Capítulo 79

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El viento frío que se acercaba demasiado al viento helado me hacía sentir bien, por momentos me hacía concentrarme casi del todo en una sola cosa —una que no fuera pensar en lo que pasó en el consultorio hace minutos— por lo menos de alguna manera me seguía manteniendo con los pies en la tierra, bueno, con uno de ellos en tierra.

Quería evitar a toda costa sentirme nerviosa o abrumada, claramente la situación la ameritaba a la perfección, pero ponerme en ese punto a nada de perder la cordura no me llevaría a nada bueno, no era lo correcto. Tampoco alegrarme lo era, así que trataría de mantenerme serena.

Todo fluía, lograba sentirlo.

Respiraba pesadamente, casi sintiendo el ardor en mi garganta pasando por mi pecho hasta llegar a mis pulmones. No quería llorar, no podía.

Mi mejor amiga se encontraba callada.

Sé que estaba consciente de cómo es que me encontraba, me miró de forma extrañada en cuanto salí del consultorio, sabía bien que me veía diferente, incluso así es como me sentía. Claudia no dijo nada, solamente se despidió de la chica con la que había estado hablando y de la secretaría; salimos de ese lugar sin decir nada más.

Ella se encontraba en su celular, mientras esperábamos en la parada del bus, no sabía si de verdad nos iríamos en el bus o caminando, o si Claudia tuviera cosas por hacer... Como lo había hecho, no estaba del todo dentro de mis cabales; solamente sabía que ahí estaba yo, existiendo.

—Estás muy seria —Habla después de mucho tiempo— ¿Pasó algo? Digo, desde que salimos del consultorio estás así... Sabes que puedes confiarme cualquier cosa.

Su voz suena tan tranquila y relajada, aunque sé que podría estar ocultando esa preocupación por mi, porque es así, la miré por escasos segundos aún sin querer responder a lo que me preguntó.

Ingado en su semblante.

Sus dedos golpean suavemente su celular, es obvio que se encuentra nerviosa y por un instante, puedo decir que también está preocupada por mi.

Entrecierro mis ojos, mirando hacía la calle, escucho el ruido de los autos pasar rápidamente, así como también el hablar de las personas que pasan por aquí y por allá, uno que otro grito y risas escandalosas como también aquellas que parecen pasar desapercibidas.

El sonido que tiene de notificación mi mejor amiga en su celular suena, se hace presente y me hace volver a verla, atrapándola.

Así como yo hace minutos que estaba tratando de buscar en ella algo de lo que mi comportamiento de ahora le causaba a ella, me miraba de esa forma.

Tanto tiempo juntas nos hacía examinar bien a la otra y saber con poco —aunque por ahora no estaba funcionando del todo— saber nuestro estado, ya no tanto físicamente, sino anímicamente.

—¿Pasa algo? —Pregunto en un susurro, casi con miedo a hablar.

Me atreví a preguntar ya que en cuanto le llegó esa notificación mostró una mueca, una muy clara de desagrado.

—No, es que... —Teclea rápidamente, ahora sé que ha sido un mensaje de texto— Harry iba a pasar por nosotras, me ha cancelado de última hora.

Explica cortamente.

Suspiro sin más, ahora al menos sabía que estábamos aquí y no esperando por el bus, aunque pensándolo bien, tendríamos que esperar por uno.

—Se nos está helando el trasero aquí...  —Habla, guardando su celular— Bueno, queridísima mejor amiga y mía. —Sonríe, extiende su mano hacia mi, la tomo algo dudosa— Vayamos por un chocolate caliente y algo de panecillos, así me cuentas qué fue lo que pasó allá adentro. Tu rostro de preocupación me deja mucho más preocupada y con algo de intranquilidad en mi pechito.

La Nerd Más Hermosa; Horan1Where stories live. Discover now