[44] Una mansión y una habitación

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Una mansión y una habitación


Hermione estiró su brazo y sostuvo la mano de Draco entre las suya, y sin decoro lo cinchó hacía ella. Draco pasó su mano libre por su cadera y la envolvió entre sus brazos junto a su cuerpo. La bruja había pasado el día entero deseando el reencuentro, deseando tenerlo entre sus brazos de nuevo. Poder sentir el perfume de su piel, y la calidez de su cuerpo contra el de ella. Draco la besó sin demoras, pareciendo tan necesitado como ella. No había ceremonias o pasos lentos. De algún modo ambos eran conscientes de que el tiempo no estaba a su favor, y aun sin hablarlo, había un acuerdo mudo de disfrutar cada segundo. A Hermione no le agradaba la idea, y estaba haciendo todo lo posible por encontrar una salida, pero no podía evitar disfrutar de cada momento porque no sabía cuando podría ser el último.

Aunque Draco se veía bien. Saludable y animado, con más energías de lo que lo había visto antes. Pero sabía que todo era solo una etapa. La calma antes de la tormenta, la dulce mejoría antes de la decadencia.

Draco se apartó solo lo suficiente para poder verla, y a pesar de que él se veía bien, había algo en su mirada que lo delataba.

— ¿Cómo fue con tu padre? — Hermione preguntó, sabiendo que lo que sea que le estaba preocupando venía por eso.

Draco suspiró, y se alejó aún más, reclinando su espalda en la pared del pasillo. Dado el poco espacio del lugar, aún estaban juntos lo suficiente para que Hermione pudiera estirar un brazo y rozar su mejilla. Y fue exactamente eso lo que hizo, rozó su mejilla y luego subió hacia su frente, donde una arruga de preocupación se había instalado y de donde no parecía dispuesta a salir. Draco cerró los ojos, disfrutando del masaje.

— ¿Fue tan malo? —  cuestionó la bruja, realmente preocupada. Pero él negó con la cabeza y abrió los ojo para mirarla.

— En realidad no — declaró, pero eso no era lo que se veía reflejado en su cuerpo, en su expresión — Lucius me dio una solución.

— ¿Una solución? — preguntó Hermione si logra seguirle el hilo. Draco suspiro, pero continuó hablando.

— San Mungo está buscando una propiedad para ampliar su espacio y sus cuidados. Al parecer han estado entrando buenos ingresos de donaciones luego de la guerra y hay más capacidad para capacitar a investigadores y ampliar áreas, como la psicológica que viene siendo muy importante en los últimos años, principalmente luego de la guerra.

Hermione había escuchado sobre eso y estaba gratamente sorprendida de que San Mungo estuviera dispuesto a apoyar la salud mental contratando a más sanadores mentales, y estaba al tanto también de que estaban financiando nuevos proyectos de investigaciones en enfermedades raras, así como aumentando la fabricación de pociones por ellos mismo, lo que solo podía dar en más contratación y en más personas beneficiadas. No estaba informada de que buscaban una nueva propiedad, pero ahora que Draco lo mencionaba no parecía tan fuera de la realidad. El hospital de San Mungo tenía años y estaba quedando chico. Si bien siempre podían ampliar mágicamente, aun necesitaban lugares verdes para incluir el ala psicológica, que bien como ya había mencionado Astoria que trabajaba ahí, era un espacio cerrado y chico.

— La mansión — soltó de golpe al comedor a donde Draco quería llegar. — Irás a vender la mansión.

Él asintió pero luego negó con la cabeza.

—No vender — explicó con calma — hacer una cuerdo, un negocio. La mansión a cambio del cuidado continuo, perpetuo, intensivo de mí madre. Eso y otras clausuras que pretendo adicionar. — comentó y Hermione no pudo notar como eso parecía un alivio pero también un dolor para él.

La luz que habita en ti [Dramione] TERMINADAWhere stories live. Discover now