Capítulo 62

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En algún momento de vida esperaba encontrar a la persona correcta para mi, es verdad que esperaba con muchas ansias el poder vivir con un "príncipe azul" el típico sueño de toda chica, que ese tal príncipe abarcara todas y cada una de las características que se marcaban en los cuentos, aquellos con los que alguna vez crecí.

Ahora mismo, me doy cuenta que no quería eso del todo, es algo que se nos inculca conforme vayamos creciendo, algo que es insertado en nuestra cabeza de alguna u otra manera, pero que al alcanzar la edad adecuada, te vas dando cuenta de la realidad de la situación. Me di cuenta, quizá mucho antes de yo poder saberlo, no hay necesidad de buscar un príncipe azul, si la vida tiene para ti algo mejor hay que aceptarlo.

Creí que para mi la vida tenía algo destinado, algo que abarcara el resto de mis días a estar sola y alejada de todos pero, de alguna u otra forma terminó dándome por conocer a ese príncipe azul que había estado esperando en algún momento; quizá él no era el prototipo perfecto de príncipe azul, porque tenía su manera de ser, una caballerosidad única y la manera en la que no solía ser tan serio en momentos que lo ameritaban, todo con él valía realmente la pena, no quería estar atada a un chico que fuera tan monótono y que todo su ser abarcara una seriedad casi infinita, quería a alguien que me hiciera sentirme bien conmigo misma, que me enseñara cosas nuevas, poder pasar tiempo juntos y aunque vayamos a repetir muchas cosas, que eso no nos haga querer abandonar todo. Algo muy dentro de mi, esos sentimientos agrandados en mi pecho, me dicen que es él la única y perfecta persona que puede hacer de mis días los mejores, que puede darme todo sin necesidad de que yo se lo pida o ruegue por ello, siempre hay que seguir y hacerle caso a nuestro corazón y tomar esas decisiones. Es por eso, que sé que Niall y nadie más será en mi vida lo que siempre quise, porque yo misma podré encargarme de él en todo momento, podré ser capaz de ayudarlo y entre ambos, afrontar los problemas que con el día a día se nos irán afrontando, porque nada es realmente tan fácil como se pinta en los cuentos de hadas.

—Llevas todo el camino sin mencionar palabra alguna.

Su mano aprieta la mía. Suelto un pequeño suspiro y lo miro por muy cortos segundos.

Soy capaz de lograr mostrarle una sonrisa.

Después de aquella pequeña -si es así como se le puede decir- sesión de besos entre los dos, terminé por tomar una ducha un tanto larga, siendo mas que nada que me quedé dentro de la ducha pensando en lo que había sucedido entre los dos, la forma en la que nos besamos y que de alguna manera nos dijimos un par de cosas con esos besos...

Todo me tenía dando vueltas en la cabeza, si antes me había encontrado realmente un tanto desorientada, puedo decir con certeza que ahora me encontraba más.

Aprieto su mano un poco, pensando en lo que diré.

—Pienso en mamá —Es lo primero que sale antes que cualquier otra cosa— Solamente quiero que su estancia en el hospital termine ya. Quiero estar con ella en casa y poder recuperar todo el tiempo perdido.

—Me imagino —Suspira— Han sido casi dos meses difíciles, aunque no me imagino la falta que te hace tu madre... Aún así, puedo tener un poco de saber lo que se siente.

Me apego a él, me soprende su manera de siempre tener algo por decir, cuidando por igual sus palabras y mostrando cada uno de sus sentimientos de acuerdo a la situación que se presentaba frente él.

—Ya faltan pocos días. —Dice— Pronto tu madre estará fuera de ese hospital y tú tendrás que volver con ella a casa...

Lentamente, me separo de él, sabiendo a dónde iba todo eso.

—Sí... —Susurro, mirando nuestras manos entrelazadas—Pero seguiremos viéndonos en el colegio e incluso fuera de ese mismo, ¿O no?

Detengo mi caminar, posándome frente a él para mirarle fijamente, buscando alguna expresión en su rostro.

La Nerd Más Hermosa; Horan1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora