La luz que habita en ti [Dramione] TERMINADA

[56] Rosa roja

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Rosa roja

Astoria estaba sentada en una silla en medio de la habitación, tan cómoda como inquieta. Mientras su hermana, Daphne, intentaba, sin éxitos, maquillarla, ya que la novia no dejaba de moverse. Hermione permanecía sentada al lado de Ginny, amabas evaluando el intercambio sin decir nada.

— Si no te quedas quieta, parecerás un payaso — comentó Daphne, que ya estaba perdiendo la paciencia, por lo que Hermione podía decir.

— Si me haces parecer un payaso te arrancó la cabeza — amenazó la aludida, su tono histérico.

— Será solo tu culpa, que te mueves como si tuvieras pulgas en el cuerpo — espetó la otra, dejando el pincel con el que intentaba difuminar los ojos de su hermana.

—¡Estoy nerviosa! — exclamó Astoria, alzando sus manos y dejándolas caer en un gesto dramático — No es todos los días que uno se casa y que...

Hermione ladeó la cabeza, advirtiendo de que mantuviera su boca cerrada, y ella se detuvo de golpe. Suspiro aún más dramáticamente.

— ... y que es uno de los días más importantes de mí vida — concluyó, tratando de mantenerse firme en su lugar.

— No veo cómo casarte con un Weasley puede ser el día más feliz de tu vida — comentó Daphne, por lo bajo, pero así como Hermione, Ginny la escuchó muy bien.

— ¿Tienes algún problema, Greenglass? — preguntó la bruja, poniéndose en pie de un salto y solo no acercándose más porque Hermione la sostuvo desde la muñeca — Puedes irte ahora si no te gusta donde estás. — espetó.

— Es justo lo que deseo — devolvió la bruja, largando las cosas que estaba usando para maquillar a Astoria y preparándose para salir de la habitación.

— ¡Merlín! — exclamó Astoria, poniéndose en pie — ¿Puede reinar la paz por un día? Eso es todo lo que pido. Tienes que terminar de maquillarme. — Astoria miró a su hermana, entre exigente y suplicante, cinchado de ella de nuevo hacía la tarea.

— ¡Fue ella quien comenzó! — espetó Daphne apuntando a Ginny.

— ¡Tú comenzaste! — devolvió la aludida, elevando su tono.

— Ginny, ¿me puedes acompañar? — pidió Hermione, notando que no había forma de que ambas estuvieran en la misma habitación sin discutir — Necesito ver que todo va en orden con los preparativos.

Ginny dudó, miró a Daphne, como esperando que está dijera algo más, y luego a Hermione, que afirmó mínimamente con la cabeza. Ginny se adelantó y cruzó la puerta, Hermione se despidió de Astoria y siguió a su amiga fuera de la sala.

— Es mí casa, quien debe irse es ella — reclamó la colorada.

— Es la boda de Astoria con tu hermano. Tiene derecho a estar aquí. —comentó Hermione, mientras la seguía por las escaleras, sin querer entrar en detalles de cómo Daphne era la única pariente de Astoria que iba a asistir a la boda.

— Es de Daphne de quien estoy hablando. Es muy molesta — comentó la otra, pero se detuvo cerca de uno de las mesas internas que estaban adornadas y repletas de comidas — Es difícil ver cómo es que son hermanas, siendo tan diferentes.

— Por fortuna, la que se casa con George es Astoria y no Daphne — Hermione no pudo evitar sonreír ante la mueca de Ginny.

— En eso tienes razón — estuvo de acuerdo la otra. — Creo que estaría planeando el divorsio de mi hermano si fuera con esa bruja con quien se fuera a casar. Además, no creo que esa bruja soporte las órdenes de mamá por más de dos segundos.