océan parfait | Levi Ackerman [editando]

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〖 𝓟𝓪𝓹𝓮𝓵 𝔂 𝓰𝓻𝓪𝓯𝓲𝓽𝓸〗

A dos semanas y media del estreno, Marcel me dijo que vio mi cara arriba de un anuncio en un taxi.

—Dije "yo conozco a esa chica " —entrecerró los ojos.

—Dios que vergüenza —coloqué mi mano en mi frente—... ¡mañana piensan poner un cartel con mi cara y la de Jean afuera del edificio!

—Ya sabemos quién se hará estúpidamente millonario y renunciara primero —reí —. Compraré un boleto.

Lo miré sorprendida.

—Marcel, ¿lo dices en serio?

—Sí, aunque quizás me duerma a la mitad de función —comenzó a carcajear.

—Ah, qué gran decepción Marcel, de verdad —negué con la cabeza.

—Asistiré y trataré de no hacerlo —continuamos comiendo—. Nos hace falta noche de tragos.

—Sí, lo haremos después de todo esto —contesté al pasar la comida.

...

El día siguiente, al término del ensayo, me dirigí a Auruo.

—Hola, Jean y yo... —pensé que lo teníamos harto de que tocara fuera de los horarios.

—Tengo que ver a alguien. Si es una hora después cuenten conmigo —comentó tomando las partituras.

—Oh, claro, te veo más tarde entonces, una hora después —confirmé y aceptó con un movimiento de cabeza.

Todos almorzamos en la cafetería y estaban muy emocionados por la presentación, pues cada vez faltaba menos. También me enteré de que justo un día antes Farlan e Isabel tenían su presentación en la otra academia de baile. Se notaban muy ansiosos por ese día.

Le platiqué a Jean sobre el cambio de hora con Aururo y me miró algo preocupado.

—¿Una hora después?

—Dijo que tenía que ver a alguien —alcé los hombros.

—No podré asistir hoy, lo siento —estaba confundida.

—Pero...

—Estarás bien sin mí. Le prometí a Sasha y a Nicolo asistir a su competencia de cocina.

No me había dicho nada de planes ese día, de haberlo sabido no hubiera sacado algún plan con Auruo. Le comenté que no se preocupara por ello y que disfrutará de la competencia. Seguimos comiendo y al terminar le pregunté a Historia sí quería ir conmigo al salón a practicar nuestro número.

—Oh —comenzó a jugar con sus dedos—, es que Ymir y yo quedamos en...

—No te preocupes —sonreí.

—Pero podemos hacerlo mañana, como ensayo nosotras dos —replicó mi acción.

Acepté y fui a alistarme para practicar. Me dirigí al salón minutos después.

Tarareaba una de las canciones que Marcel agrego al cassette que me dio de regalo. Comencé a calentar con los audífonos en mis oídos.

Auruo entró y quité la música.

—Veo que ya estás preparada.

—Quiero tener un buen avance hoy —respondí al levantarme del piso.

—¿Estás nerviosa por la presentación? —preguntó sacando las partituras de un maletín.

—No —seguro pudo notar la mentira, claro que lo estaba, lo que le seguía de nerviosa.