La luz que habita en ti [Dramione] TERMINADA

[34] ¿Serás tan heroína hoy?

Respiren, POR FAVOR, respiren. 

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¿Serás tan heroína hoy?

Hermione entró en el ministerio con resolución esa mañana. Estaba con las ideas más claras y sabía lo que iba a hacer y lo que iba a decir. Había pasado prácticamente toda la noche en claro, hasta que se dio cuenta que no podía seguir así y se había bebido un poco de la poción de sueño sin sueños. La necesidad de estar con la mente clara era prioridad para poder hacer frente al enfrentamiento que se venía.

Dejó que sus pasos le guiarán por el camino que ya conocía de memoria, evadiendo por completo las miradas de los otros, y respondiendo de forma educada a los comentarios que se le hacían. No demoró mucho en entrar en su planta, y casi que con sobresalto encontró a Harry. El mago dobló en un esquina, y Hermione que no se lo esperaba, dio un salto para atrás, tratando de evitar el golpe.

— ¡ah, Hermione! — exclamó el joven, arreglándose los anteojos sobre el puente de la nariz. — Que bueno que ya estes por acá.

Hermione lo miró intrigada, después de todo recién estaba marcando las nueve en el reloj de la pared, pero era cierto que no se había topado con Harry y con Pansy en el desayuno, aunque pensó que estos le estaban dando su espacio. Al parecer estaba equivocada.

— Veo que me atrase — declaró, mirando a su alrededor y viendo todo funcionar con fervor.

— En realidad, de estar aquí quizá podrías haber evitado algo... — comentó el mago, su semblante arrugado. — Draco ha salido con Pansy en búsqueda de un objeto oscuro.

— ¡¿qué?! — exclamó, sin poder evitar su tono elevado y el pánico reflejado en su rostro. — Pensé que habíamos estado de acuerdo en que no lo haría más.

— Así es, pero también estuvimos de acuerdo en esperar a que hablaras con él, y no podíamos hacer mucho sin delatar nuestro conocimiento. Pansy ha ido con él — contó, como si eso fuera a aliviarla, lo que ciertamente no lo hizo.

— ¿a dónde fue? — cuestionó, pero no espero su respuesta antes agregar: — iremos.

Los dos comenzaron a caminar a la sala de apariciones, Hermione con pasos tan rápidos que su amigo trataba de seguir mientras evitaba que la pila de pergaminos que llevaba en la mano se volara.

— Londres muggle. — comentó al recibir la mirada de su amiga — es solo una pista de un objeto oscuro por parte de un mago.

— ¿puede ser una trampa? — cuestionó a su vez la bruja mientras evitaba golpear con una señora que se adelantó de golpe.

— No. — respondió con firmeza su amigo. — De todos modos, Draco ya tiene el rastreo. Fue colocado está mañana.

Eso la hizo detenerse y voltear para mirar a Harry en búsqueda de más información. El mago se apresuró a dejar la pila de papeles sobre una mesa que estaba cerca y procedió a contar los detalles.

— Ayer logramos encontrar un modo — explicó. — el encargado de seguridad y de tecnologías mágicas encontró una forma... Es una especie de mini rastreo insertado bajo la piel de Draco. Indoloro, y para nada perceptible. Una vez pase todo esto se removerá sin mayores daños. — contó, y luego extrajo su varita. — Su ubicación está conectada con mí varita, la tuya y la de Pansy.

Harry hizo un ademán demostrativo, moviendo su mano de cierto modo que la varita dibujó un patrón en el aire, en segundos una imagen mágica se proyectó ante ellos, y era la dirección de Draco, que tan solo era un punto plateado que se movía por entre cuadras.