La luz que habita en ti [Dramione] TERMINADA

[35]Un dragón herido

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Un dragón herido

Draco estaba jadeando a unos pasos de distancia, y Hermione no podía hacer nada. La tortura había cesado hace menos de diez minutos, pero él continuaba ligeramente inconsciente, sus brazos estirados hacía arriba, los músculos tensos en su cuerpo, su expresión de dolor puro. También había lágrimas en los ojos de Hermione mientras temblaba en su silla, a pesar de la hoguera que los secuestradores habían comenzado a armar.

— bájenlo, quiero probar algo. — el hombre sin máscaras había ordenado y los demás no demoraron en obedecer. Siguieron sus instrucciones con precisión y rapidez, bajando a Draco, que con un fuerte estruendo cayó al suelo. Su cuerpo entero golpeó el piso, nadie lo sostuvo y nadie tuvo delicadeza al momento de levantarlo y arrastrarlo hasta la silla que estaba frente a Hermione.

Enderezaron la silla caída y empujaron el cuerpo de Draco a está, para enseguida atarlo en las muñecas y los tobillos, aunque Hermione dudaba que él pudiera reaccionar de todos modos. Se veía demasiado pálido, demasiado perdido. Hermione se removió en su lugar, más una vez, en un vano y fracasado intento por salirse de su lugar y llegar hasta él. Gritó su nombre, que salió entrecortado y para nada nítido por entre la tela que aún tenía en su boca. Nadie reaccionó a sus súplicas.

— Siempre tuve curiosidad — el hombre comenzó a pasearse por el lugar, lo que lograba darle nauseas a Hermione. No podía verlo sentado cerca de ella pero mucho menos caminando por el ambiente y hablando lo que parecía ser monólogos entretenidos para él, y eternos para los demás. — la marca que tienes en tu brazo, he oído historias y he leído libros... Granger, tú también, después de todo, eres la más inteligente de tu generación, tienes que saber de lo que estoy hablando.

A Hermione no se le pasó por alto la mención, ¿Quién le contó? no pudo evitar mirar a los otros presentes, intentando descubrir alguna familiaridad en ellos, pero con las máscaras que llevaba era difícil de saber. Aunque sabía que eran magos, se seguía preguntando por qué no usaban glamur, o la poción multijuego. Eso era lo que la mantenía cuerda en ese lugar, intentar descifrarlos y ganar la mayor cantidad de información posible. 

El lugar parecía ser alto, desde las ventanas que estaba a unos diez pasos de distancia se veía solo el cielo, pero podía ser solo un segundo piso. No se escuchaba tránsito a lo lejos, por lo que podría ser una fábrica alejada de la ciudad, podría ser tantos lugares que hasta miedo tenía de averiguar. Pero había algunas respuestas si prestaba atención al ambiente. Una bañera antigua, de patas doradas y grande, cargada desde donde podía ver, con agua hasta el borde, que ella  realmente se preguntó para qué estaba ahí. No era precisamente un baño, pero la bañera estaba en una esquina, y a un lado había un par de sillas abarrotadas, como si hubiera sido colocadas ahí con apuro para abrir espacio. Las dos puertas que daba Merlín sabía a dónde, y la puerta de doble hoja por la que ellos transitaban. La hoguera que habían formado sobre el suelo era con maderas bien cortadas, como si eso hubiera sido premeditado, pero algo le decía que no podía ser solo para darles calor en un día de invierno. 

Sabía que no estaba en el mismo lugar que Pansy había estado. No era el mismo lugar. Pero aún así, deseo que lo fuera, al menos sabía que Harry buscaría ahí.

— Dicen que se regenera, ¿es verdad? — la pregunta fue dirigida a Draco, que comenzaba a despertar, su cabeza colgaba mismo cuando él se empeñaba en levantarla.

— Púdrete — escupió las palabras casi que con dificultad y en tono bajo, pero que no pasó desapercibido a los oídos de los presentes.

— Ya veremos — dijo el hombre, y extrajo de sobre una mesa de metal una daga que movió de lado a lado, jugando con ellas entre sus dedos. Hermione se dio cuenta con horror que era la de Bellatrix. — estoy deseando tener un mortifago real, no solo un descendiente de la escoria, sino uno real para poder probar la teoría ¿te importaría? — hizo un ademán hacía el brazo de Draco, pero no espero respuesta — estoy seguro de que no.