Capítulo 78

1.8K 87 7
                                    


Las horas parecían ir mas lentas de lo que alguna vez me hubiese gustado, estar en un lugar así, sin conocer a nadie, sin haber venido antes o sin saber de lo que iba todo esto... Me causaba un pánico, que quizá no era tan grande, sino como esa sensación de tener que hablar frente a un puñado de personas que no conocías, dar un punto de vista o explicar un tema, darte a conocer sin razón alguna a muchos extraños...

No me gustaba. Para nada me agradaba.

Para mí, era preferible estae solamente con las personas que conocía, a las que le agradaba y que ellos me agradaban a mi. Que haya de por medio un sentimiento mutuo.

La clínica huele a hospital, tanta higiene y tanta mezcla de químicos y aromarizantes hacía que el olor fuera ese...

Entrelazo mis dedos, dejando mis manos sobre mi regazo mientras miraba mis zapatos. Iba vestida con unos pantalones de mezclilla, llevaba una sudadera grande pero que era demasiado cálida, perfecta para el frío que hacía allá afuera. Al parecer, la calefacción en la clínica no estaba encendida; había una chica más en el lugar, se veía muy delgada e incluso podría decirse que muy pálida, ¿Será por el frío o así es su tez? Me pregunté en el instante en que la vi.

Traté de no mirarla demasiada para que no pensará que trataba de acosarla o algo por el estilo.

La chica de la recepción vestía adecuadamente para su oficio, se veía tan delicada y muy femenina. Sus mofletes estaban ligeramente ruborizados y su cabello bien peinado en una coleta.

Suspiré, a donde quiera que vaya siempre estaré rodeada de personas que se ven mejor que yo y que quizá hasta eran muchísimo mejor que yo.

Inclusive la chica pálida, se veía tan bien incluso con esa piel.

Me apoyé de lleno contra el respaldo de la silla cómoda en la que estaba, cerré mis ojos al apoyar mi cabeza contra la pared. Cuando pasaron algunos minutos abrí mis ojos, ya no sabía bien qué hacer estando aquí, en la espera de mi mejor amiga que probablemente no llegaría. Llevaba demorada más de quince minutos y no me había llamado, ni siquiera un mensaje.

Llegué a la clínica media hora antes de lo acordado, porque honestamente me impacientaba, además no quería demorarme mucho en el camino.

Ya me había cansado de admirar una y otra vez los cuadros que adoraban las paredes del lugar, había diez en total, de diferentes tamaños, muchos colores y acomodados incluso de una forma tan peculiar. Tres macetas con algunas plantas decoraban por igual, el escritorio de la chica era grande y tenía una computadora increíble, tecleaba de manera rápida, atendía llamadas e incluso, se encargaba de ofrecernos algo de agua.

Tenía una pequeña plantita en su escritorio que suponía que era artificial, por igual, tenía su lapicero y muchos bolígrafos, lápices, sacapuntas entre otras cosas, como su block de notas.

Sí, efectivamente, ya me había aprendido casi todo lo que había en el lugar y en tan poco tiempo.

Me reacomodé en la silla, cruzando una de mis piernas sobre la otra; solamente estaba aquí, esperando que la ansiedad no me carcomiera tan rápido. Necesitaba que Claudia llegara ya.

Afortunadamente, la puerta de cristal se abre en seguida, la silueta muy bien abrigada y ligeramente alta de mi mejor amiga entra por la puerta. Suelta un par de bufidos hasta que se acomoda a mi lado.

—Llegué.

—No me digas...  —Susurro, terminando por sonreír. Después de todo ya no estaría sola aquí.

—Ush, lo siento. Pero Harry se demoró en pasar por mi, le dije que podía venir sola, ¿Qué tanto trabajo cuesta tomar un bus hasta aquí? —Dice— En fin, no pude convencerlo y terminó llegando quince minutos tarde de lo acordado. Todo un problema, porque había tráfico también.

La Nerd Más Hermosa; Horan1Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt