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〖𝓒𝓪𝓯𝓮́ 𝓭𝓮 𝓶𝓮𝓭𝓲𝓪𝓷𝓸𝓬𝓱𝓮〗

Narrador Omnisciente

Annie se dirigía a la salida de la mansión de Kenny Ackerman. Un auto negro paso al lado de ella sin detenerse. El lugar donde se encontraba estaba oscuro, casi parecía que los arboles, que la rodeaban, susurraban secretos a sus espaldas. La chica rubia salió de la casa y caminó hasta la parada de autobuses. Subió a uno, el cual sólo se encontraba una persona sentada, casi en los primeros asientos. Tomó asiento y desató su cabello. Estuvo impaciente todo el camino, faltaban una hora para que fuera el cambio de turno en la cafetería donde laboraba.

Algunas personas la idolatraban, otras deseaban que se pudriera en el infierno, pero a ella no le importaban los comentarios que salían por las bocas de la gente.

Miró a la única persona que se encontraba en el bus; un chico rubio que leía con audífonos puestos. Traía consigo una mochila marrón colgada por enfrente de su pecho. "Que forma tan más extraña de cargar un bolso" pensó. Por unos instantes deseó ser él, comenzó a imaginarse la vida que tiene; padres que le apoyan, va a la universidad, seguro el mejor de la clase, un departamento y un buen sueldo. Una vida estable; eso era lo que ella anhelaba.

Bajo en la estación Paradis, donde se ubicaba tanto la plaza y la pequeña cafetería donde trabajaba. Cambió sus ropas, se desmaquilló y ató su cabello frente al espejo del baño.

Después de tres horas de preparar bebidas, por fin tomó asiento y llevó los audífonos a sus orejas; era la medianoche y pensaba que no llegarían más clientes. Al querer reproducir una de sus canciones favoritas, vio a alguien acercarse a la entrada, rápido se levantó y acomodó su uniforme. Al alzar su vista notó que era el chico del bus. Él la observó y sonrió mientras tomaba asiento sacando un libro de su mochila marrón. Annie fue a tomar su orden que incluía: un café americano y una rebanada de pastel de moras.

La rubia comenzó a tararear la canción que estaba dispuesta a escuchar antes. Preparó el café, lo sirvió en una taza grande y lo colocó en una bandeja. How deep is your love de Bee gees era la melodía que no podía sacar de su cabeza por esos días.

Fue al refrigerador a sacar la rebanada de pastel cantando la frase "'Cause we're living in a world of fools" después siguió entonando las siguientes frases. Llevó al cliente lo que había comprado y él agradeció. Regresó por donde vino, pero paró en seco cuando escuchó:

─ Así que te gusta Bee gees ─comentó el ojiazul manteniendo su mirada en el texto del libro.

Decidió mirarlo y él cerró su libro de fisiología para poder tener una mejor conversación.

─ Sí. How deep is your love es mi favorita por ahora ─Notó que sus audífonos colgaban por las bolsas de su delantal y los guardó por completo— ¿Tú los escuchas?

─Claro, son clásicos... Ven toma asiento —Ella dudó en sentarse a charlar. Era su hora en turno ─. No creo que nadie venga ─bebió un poco de café.

Ella se dispuso y se posicionó frente suyo; ahí lo reconoció. Era el mesero que hacía una semana había conocido durante la gala.

...

Se encontraba sentada en las escaleras. Habían terminado de servir los platos de la sopa, no tenía ganas de probar ese ni el platillo siguiente; le resultaban insípidos.

Su cabeza estaba apoyada en las barras que sujetaban los escalones y sentía su corazón cada vez más pequeño; latía sin fuerzas. Comenzaría a llorar, pero un chico de estatura mediana quién le preguntó "¿se encuentra bien, señorita?", la interrumpió. Él tomó asiento a dos escalones por debajo.

Annie se enfocó en aquel chico, tenía cabello rubio corto y vestía como mesero.

─Todo bien ─Se irguió y trató de dar su mejor expresión.

El ojiazul, preocupado, afirmó y se marchó del lugar.

...

─Eres el mesero de la gala. ¿No? ─cuestionó. El olor a café predominaba en el ambiente del lugar.

─Sí, pensé que no me reconocerías ─rió. Tomó su cuchara y partió el pastel─ ¿Quieres?

─No. Tú lo compraste, es tuyo ─Por primera vez en la vida sintió que alguien era amable con ella, no había intereses de por medio.

Él insistió, pero al recibir la misma respuesta, asintió con la cabeza y comió del pastel.

─No nos hemos presentado ─Ella apoyó esa idea y de forma inmediata el rubio se presentó como Armin Arlert.

[...]

Un nuevo día llegó, como odiaba los domingos. Desperté con un poco de dolor de cabeza, pero eso no me impidió ir a correr por la mañana. Hoy tendríamos una clase extra con la señorita Nanaba.

Llegué a la habitación agitada por las vueltas que di a la manzana. Iría a tomar un baño. Regrese de tomar la ducha y colgué el saco que use ayer, metí una de mis manos en la bolsa decidida a agregar el teléfono de Levi. Me exalte al ver que no tenía ningún papel.

—Mierda —Buscaba la tarjeta que Levi usó para anotar su número, o... ¿Acaso había sido una alucinación?

—¿Qué estás haciendo? —preguntó Historia al verme como loca metiendo las manos en los bolsillos de cada ropa que tenía.

—Busco un papel muy importante —Tenía los pantalones que usé una noche anterior en las manos. Realicé una cara de frustración al saber que no estaba por ningún lado.

—Muy importante —recalcó alistando sus cosas para ir a bañarse.

—Estas cosas siempre me suceden —hablé tratando de recordar dónde puede estar el maldito papel.

—¿En tu bolso?

—No, no llevaba bolso —negué desilusionada. Tomé asiento en la silla y me culpe por haberlo perdido —. Cómo es posible que pueda recordar muchos pasos y no el donde deje ese bendito número.

—Ese número, ¿tan importante era? ─trató de averiguar más.

No sabía si aventarle la bomba y decirle todo.

— No, era sólo el número de una amiga de Hitch —reí nerviosa.

Ella me miró con rareza y solo afirmó con un "Tal vez se te cayó". Traté de recordar todos los lugares posibles, pero mi mente estaba bloqueada. Historia salió del cuarto. Le dije adiós a la oportunidad de poder seguir hablando con Levi, aparte no soy buena con las conversaciones en mensaje, no podría mandarle un simple "Hola".

Noches porque buenas las ganas que le tengo a Hange Zoe... Jajaja okay
Buenoo, aquí esta el cap de hoy espero y lo hayan disfrutado.
Gracias por el apoyo a la historia <3333

océan parfait | Levi Ackerman [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora