La Nerd Más Hermosa; Horan1

Capítulo 43

Me levanté a cierta hora de la tarde, solamente porque tocaban a mi puerta. Me senté en la cama, ya no siendo necesario levantarme para abrir la puerta cuando miré al rubio a los pies de mi cama.

Lo había visto ligeramente borroso mientras me acostumbraba.

Cuando pude verlo mejor me encontré con su cabello desordenado, sus ojos ligeramente pesados y su ropa arrugada. Y vaya que habíamos tomado una merecida siesta. Sólo que seguía sin saber por cuántas horas lo habíamos hecho.

—¿Qué sucede?

—Mamá llamó hace un rato. —Dijo casi en un susurro— Pasó al hospital y el doctor le hizo saber sobre los resultados de los exámenes.

Abrí más mis ojos, sabiendo que tenía respuesta de los exámenes de mamá me hacía alertarme y ponerme más al margen con todo esto, la somnolencia en mi cuerpo había desaparecido.

—Dime,quiero saber qué pasa con mamá. —No quise dejar que viera el nerviosismo que me quería comer viva.

Él se acomodó mejor en la cama. Su celular estaba entre manos y jugaba con él de una manera descuidada.

—Tu madre también tenía tres costillas quebradas, se está recuperando. Su cerebro ya no está tan inflamado como a un principio. Ella está bien.

—¿Hablas en serio?

Asintió lentamente.

—Claro, no tendríamos por qué mentirte. —Dijo mirándome— Seguirá en coma inducido hasta que su cerebro se desinflame por completo, después de eso habrán más exámenes para ver cómo va reaccionando tu madre.

Sentía la pesadez en mis ojos, pero no los cerraba, aunque estos estaban más abiertos que nada.

Escuché con atención y me calmé al saber que mamá iría a estar mejor poco a poco.

—Es una buena noticia. —Asentí— Quiero que se recupere bien, que ella esté bien. Porque la necesito en mi vida. Es mi madre...

—Lo entiendo bien. Entiendo todo lo que dices, Day. —Su mano rozó mi mejilla— Ahora sí, ella se va a recuperar, va a tomarle algo de tiempo, pero lo hará. Tu madre es muy fuerte.

—Niall... —Suspiré, mirándolo fijamente y sintiendo como las lágrimas se acumulaban en mis ojos.

—No llores. Sabes que ella va a estar bien y que...

—Lo sé, lo sé. Solamente lloro de felicidad, por saber que ella estará bien y se va a recuperar. Sé que es poco el tiempo que lleva en el hospital, pero son doctores. Ellos lo han dicho.

Sonreí, dejando caer el primer par de lágrimas por mis mejillas.

Se acercó para abrazarme fuerte y estrecharme contra sus brazos de manera cálida.

Sentí el beso en mi mejilla, la suave presión que sus labios hicieron contra ella, provocando que sintiera un sinfín de emociones en mi interior.

Estás con la persona correcta.

Esas palabras en mi mente me motivaron a corresponder el abrazo, apretando su cuerpo al mío como suele hacerlo él conmigo.

Suspiré con mis ojos cerrados, mi rostro oculto en su cuello, me estremecí cuando él también se ocultó en mi cuello, su respiración ligeramente irregular me hicieron sentirme nerviosa sin razón alguna.

—¿Es muy tarde?

—Están por ser las cinco de la tarde. Mamá se fue a su casa, dijo que tenías que descansar bien. Mañana hay que ir al colegio.