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〖𝓛𝓾𝓰𝓪𝓻 𝓯𝓪𝓿𝓸𝓻𝓲𝓽𝓸〗

Al día siguiente, antes de correr, me senté una de las bancas del parque. Mandé un mensaje a Hitch informando sobre la noticia. Se leía emocionada y durante el día continuamos hablamos sobre la fecha que tenía programada para el Campeonato.

Llamé por teléfono a mi mamá a la hora que sabía que estaría disponible. Se quedó en silencio al recibir la noticia, segundos después me felicitó. Comentó que vendría cinco días antes de que me presentará en el teatro para darme aliento y demás.

....

Los días comenzaban a hacerse más rutinarios, uno tras otro. Terminaba muerta al concluir los ensayos, exigía mucho de mí ese personaje, pero llegué a acostumbrarme.

Lorraine, a comparación de Juliette, era más "fría", con movimientos más controlados y decididos. Tenía una explicación: participaría en una revolución. Ponía la causa antes del sentimiento; algo debí de aprender.

Extrañaba el papel que tenía, llegue a practicarlo algunas veces para saber que aún podía hacerlo, pero me frustraba saber que no llegue a sentir por completo la música y cometía el mismo error.

A un mes del estreno se hizo una sesión fotográfica, para todo el marketing.
Unos días antes de la cita en el estudio, a Jean y a mí nos tomaron medidas para ajustar los trajes.

Mi vestuario combinaba muy bien con el de Jean. Era un tutú azul marino con blanco, tenía piedras del característico mar simulando pétalos de flores y el centro de cada una tenía una pieza dorada. Se notaba el empeño y esfuerzo de la costurera, además que parecía ser muy costoso.

Miré a Jean con su traje de general francés. Nos reímos un poco sobre la situación de vernos así. Estaba la señorita Hange y Moblit para guiarnos y saber que poses hacer para las fotos. Después de rato dijeron que iban a hacer impresas a lo grande. No acostumbraba verme en anuncios, pensé que sería extraño.

A tres semanas del estreno Jean y yo habíamos terminado todos los números. Tenía aprendidos los pasos, creí que fue gracias a mi buena memoria.
Lograba a pedir el límite de descansos en el restaurante debido a que mi cuerpo, el fin de semana, ya no daba para más.
A la mitad de semana mi compañero y yo nos acercamos con Auruo, al término de una de las clases, para pedirle que tocara fuera del horario de ensayo para practicar. Aceptó.

A partir de entonces nos reuníamos junto al pianista, desde las 1 a 3 de la tarde. La compañía de Jean se volvió de todos los días, ensayo tras ensayo, no hablamos otra cosa que no fuera del ballet.

Las cargadas que hacía con él no salían del todo bien, debido a mí. Cada paso que daba con trataba de adaptarme de nuevo. Traté de que las ganas de superarme fueran más grandes que mis inseguridades.

Fue cuando en un ensayo los profesores nos dijeron que si no sentíamos nada uno por el otro, creáramos una ilusión. Sabía que lo decían por mí. Lorraine se iba enamorando de él poco a poco, pero yo no podía crear la mentira. No en ese momento.

...

Un día antes de iniciar el fin de semana, Auruo se había despedido de nosotros. Tomamos asiento y nos recargamos en la pared mientras nos abrigábamos.

— Si quieres cambiar algo, dime —habló poniéndose sus tenis.

—Creo que está bien hasta donde llevamos. Necesito reponer fuerzas —mi respiración se encontraba acelerada.

—Aún no creo que tengamos los principales —miré mi reflejo y noté mi rostro encendido.

—Deberíamos acostumbramos.

océan parfait | Levi Ackerman [editando]Where stories live. Discover now