió delante de varias personas. Vaya la sorpresa que se llevó cuando le dije que nos veríamos al día siguiente en el colegio.

—Nos vemos mañana, Danna. Pasa linda tarde.

—¿De qué estás hablando? —Se alteró— ¿Se te olvida que fuiste tú quien me trajo hasta aquí? ¡Niall! ¿En qué crees que me iré?

—¡Debiste de pensar en eso antes de tratar de humillarme! Igual, no podría llevarte a tu casa, tengo planes con mi madre.

Esas últimas palabras, habían sido mentira. Me tenía cansado con su humor tan pesado y poco a poco una comprobando más y más a lo que las demás personas se referían con cada una de las cosas que decían sobre Danna. La venda iba cayendo de a poco de mis ojos.

No volvería a ser tan idiota.

Pasé el resto de las clases pensando en Dayan, que no la había visto en la entrada ni mucho menos en las clases que teníamos juntos o en la cafetería a la hora del almuerzo. Fue tan extraño y cuando le pregunté a Claudia si la había visto me dijo que tampoco sabía nada de ella; Dayan no le avisó si faltaría a clases o no, pero Claudia le envió un mensaje preguntando si ella se encontraba bien.

No recibió respuesta en ningún momento.

Había que esperar.

No me tardé en pedir el número de celular de Dayan, para también tratar de comunicarme con ella.

—Es probable que no te responda si le llamas. No suele responder números desconocidos.

Fue exacto como ella dijo, le envíe un mensaje después de mi primer llamada, comunicándole que era yo y que necesitaba saber si estaba bien.

No hubo respuesta alguna...

Su celular estaba encendido, porque cada llamada que hacía, el timbre me indicaba que seguía encendido. ¿Por qué no respondía?

La Nerd Más Hermosa; Horan1Where stories live. Discover now