[58] Madre

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Madre


— Astoria... — susurro Hermione, visualizando la última imagen de la feliz pareja que había tenido, sintiendo miedo por ellos. — Tenemos que...

No alcanzó a terminar de hablar cuando el rubio ya estaba corriendo por la sala, atravesándola con su varita erguida en el aire. Hermione lo imitó, transfigurando sus tacos en algo más cómodo antes de salir corriendo. Lo alcanzó justo cuando la carpa, que antes había sido escenario de fiesta, comenzaba a prenderse fuego, con agujeros de fuego laminando sus partes, con llamas alzándose hacia el cielo ferozmente. Las personas corrían en todas direcciones, tratando de protegerse y de poner distancia con el inminente desastre.

Hermione también corrió, haciendo a un lado las personas, desesperada por encontrar a Astoria, o a Harry. Cualquiera que la pudiera orientar con respecto a que estaba sucediendo. Casi se cae al suelo cuando alguien la golpeó con fuerza en el desespero por huir de la escena, pero fuertes manos la sostuvieron en su lugar antes de que su desequilibrio momentáneo la llevara al suelo. 

— Theo... — dijo cuando su mirada se encontró con la del mago. Él estaba asustado, alarmado como todos los demás.

— La tienda comenzó a prenderse fuego, fue completamente inesperado — explicó, las palabras apresuradas y torpes. Theo no estaba para andar al tanto del plan y en cierto punto Hermione se preguntó si eso no habría sido un error.

— ¿Dónde está Astoria? — preguntó Draco, llegando junto a ellos. Theo lo miró por unos segundos, como si demorara en comprender que estaba sucediendo, hasta que pareció recordar cómo usar las palabras.

— No sé, — dijo, para disgusto de Hermione — la última vez que la vi estaba en el centro bailando con el chico Weasley. En realidad fue justo donde cayó la primera bola de fuego.

— ¿Bola de fuego? — Hermione preguntó, ahora realmente alarmada, mirando a su alrededor, a todos correr en pánico, tratando, en vano, de detectar a Astoria.

— Enormes bolas de fuego comenzaron a caer de varias partes — explicó Theo. — Todos corrimos, pero no se a donde se fue. Necesito encontrar a Blaise, estaba bailando con Luna... Draco, tienes que encontrarlo.

— Tienes que ayudarnos — dijo Hermione, agarrando al mago por los hombros — eres médico. Si hay heridos, tienes que atenderlos.

— Bien, bien — devolvió el mago, pero se quedó clavado en el suelo hasta que Draco le dio un empujón que lo devolvió a la realidad y lo envió corriendo por el lugar. Hermione escuchó sus gritos, mientras por su mente pasaba que eso no había sido precisamente lo que habían planeado.

— Hay que llamar a los aurores — esto ella, mientras corría por el lugar con Draco a su lado siguiendo el ritmo.

— Hazlo — orientó el mago — yo buscaré dentro.

Y sin agregar nada más, el rubio apuró el paso y entró a la carpa que comenzaba a desmoronarse. Hermione se detuvo considerando que hacer, y se debatió internamente con correr detrás de Draco, pero luego se decidió por primero enviar un patronus a los aurores que estaban esperando cualquier señal de ellos para entrar en acción. Los que habían encubiertos no eran muchos y no serían suficiente para está situación.

Luego de haber enviado en mensaje volvió a retomar el paso y se adentro en la carpa para descubrir que el fuego había destruido casi todo. Poco quedaba de los hermosos adornos, de los manteles decorados por Luna y de las copas que se sirven solas. Las pocas que se habían mantenido en pie estaban llenas, pero no había nadie dispuesto a beberlas mientras todos corrían de lado a lado. Hermione alentó a unos magos y a unas brujas a salir de la tienda mientras se protegía del fuego con un hechizo de escudo para avanzar dentro y buscar entre los que aún estaban. No había señales de Harry o de Pansy, lo que no podía significar nada bueno.

La luz que habita en ti [Dramione] TERMINADAWhere stories live. Discover now