[46] Legermancia

1K 112 67
                                    

[46]

Legermancia


Hacía casi tres horas que Harry los había llamado, y aún no habían logrado ver a Seamus, que estaba bajo custodia, pasando por exámenes físicos y mentales. Draco había caminado impacientemente por los fríos pasillos de abajo a arriba sin parar hasta que Pansy medio que lo obligó a quedarse quieto, solo para que él aludido le diera un gruñido antes de decirle a Hermione que iba a ir a entrenar, y desaparecer en los corredores a paso apresurado.

Pansy había alzando una ceja y murmurado algo sobre idiota intolerante y Harry había suspirado ruidosamente. Ninguno de ellos estaba conforme con la situación pero nadie se iría a casa. Hermione trató de convencer a Pansy a marcharse, dado su embarazo y que debía descansar y no estar bajo estrés, claro que de un modo muy sutil, pero al final la bruja se rindió cuando vio que la otra no iría a ningún lugar.

Pasó poco más de una hora cuando finalmente los autorizaron a hablar con el mago. Harry se levantó de un salto cuando el medimago autorizado del caso salió, y Pansy estaba a su lado en instantes.

— Iré a avisar a Draco — comentó Hermione mientras miraba a los dos — No demoró. Harry, contrólate, por favor — pidió, conociendo el carácter de su amigo y lo ansioso que estaba por tener bajo su varita al hombre que posiblemente había torturado a su novia y a su amiga. — Recuerda que luchó con nosotros en la guerra. Aún puede ser inocente.

— Lo encontraron cuando intentaba salir del país con una poción multijugos mal hecha, Granger. — retruco Pansy.

— Solo... hazlo con calma. — pidió la bruja, dirigiéndose a su amigo que asintió con la cabeza, sus ojos verdes de un brillo amenazante que le recordaba a Hermione el tiempo de la guerra. — Voy por Draco.

Draco estaba transpirando. Más una vez, hacía uso de los aparatos muggles y dejaba todo en ellos. Levantaba barras de peso y máquinas que hacían su cuerpo entero trabajar, tanto brazos, como hombros y piernas, algo que Hermione claramente podría sentarse a admirar si no fuera por el hecho de que en realidad había un caso esperando por ellos. Por lo que entró en el lugar sorprendentemente vacío y se dirigió a Draco.

— Draco... — se detuvo en seco cuando vio la forma en que la musculosa que estaba usando se adhería a su cuerpo. Había dejado de lado las túnicas y la ropa elegante por algo más deportivo. — Están... Está Seamus libre para interrogar. — hablo así que logró procesar lo que en realidad estaba queriendo decir y trato de mirar solo a los ojos del mago, que pese a la situación, la miraban con cierta picardía.

—¿Te gusta lo que ves, Granger? — él preguntó, saliéndose completamente del tema.

— Amhh.. el caso, quiero decir, si, claro, pero el caso... — balbuceo, peleando con sus hormonas.

— El caso puede esperar.

Antes de que Hermione pudiera procesar lo que estaba por hacer, Draco la jaló del brazo con suficiente fuerza para que ella impactará en su cuerpo. Sus labios muy cerca, la respiración de él en la suya, y podía sentir perfectamente el cuerpo del mago contra el suyo, lo que podía decir que no era para nada desagradable.

— ¿Qué haces? — preguntó Hermione, esforzándose por funcionar de modo racional y no dejarse ganar por el calor del momento.

— Quiero seguir lo que tuvimos que interrumpir en la biblioteca — susurró él, muy cerca de su oído izquierdo, tanto que le dio un escalofrío en todo el cuerpo a la bruja.

— Este no es...

Draco la besó, suavemente, saboreando y delineando sus labios, probando y degustando su boca, su lengua, su sabor. Fue un beso suave pero sumamente abrasador. Hermione nunca terminó de hablar, no importaba más lo que fuera que iba a decir, en su lugar, se perdió en los labios del mago, y en sus brazos que estaban, de repente, por todas partes. Draco la empujó sobre una máquina y Hermione se sostuvo de lo que pudo para no caer. El rubio interrumpió el beso para acomodar sus manos, una a cada lado, y luego sus piernas, abiertas, medio suspendidas.

La luz que habita en ti [Dramione] TERMINADAOnde histórias criam vida. Descubra agora