Capítulo 42

1.8K 102 1
                                    

La comida de la cafetería cerca del hospital era buena, había llenado mi estómago con toda la que pude para aguantar y no estar tanto tiempo separada de mi madre, porque eso solamente me provocaba un enorme vacío en el pecho.

La compañía de Niall me lograba salir de esa burbuja de problemas y preocupaciones, era abrazada y podría decirse que también mimada de alguna manera por parte de él. No podía pedirle nada más a la vida, más que me dejara a todas estas personas conmigo y para siempre.

Cada abrazo o caricia pequeña que me daba me hacía sentir extremadamente bien, poco a poco me guiaba a que me sintiera más boba por él.

¿Se dará cuenta de lo que me provoca?

Seguíamos en la cafetería, Aunque tampoco me gustaría dejar mucho tiempo sola a Maura. Era seguro que la hora de visita había terminado y nosotros seguíamos estando aquí, según Niall, teníamos que estar bien alimentados y, de alguna manera, era verdad.

Ahora que lo recordaba, no había asistido a clases, de alguna manera tendría que hacer valer está falta. ¿Me afectaría?

Está bien, en seguida vamos para allá.  —Asintió el varias veces. Mantenía el celular pegado a su oreja, sosteniéndolo con su mano— Sí, esperen allí.

Hablaba con voz tranquila, su rostro se fruncía, dejando ver esas pequeñas marcas en su frente y la manera en que su nariz se fruncía por igual. Me causaba ternura.

Miraba hacía el ventanal, más allá de donde nos encontrábamos, la cetrería era algo concurrida, sobre todo a estas horas de la mañana, y no es que fuera muy temprano o muy tarde.

Sí, ya vamos. Dame cinco minutos y estaremos ahí en seguida. —Sonrió— Sé que le dará gusto verlo.

Me quedé ahí, donde mismo porque tampoco es que tuviera algo mejor que hacer más que verlo y esperar a que terminara con su llamada para poder ver qué era la que seguía ahora cuando ya habíamos terminado con la comida.

Suspiré son darme cuenta de lo que estaba haciendo. No parecía estar tal consciente de mis actos.

¿Por qué tenía que verse tan bien y a la vez tan adorable? Sino fuera por el lugar, y la mesa que nos separaba ya me hubiera lanzado sobre él.

—Te has perdido.

—Oh, ¿Qué? —Salí de mi pequeña ensoñación.

Seguro había visto mi cara de boba mientras lo miraba y pensaba en él.

—¿Nos vamos? —Asentí, él alzó su mano llamando a la mesera que nos había atendido— Hay alguien, bueno, un par de personas que seguramente te levantarán el ánimo.

—¿Tú crees?

—Seguro que sí.

Pagamos la cuenta y salimos del lugar, regresamos andando a pasos lentos y algo perezosos. Por mi parte, me sentía algo cansada y no estaba de más, desde ayer por la mañana que comí antes de que ellos se fueran de mi casa hasta ahora que probé bocado alguno.

Llegamos pronto, mi sorpresa fue realmente grande cuando me encontré a tres personas —conciendo bien a dos de ellas— la que más me sorprendió fue ver a la personita más pequeña de entre ellos.

Me apresuré para mirarlo de cerca, acariciando sus mejillas ligeramente teñidas de rosa. Sonreía de la manera más linda y eso me logró llenar un poco de alivio.

—Te dije que te caería bien está pequeña visita.

Asentí repetidas veces, acariciando los cabellos del bebé que sonrío aún más.

La Nerd Más Hermosa; Horan1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora