La luz que habita en ti [Dramione] TERMINADA

[45] Como ser una sangre pura de honor

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Como ser una sangre pura de honor

Las hojas sueltas de los árboles se movían de acuerdo al ritmo del viento, generando un remolino en el aire que Hermione observó por más tiempo del debido. Pero es que en realidad no quería mirar a lo que tenía ante ella, ni siquiera a las personas que estaban a su alrededor. Todo parecía cruel, y en cierto punto, falso. Tenía un nudo en la garganta y unas ganas constantes de llorar. Como si estuviera siempre por romper en lágrimas, pero sin lograr hacerlo. Era asfixiante. No sabía por qué se estaba conteniendo, o por qué no lograba seguir llorando como deseaba.

Harry dijo algo, parado frente a todos, su mirada triste, sus manos temblorosas como se solía poner cuando estaba nervioso y muy afectado. A decir, verdad Hermione no creyó que eso le fuera a afectar tanto, pero si miraba a los presentes, si se atrevía a hacerlo, todos se veían realmente tristes, y eso no parecía correcto.

Narcissa estaba sentada sobre una elegante silla que parecía completamente fuera de lugar en medio del pasto bien cortado y del cielo gris que parecía acompañar los acontecimientos. Pero la bruja se veía bien, más bien de lo que Hermione la había visto en las últimas semanas y eso no dejaba de desencajar. Quería preguntar qué era lo que se estaba perdiendo, y desvió el rostro para buscar a Pansy que estaba a su lado, pero en cuanto la vio, se arrepintió de habérselo preguntado. Pansy estaba llorando, desesperadamente, mientras se aferraba con fuerza innecesaria al pequeño cuerpo de su bebe recién nacido.

Hermione abrió la boca para decir algo pero balbuceo sin sentido cuando alguien más llamó su atención. Seamus estaba parado allí, su varita en su mano derecha apuntaba al suelo y no se veía realmente como una amenaza. Si bien Hermione nunca  había estado precisamente segura de que él estaba en la organización, al menos no por voluntad propia, no podía dejar de creer que no debería estar en el entierro de Draco.

Por que eso era lo que era y por eso tenía tantas ganas de llorar y correr con todos, que por alguna razón sentía que no deberían estar ahí. Esa constante y desesperante sensación de que esas personas y sus emociones no era completamente reales. Ella quería estar sola con él, sostenerle la mano por última vez y ver la mueca que hacía cuando algo le mostraba o la sonrisa que ponía cuando Hermione decía algo que solo ellos dos podrían entender.

Quiso moverse de donde estaba pero sus pasos no la llevaron a ningún lugar. Harry había dejado de hablar, y ahora Luna estaba ante todos diciendo algo que Hermione no había podido escuchar, porque su atención estaba en otra cosa. En el cielo que había cobrado un rayo de sol completamente anormal pero que solo ella parecía ver.

La bruja se volteo a Pansy de nuevo, quería corroborar que alguien más estaba viendo eso, pero en cuanto volteo el rostro la bruja a su lado no estaba más. Hermione alzó el rostro, buscando a Harry, él no debería estar lejos, pero el mago tampoco estaba. No había nadie mas a su alrededor. 

Hermione giró sobre sus talones mirando a su alrededor, tratando de identificar dónde estaban los otros, si se habían ido sin ella, pero no había nadie en ninguna parte. Lo que no le generó alivio, por más que eso hubiera querido en un principio. Pero en cuanto giró para mirar la tumba en donde descansaba Draco, y que tanto se había negado en mirar hace unos segundos, lo vio a él, sentado sobre el mármol frío, su mirada puesta en ella, una sonrisa suave y pequeña tirando de la comisura de sus labios.

— Te estaba esperando — dijo él, y extendió su mano.

Hermione hizo ademán de adelantarse los pasos que la separaban de él, pero entonces vio la piel traslúcida, demasiado blanca, demasiado transparente.