Capítulo 63

1.4K 92 0
                                    


—¿Ya me dirás a dónde iremos?

—No —Niego, intentando cerrar la puerta de mi habitación— No te diré, mientras debes de estar en tu habitación. 

—¿Por qué?

—Debemos de estar alejados porque sé que puedes hacerme cambiar de opinión y no quiero decirte a donde iremos. —Le digo, sonrío y trato una vez más de cerrar la puerta, lo que es sumamente imposible.

Ella coloca la punta de su pie, evitando así que pueda cerrar del todo la puerta.

—Dayan...

Hace su puchero mientras me mira fijamente, sabiendo que para mi es realmente difícil el poder apartar mi mirada de ella, sabe perfectamente como hacer las cosas y cómo obtener lo que quiere, es por esa misma razón que desde hace al menos diez minutos he estado tratando de encerrarme en mi habitación para evitar todo esto, porque no quiero que sepa a donde iremos. Es una sorpresa.

—Eres tan insistente.

Se cruza de brazos haciendo de eso una pequeña distracción para mi lo que provoca que termine bajando la guardia, aprovecha para aventar la puerta y  entrar corriendo a mi habitación, dejando un golpe en mi pie. Se lanzó a la cama, mirándome desde allí.

Dándome por vencido, dejo la puerta abierta y suspiro pesadamente, en serio que es difícil.

—¿Qué pasa contigo? Me sorprende demasiado que andes muy activa.

—¿Por qué te sorprende? Es mi cumpleaños.

—Sí, lo sé. Tu cumpleaños...

Me muevo de un lado a otro, tratando de matar el tiempo; comienzo recogiendo todo el desastre que dejamos la noche anterior, bolsas de frituras, latas de refrescos y demás cosas que terminaron siendo basura y por igual terminaron en el suelo.

Sé que me está observando, siento su mirada puesta en mi espalda, obviamente no obtendrá lo que quiere, al menos no de una manera fácil.

Esta tiene que ser difícil.

—Claudia no me ha felicitado... —Dice en un tono de tristeza— Siempre es la primera en hacerlo, no sé porqué ahora no lo ha hecho.

Me muevo por unos momentos más hasta que escucho su suspiro pesado. Lo peir de todo es que yo sabía bien la razón por la cuál Claudia aún no la felicitaba. Acordamos que sería así para que a la pelinegra no se le llegara a escapar nada de la sopresa que teníamos planeada, así como para que tampoco Dayan sospechara.

Termino por dejar un poco más decente mi habitación y me siento en la cama, mirándola a ella.

Espero que este no sea otro de sus trucos.

—Ya te llamará para felicitarte.

—Pues ya ha tardado mucho. —Hace una mueca— Y eso no me gusta. Le saldrá muy caro su olvido.

Ruedo mis ojos sin que ella me vea, pero pasa todo lo contrario a lo que pensé. Se queja de manera dramática y cuando menos me lo espero, ella ya está encima de mi, comienza "golpeando" mi pecho, sé que en ningún momento tendrá intención de lastimarme así como ella sabe que yo nunca volveré a hacerlo; me río en seguida, porque mas que lastimarme me está haciendo cosquillas, está tratando de hacer pasar ese pequeño momento de tristeza y convertirlo en uno de diversión. Lo logra, lo hace poco a poco, me hace reír fuerte después de que ha comenzado ahoraa hacerme cosquillas en serio.

—¡Detente!

Es todo lo contrario. Continúa con la pequeña tortura hacia mi, provoca que me coloque rojo de todo el rostro —lo sé porque siento mi rostro caliente en demasía— incluso mis orejas sé que se encuentran de igual manera.

La Nerd Más Hermosa; Horan1Where stories live. Discover now