Capítulo 45

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Había regresado al hospital, sería difícil hacer que ese hombre regresaraa su hogar, sabiendo que ahora tenía cierto interés en estar aquí, por interés estúpidos y que en verdad no beneficiaban a nadie.

Llegué a la sala de espera, en el piso en el que mamá se encontraba, miré a Niall y su hermano junto a Theo, los demás no se miraban por allí. No sabía cuánto fue el tiempo en el que estuve metida en aquella cafetería.

—Niall...

—Dayan, ¿Qué pasa?

Me senté en el sofá, realmente quebrada y tan dolida. No me dolía que él tuviera hijos, sino que desde siempre estuvo viéndonos la cara, desde que nací, tampoco quiero imaginar que haya sido desde antes...

Él con mayor razón se merecía mi odio.

—Él... Peter... —Susurré. Cerré un momento mis ojos.

Sentía la necesidad de llorar, pero mis ojos ni siquiera de llenaban de lágrimas. No había nada que me hiciera derramarlas.

Era odio y coraje lo que tenía dentro de mi.

—Él tiene hijos. Nos estuvo viendo la cara desde siempre. Sus malditos hijos son casi de mi edad...

Gruñí en frustración.

Sentí como Greg se apartó de nosotros, Niall permaneció a mi lado, con una de sus manos acariciando mi espalda y su mano libre sobre la mía.

—¿Era eso lo que quería decirte?

Maura apareció en la pequeña sala, me miraba con cierta preocupación. Detrás de ella venía Denisse, que en seguida se apartó y se acercó a su esposo.

—Era eso. El muy cínico lo dijo directamente. Le reclamé por los viajes, por todo... Y él ni siquiera tuvo la decencia de negarlo.

Me dejé abrazar por él, pegada a su pecho, sintiendo si fragancia y todo su calor. Sus brazos me hacían sentir bien.

No supe bien cuánto tiempo pasó, cuando otra vez estaba ahí.

—Dayan, no hemos terminado de hablar.

—Ella ya terminó todo contigo. Es mejor que te vayas y no vuelvas, ella tiene aquí a su verdadera familia, quien la quiere y la cuidará sin importar las consecuencias.

Horan se había puesto de pie, todo pasó rápido. Su madre estaba detrás de él y Greg cerca, al tanto de todo y ya no tenía entre sus brazos al pequeño rubio.

—Será mejor que te vayas, Peter. Son muchos los problemas que tenemos como para lidiar con otro. —Habló Maura— Se te dejó en claro que no serías bienvenido aquí y aún así apareciste.

—Deberías irte a cuidar a tus hijos y tu esposa. Son los únicos que te necesitan.

Me adentré de nuevo a la conversación —que más que eso era ya una discusión—, su mirada estaba bañada en molestia. Me miró de mala manera, con tanto odio...

—Me iré. Pero que quedé claro que te lo dije, tienes la advertencia, Dayan. —Me señaló— Espero que mejores tu actitud y dejes de ser tan grosera.

Dichas aquellas palabras en amenazas, se marchó. Se adelantó y bajó por las escaleras, la mujer ya no iba con él, pero no me importó. Mientras mejor gente me esté jodiendo la vida, todo está bien.

Que sea cada vez menos personas que se entrometan en mi vida.

—Ea hora de volver a casa. —Susurró la pelinegra a mi lado, abrazándome por los hombros— Descansarás y yo te cuidaré.

La Nerd Más Hermosa; Horan1Where stories live. Discover now