La Nerd Más Hermosa; Horan1

Capítulo 37

El silencio muchas veces fue mi aliado. Me encantaba tanto estar entre penumbras y siendo arrullada por el silencio.

Pero ahora estaba siendo diferente. Mi alrededor estaba en silencio pero lo sentía tan extraño, me sentía fuera de lugar. Mientras que mi cabeza se encontraba en pleno ruido pensando en las cosas que pasaron la noche anterior, de las pequeñas confesiones —que fueron algo fuertes— pero de una manera indirecta. Y vaya que por parte mía seguía haciendo confesiones mucho más grandes que las otras.

El poder sentir primera vez los labios de Niall contra los míos me dejó en mucho que pensar, más que las palabras que salieron de ellos anoche.

Si me beso... ¿Significa que siente una atracción hacía mi? Sino, ¿Por qué me hubiera besado?

Si existe esa posibilidad, puedo estar segura de que no tengo nada que perder con él y podré confesarme.

Recorrí lentamente mis labios con las yemas de mis dedos, me sentía tan diferente, realmente me sentía fuera de lugar.

Seguía sintiendo la ligera presión de sus labios contra los míos, el tacto había sido algo frío, porque así fue como sus labios se encontraban en ese momento pero, a los segundos, cambió. Todo se tornó cálido, y eso solamente había sido una ligera presión y al final un suave roce.

Quedé encantada.

Lo que daría por volver a tener sus labios contra los míos.

Sonreí, aunque después de ese beso todo siguió como normalmente, no se habló de ello pero las miradas entre ambos decían más que todo lo que pasaba. No me arrepentiría si lo viera y me lanzaría a besarlo.

Entre tanto pensar y darle vueltas al asunto, terminé por limpiar el desorden que había quedado en la sala de estar y en la cocina, por más que los chicos insistieron en ayudarme no se los permití, quería hacerlo yo. Me entretenía y despejaba un poco mi mente haciendo todo esto.

Al terminar y viendo como me encontraba, sudada y algo sucia, subí a la habitación dejando las puertas cerradas de la casa con seguro.

Tomé ropa limpia y me metí a la ducha en seguida, el agua recorrió mi cuerpo por completo, mojando mi cabello y en seguida pasando a lavarlo tanto así como mi cuerpo.

Terminando de ducharme, y mientras pasaba la toalla por mi cabello y mi cuerpo, escuché cómo mi celular timbraba. De manera insistente.

Pensando que podría ser mi madre salí rápido, casi resbalando.

—¡Mamá! —Hablé sin saber quién era quien llamaba— ¡Qué bueno que llamas porque...!

—¿Es usted la señorita Dayan Smith?

La voz no era la de mi madre y viéndolo así, tampoco el número de celular...

Inhalé pesadamente.

—Sí, soy yo.

—Soy el doctor Peterson, tengo noticias sobre su madre...

—¿Q-Qué es lo que sucede?

Sentí el nudo formarse en mi garganta y un dolor en el pecho, provocándome un dolor más en mi cabeza.

Mi mundo se nublaba.

—Usted es su hija y el familiar más cercano... —Solté un sonido en modo de afirmación, sabía que no podría hablar— Es un tema delicado, tuvo un accidente automovilístico, por la gravedad del asunto, la pusimos en coma inducido.