océan parfait | Levi Ackerman [editando]

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〖 𝓐𝓵𝓰𝓸 𝓺𝓾𝓮 𝓭𝓮𝓬𝓲𝓻 〗

Traté de disimular mi nerviosismo y comencé a repartir el menú. Pasé un mechón de cabello, que caía sobre mi rostro, detrás de mi oreja.

Él no era el único: su tío, Petra y otro señor estaban con nosotros.

—___ no pensé verte por acá —dijo Petra—. ¡Qué sorpresa!

Pase por detrás de él y trataba de estar lo más firme posible.

—Tampoco lo esperaba —hablé regresando a mi lugar y tomando con fuerza mi cuadernito—. ¿Gustan algo de tomar?

Tomé con fuerza el lapicero y anoté lo que todos dijeron menos Levi.

—¿Usted no desea tomar algo? —le pregunté directamente.

—No, gracias —contestó.

Parecía como si se supieran el menú, pues ya tenían planeado que iban a ordenar, lo hicieron antes de que me marchara.

—Está bien. Enseguida vuelvo, cualquier cosa que necesiten opriman el botón que se halla cerca de ustedes —traté de contener la respiración—. Con permiso.

Solté el aire acumulado en mis pulmones al estar afuera. Esperé a que Marcel ya estuviera aquí.

Fui a entregar mi papelito y a llevar más órdenes al área pública.

Tuve un momento para descansar mientras se cocinaba todo, lo primero en estar fueron las ordenes de Petra y el señor a un lado de ella.

Volví a tocar antes de entrar. Puse los platillos frente a quienes les correspondía.

—En serio, Levi, ¿no vas a ordenar nada? —le preguntó Petra esperando una frase por parte de él.

Recibió un simple "no" como respuesta. Volví a salir para ir por lo que había ordenado su tío y las bebidas. Una vez más estaba con ellos.

Ahora se encontraban hablando Kenny, el señor frente a él y Petra juntos.

—Ya les dije que el departamento estuvo bien, creo que es el indicado —le entregue el platillo al hermano de Kuchel.

—Hija, debes preguntarle a Levi primero, que tal si él no quiere lo mismo —pude mirar a Levi de reojo, estaba serio ante la mesa.

—Por su puesto que quiere —respondió Kenny.

Salí de ahí con las cartas en mano, decidí no indagar más en la conversación que se tenía adentro.

Habían pedido una botella de vino y la lleve. Entré y la puse frente a ellos. Petra no se encontraba.

—¿Se les ofrece algo más? —pregunté.

—Por ahora es todo, gracias —contestó el papá de Petra. Recibió una llamada y salió.

Kenny, Levi y yo éramos los únicos, pude sentir que el aire era pesado y decidí irme.

—Quiero que sepas que no tuve nada que ver con eso. No soy el responsable —miré por última vez a Levi, quien no parecía nada contento— de la mu... —Cerré la puerta.

El estúpido de Macel no llegaba, a esas alturas seguro ya se había ido lejos con la chica que vendría a verlo. La gente comenzó a reducirse y por lo tanto había menos movimiento.

Pude ver a Marcel correr por el pasillo por dónde se había ido, venía agitado.

—Marcel no vuelvo a tomar tus malditos cubículos en la vida —tomé asiento y le entregué sus aparatos.