La luz que habita en ti [Dramione] TERMINADA

[52] La verdad por detrás de la mentira

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La verdad por detrás de la mentira

No llevo mucho tiempo hasta que la habitación de Hermione estuviera rodeada de gente. Sus amigos se amontonaban en el lugar, empujándose unos sobre otros para poder verla. Draco se había hecho a un lado, aún sintiendo el peso de la responsabilidad de lo que había sucedido. Ella lo miraba cada tanto, sus ojos buscando entre la multitud, y parecía realmente calmarse cuando lo veía todavía ahí. Draco le sonreía, una sonrisa fácil y suave, pero que estaba seguro no llegaba a sus ojos. Estaba preocupado. Sabía que una vez que comenzará con ese tratamiento las cosas se desmoronarían rápido, y el tiempo se le escurriría de las manos. Por más importante que fuera Hermione para él, también lo era la organización. Tenía que detenerlos, como un modo de demostrarle al mundo que los Malfoy no eran del todo malos y no habían hecho todo mal.

— Estoy bien — susurró Pansy. Potter no parecía conforme con su respuesta, por lo que volvió a insistir justo cuando todos hicieron silencio, por lo que su voz hizo eco por el lugar.

Hermione alzó una ceja, la curiosidad ya muy presente en ella.

— ¿Qué sucede? — quiso saber. Potter y Pansy intercambiaron unas miradas en silencio hasta que la bruja suspiro.

— Pansy se indispuso, pero ya está bien — comentó Potter, no pareciendo muy seguro en la última parte.

— Oh, Dios mío, Pansy. ¿Está todo bien con... contigo? — indagó Hermione, sentándose aún más en la cama y alzando la mano para tomar la de la bruja que sonrió ante el gesto.

—Estoy bien — afirmó con una sonrisa fuerte. — Harry solo es exagerado. — comentó dándole una mirada de reojo a su novio. Pansy miró de nuevo a Hermione y las dos se mantuvieron la mirada por más tiempo del necesario, algo que llamó la atención de Draco, pero no tuvo tiempo de indagar sobre eso cuando Astoria dio un paso hacia el centro de la sala y llamó la atención de los presentes.

— Queríamos comentarles algo — estiró la mano y el Weasley presente la tomó. Los dos se miraron, intercambiaron miradas y sonrisas. La sala se mantuvo en silencio; todos a espera de lo que fuera que ellos iban a decir y que ya habían hecho amague de contar dos veces. — Nos vamos a casar — anunció Astoria, con una amplia sonrisa en su rostro.

Por unos segundos Draco dudó, mirando a su amiga y le llevó unos segundos caer en la cuenta de con quién se iba a casar. No estaba precisamente sorprendido, dado que ya había visto indicios de que algo estaba sucediendo entre ella y el chico Weasley, pero de todos modos no era una noticia que se esperaba recibir. Cuando pareció comprender el anuncio que se había hecho, más de la mitad de los presentes ya habían saludado a los novios. La chica Weasley parecía estar muy feliz por su hermano y por Astoria. Potter y Pansy ya los habían abrazado y anunciado su felicidad. Theo y Blaise parecían tan sorprendidos con la noticia como Draco, pero mostraron su educación y los saludaron cortésmente. Luna estaba divagando sobre la mejor fecha del año para casarse bajo el brillo de la luna y la constelación de marte.

— Nos vamos a casar el mes que viene — comentó el colorado, sonriendo de oreja a oreja cuando Potter palmo su espalda — será en casa de mis padres y están todos invitados.

La sala entera festejó la elección y Hermione esperó hasta que ellos se acercaran para abrazarlos y felicitarlos, mostrándose muy entusiasmada con el suceso. Siguieron todos hablando con entusiasmo sobre los acontecimientos, sobre cómo iba a ser planeado todo. Hasta que lentamente comenzaron a irse. Draco supuso que la hora de visita ya había terminado hace mucho, pero también supuso que esas reglas triviales no se imponían a dos de los tres integrantes del trío de oro. Theo fue el primero en marcharse, alegando que mañana tenía unas cirugías a temprana hora. Ginny lo siguió, hablando de su práctica y Blaise se marchó con Luna. Harry y Pansy hicieron ademán de marcharse pero Draco se les adelantó.