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〖 𝓢𝓾 𝓼𝓲𝓷𝓯𝓸𝓷𝓲́𝓪 〗

Oí que se informó una tormenta de nieve esa madrugada, no sabía si estar preocupa o feliz porque ocurriera.

Al llegar a la habitación, después de hacer esas compras, puse el futuro regalo de Levi en el escritorio. Realmente era muy hermoso, cada vez que le prestabas toda tu atención podías ver los detalles en él.

Me abrigue lo más que pude y fui a practicar antes de ir a trabajar. Quería mejorar más para bailar en el teatro el año siguiente.

Estar junto a Marcel no fue nada fuera de lo normal. Al llegar del trabajo estaba exhausta, pero me alivió saber que no iría al día siguiente.

Me acosté en la cama de arriba a pesar de que Historia no estaba. Podía sentir sola la habitación. Miré, durante la madrugada, el piano siendo iluminado por la luz que entraba por la ventana.

Esperaba el día siguiente para decirle lo que sentía.

La idea de saber que nosotros estaríamos viendo el clásico de Navidad me emocionaba demasiado. La música, los escenarios, la imagen de mí sobre su hombro podía hacerme sentir feliz.

Al despertar recibí un mensaje de Isabel, comentó que iría con Farlan y Jean a dar un paseo.

Tallé mis ojos adormilados y abrí la cortina para que la luz entrará un poco más, pero me encontré con la sorpresa de que todo estaba blanco. Miré asombrada la cantidad de nieve que cayó y no me di cuenta.

—Tenía que suceder el día de hoy —observé los copos desvaneciéndose.

Me preparé rápido para ir con los chicos a pasear. Traté de ponerme todos los suéteres que tenía a mi disposición.

La puerta del edificio se atoró debido a la cantidad de nieve que había afuera. Use todas mis fuerzas para salir.

Observé con detenimiento y pisé sobre la capa blanca. Mis únicas botas se hundieron. Volví a dar otro paso y mis huellas quedaron en la nieve. Me agaché a tocarla y siento el agua helada corriendo por las palmas de mis manos.

Pequeñas bolitas blancas caían sobre mi cabello. Formé una bola de nieve y jugaba con ella.

Algo me golpeó en la cabeza y miró a la dirección de donde vino.

—Jean, que te sucede —comenté riendo mientras sacudía mi cabeza para quitar los residuos de nieve.

Cuando él estaba apuntó de decir algo, me levanté y lo golpeé con una bola de nieve en su cabeza, tuve que saltar para alcanzarlo. Él comenzó a carcajear.

Jugamos por un rato, todo nuestro cabello terminó con gran cantidad de nieve. Farlan e Isabel llegaron juntos.

Jean y yo decidimos detenernos e ir a dar una vuelta al parque cercano con nuestros amigos. Miramos que personas colocaban adornos: luces amarillas a los árboles, muñecos de nieve falsos  entre los jardines y grandes esferas rojas para tomarse fotos.

No dudamos en fotografiarnos en cualquier lugar, todo era muy lindo a la vista. Nos sentamos en una banca mientras comíamos una crepa.

—Marco irá a ver el Cascanueces con este clima —comentó Isabel.

—Podemos hacer algo en la noche en la casa, ver una película juntos o jugar cartas —mencionó Jean.

—Qué gran idea, podemos ver clásicos de Navidad —añadió Farlan.

—¿Qué dices tú, ____? ¿Te apuntas? —la mirada de Jean era suplicante.

—Tengo planes —reí nerviosa—, pero será en otra ocasión.

océan parfait | Levi Ackerman [editando]Where stories live. Discover now