océan parfait | Levi Ackerman [editando]

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〖 𝓟𝓲𝓰𝓶𝓮𝓷𝓽𝓸 𝓻𝓸𝓳𝓲𝔃𝓸〗

El primer día de diciembre fue un colapso. Teníamos a Ymir y a Yelena, miembros del ballet ruso, frente a nosotros.

—Ah, que imponentes son —susurró Historia a un lado de mí.

—No lo niegues —respondí afirmando.

—Las señoritas Yelena, directora de la academia y compañía rusa, e Ymir, encargada de las coreografías, están aquí para escoger a dos de ustedes. Se hará una coreografía que se presentará junto al nuevo ballet —habló Nanaba.

Tenía la boca semiabierta de la impresión, definitivamente ser parte de esta institución tenía muchos beneficios y oportunidades.

—Es un gusto estudiantes —habló la directora comenzando a caminar de un lado a otro. Su acento estaba un poco marcado debido al cambio de idioma—. Es un honor trabajar con la siguiente generación de esta compañía. Esto fue posible gracias a su querido Director Smith que no pudo presentarse el día de hoy. También quiero destacar que es de mi gran agrado tener frente mío a Levi Ackerman —lo miré sentado frente al piano, ponía atención— y a la Señorita Zoë — Yelena se acercó a ella —. Felicidades por su compromiso.

— Muchas gracias —respondió Hange con voz tímida.

—Continuó... Las personas que mi compañera —observó a Ymir — y yo escojamos deben de ser: comprometidas, disciplinadas y deben de saber trabajar en equipo, ya que debido a la elección se hará un pas de deux, hombre y mujer. Aquel que no cumpla con lo requerido y sea seleccionado será echado desde la primera sesión.

Mis manos sudaban y no tardó en que mi dedo pulgar golpeará el anular.

—La elección será el día jueves. Es todo. —se acomodó a un lado de su compañera.

—Den todo de sí —habló la chica con pecas.

Yelena se notaba alguien de carácter y estricta, eso llegaba a intimidarme un poco.

—Ellas verán la clase a partir de hoy al jueves. Suerte —habló Nanaba por último.

—Que lindo conjunto tiene Ymir, ¿no crees? —comentó Historia a mi lado.

—Me compraré uno igual —respondí al apreciar los pants verde oliva y el top del mismo color de la coreógrafa.

La clase continuó sin sorpresas. Al terminar fui a darle de comer a Vangh y quería saber como estaba. Busqué a Levi, pero no lo encontré por ningún lado. Me quedé un rato para saber si iría, no fue así.

Salí un poco decaída, pero lo importante era saber si estaba bien Vangh. El salón lo abrirían al día siguiente y ya podía ensayar ahí sin problemas. Por lo que tenía entendido ya no estaba el piano, no sabía porqué tanto tiempo tenía que estar cerrado el salón.

Estaba por salir del edificio A y al otro lado de la puerta de cristal había una mujer alta y cabello rubio ondulado, en perfectas condiciones. Sus labios eran destacados por un labial rojo intenso. Iba de vestido negro muy pegado, que dejaba ver su figura delgada y piernas tonificadas, y tacones del mismo color que sus labios , me rebasaba. Su rostro se me hacía conocido.

Deje que pasara y cuando ella entró, miré como las secretarias se acomodaron en sus lugares y la miraban con nerviosismo, más la señora Blause. Cuando la mujer se paró delante de la mamá de Sasha, ella se levantó y la acompañó, al parecer, a la oficina del director. Salí y caminé pensando dónde la había visto.

Llegué a la habitación y noté que la rosa ya se había marchitado, tan rápido. Me acordé de aquellas veces en las que Reiner me había llevado flores rojas, sin duda las suyas eran las que más se marchitaban a pesar de que las cuidaba como una pieza de cristal, el "amor" que me tuvo fue tan duradero como sus rosas.