Capítulo 27

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Niall.

El día pasó demasiado rápido, cuando recordé ya me encontraba calentando algo de comida para la castaña que permanecía sentada en el sofá de  la sala, mirando una serie en televisión. Calenté algo del espagueti para ella, volviendo a la sala y entregándole su comida.

—Aquí tienes. 

—Gracias.

Comenzó a comer pronto, mirando televisión y centrada en su comida. La miraba en momentos, no queriendo ser atrapada por ella.

De sólo imaginar que en algún momento tendré que hacerle saber mis sentimientos, esperaba que todo saliera bien, y esperaba, sobretodo, que fuesen correspondidos. Era algo tan gratificante el poder verla, tenerla cerca de mi y que en los momentos malos, me dejará estar aún más cerca de ella, como hace horas, que me dejó abrazarla.

Mis brazos terminaron siendo un refugio para ella. Y no había algo más que me encantara en la vida.

Verla a un lado mío, tan tranquila, sin rechistar de nada y comiendo, como si nada hubiera pasado antes... ¿Es así como siempre lo hacia? Me pregunto, ¿Cuántos problemas pudo haber antes? Viéndola ahora, e imagino que pudieron haber muchos, y ella solamente se desahogaba y volvía a andar, tranquila, sin mostrarle a nadie que tenía problemas.

De verdad que era una chica muy fuerte, valiente e increíble.

Cuando me di cuenta de la hora que era, recordé a mi madre. 

—¿No hay problema si me quedo? 

—¿Te quedarás? —Asentí— Sí puedes. 

Por un instante creí que ella se negaría a ello. No fue así y me sorprendió su respuesta.




Yo:

Me quedaré en casa de Dayan a dormir, pasaré en la mañana para ducharme y cambiarme de ropa. Buenas noches, te quiero.




Guardé mi celular en el bolsillo de mis pantalones, una vez más, enfocándome solamente en ella. Comía lentamente, masticando de la misma forma. De un momento a otro, me encontraba riendo a causa de ella, porque en un pequeño descuido, la comida que llevaría a su boca no entró del todo, cayendo gran parte en su ropa y manchando su barbilla y la misma ropa, quejándose de manera infantil, golpeando el sofá con sus puños cerrados.

—Toma, límpiate —Le acerqué un par de servilletas— Iré por más. —Sonreí.

Regresé pronto, viéndola aún haciendo un par de berrinches y quejándose por ser tan descuidada.

—Iré a ducharme. —Avisó— Después iré a la cama, estoy cansada y necesito dormir. Mañana hay que ir al colegio... —Se puso de pie, dejó las cosas en la cocina y regresó a la sala— La habitación de huéspedes está arreglada, hay todo lo necesario...

Asentí, mirándola de un momento a otro  tan seria y casi decaída.

—Oye... —La detuve, antes de que siguiera avanzando— Si algo te sucede, me lo dirás, ¿Verdad? 

Traté de no sonar nervioso o asustado.

—Niall... —Sonrió. Una sonrisa pequeña pero tan linda— No está sucediendo nada, estoy bien. Me siento algo cansada, nada más que eso. Pronto iré a mi cama y dormiré.

La escuché con atención, tiró suave de si brazo para que yo la soltara. Lo hice, pero una vez más, la terminé deteniendo. 

—Te quiero demasiado —Susurré, rodeándola con mis brazos— Te hice una promesa y la cumpliré. No habrá nadie más que te moleste. Se acabó todo eso. 

La Nerd Más Hermosa; Horan1Where stories live. Discover now