océan parfait | Levi Ackerman [editando]

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〖𝓜𝓪𝓵𝓭𝓲𝓽𝓪 𝓬𝓾𝓻𝓲𝓸𝓼𝓲𝓭𝓪𝓭〗

Historia bailó para crear la coreografía de su hermana. Siendo sincera no sé cuántas tenga, solo había mencionado dos hasta ese momento. Era grande su familia al parecer, la mía se reducía a dos personas; pero contaba con ellas en las buenas y en las malas.

Le mandé un mensaje a Hitch para hablar con ella en la noche.

Comimos en el salón y estuvimos por varias horas en él. Creo que lo haríamos nuestro a partir de hoy.

Eran las cuatro menos doce cuando Historia y yo salimos de la sucia habitación ciento cuatro. A ella le andaba por ir al baño así que fuimos, no estaban tan alejados y decidí quedarme afuera.

Mientras la esperaba a la lejanía del pasillo se veía alguien. Una figura que conocía. Caminaba de forma tranquila y sin prisas, cabello negro, y de baja estatura: era Levi Ackerman. Se dirigía a algún lado al parecer. Dio la vuelta al otro corredor, de ahí habíamos venido Historia y yo, ese era el camino para el salón polvoriento.

Decidí caminar y mi desgarre comenzó a molestarme. Eché un vistazo por el pasillo en el que había dado vuelta, de nuevo se repitió la acción; lo seguía con sigilo. Los pasillos de la academia me confundían, parecían un laberinto, pero si no mal recordaba estábamos cerca del salón de la gala. Estaba tomando el mismo rumbo que aquella vez.

"No, vayas. No lo sigas" pensé, pero mi curiosidad me ganó y seguí los pasos que él daba.

—¡____! —Levi se detuvo al oír ese nombre y giró su cabeza sobre su hombro izquierdo.

¡Maldita sea, Historia! "Mierda, mierda, mierda" lo repetía una y otra vez.

Me fui lo más rápido que pude. Corría como si estuviera en una película de terror, siendo perseguida por un asesino serial o algo así.

Si no quería mover mi pantorrilla, era demasiado tarde. Daba vuelta por los pasillos y, sin querer, pisé una agujeta que tenía desamarrada, haciéndome caer; el asesino me había atrapado.

Me tope con unos tenis color blanco. Alcé mi vista y era Historia que me observaba desde lo alto, siempre acostumbraba a mirarla hacia abajo. Sus ojos se encontraban en mí mientras preguntaba "¿dónde estabas?".

El sudor comenzaba a resbalar sobre mi piel mientras me levantaba.

—¡Ya es tarde! —Miré mi muñeca. No tenía reloj— Llegaremos cinco minutos con retraso.

Comencé a dirigirme al salón donde tocaría la clase de Rico. Deje a Historia a mis espaldas y después comenzó a seguirme el paso.

"Ojalá Levi no se haya dado cuenta. No vuelvo a hacer eso en mi vida".

Eran las nueve de la noche cuando por fin había acabado el día. Hablé un rato con Hitch, me duche y me vende donde tenía mi desgarre. Usualmente lo hacía cuando pasaba eso para darle soporte a mi pierna y más para mañana que teníamos clase. No deje que un simple desgarre afectará mi rendimiento. Se quitaría en unos días.