La luz que habita en ti [Dramione] TERMINADA

[25] Una Slytherin en problemas

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Una Slytherin en problemas

Draco miró a sus amigos de arriba a abajo, evaluando a cada uno de ellos en un silencioso análisis. Hermione también se detuvo a analizarlos. Ambos estaban excelentemente vestidos, algo que parecía ser también un requisito para ser un Slytherin. Si bien los dos se veían muy preocupados, el semblante de Theodore Nott estaba arrugado, mientras que Blaise los miraba de arriba a abajo sin nada de descripción.

— No nos querían decir donde era la guarida del famoso Potter. — comentó Blaise, dejándose caer en la silla que tenía al lado, lo que le valió una ceja alzada por parte de Hermione, dado su coraje — tuvimos que invadir.

— No es el mejor momento — espetó Draco con brusquedad, intercambiando una mirada intensa con Nott, que no se le pasó por alto a ninguno de los presentes.

— Es, justamente, el mejor momento — devolvió Nott, con ningún atisbo de duda. Él y Draco parecían dos duelistas habituales de miradas.

— Vinimos a ayudar a Pansy — declaró con soltura Blaise mirando a los presentes detenidamente. — A pesar de que no se ha difundido abiertamente su secuestro, nosotros ya lo sabemos. Pueden llamarnos chicos informados.

Draco y Theo resoplan al mismo tiempo. El morocho no les dio la menor atención.

— ¿Y se puede saber cómo pretenden ayudar? — inquirió Hermione, que más interesada con los tecnicismos de cómo habían llegado ahí, estaba en saber cómo creían poder ayudar cuando ellos mismos se encontraban en un verdadero callejón sin salidas.

— Mí querida Gryffindor, ¿Hermione, correcto? — indagó Blaise poniéndose en pie para deambular por la sala hasta pararse entre ella y Draco. — ¿Puedo llamarte Hermione?

— Al punto, Blaise — gruñó Draco con nada de paciencia.

— A lo que Blaise quiere llegar en algún punto de su parloteo incesante es al hechizo de sangre — explicó Theo con soltura.

De está vez fue el turno de Draco de alzar una ceja, pero negó con incredulidad.

— Eso no va a funcionar — devolvió con apuro y sin lugar a cuestionamientos.

— Tu escepticismo no me sorprende — soltó Blaise — él es así, incrédulo y hasta dogmático, pero ha cambiado mucho en los últimos años.

— Basta — gruñó Draco, que mal dormido sentía su paciencia agotarse un más rápido que habitualmente.

— Va a funcionar. Ya lo ha hecho antes — devolvió Theo, con la mirada fija en su amigo.

— ¿Alguno de los presentes pueden explicarme de qué están hablando? — inquirió un eufórico Harry.

El duelo de miradas entre Draco y Nott llegó a su fin cuando el último desvió el rostro con elegancia para fijar su atención en Harry. Para sorpresa de Hermione, Theo abrió una pequeña sonrisa.

— El hechizo de sangre es una tontería de niños. — explicó, haciendo a un lado su capa para sentarse cómodamente — Un hechizo que hicimos con Blaise, Draco, Pansy y yo, evidentemente. — continúo con descarada cortesía, que parecía enfurecer aún más a Draco — el hechizo tiene algunas ventajas, como saber si alguno de nosotros está herido, si ha muerto, o, en lo que nos sirve... saber dónde se encuentra alguno, por si se perdió, o en este caso, fue secuestrado.

— ¿Ese hechizo es fiable? — inquirió Hermione, ya sintiéndose animada con las posibilidades.

— Ya ha funcionado antes, cuando Draco estaba...