La luz que habita en ti [Dramione] TERMINADA

[28] Una visita molesta y una solicitud inesperada

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Una visita molesta y una solicitud inesperada

El rubio se apareció en la mansión que siempre estuvo abierta para recibirlo, y por una fracción de segundos deseó que Nott le hubiera bloqueado la entrada pero no pudo evitar sonreír ante la petulancia del joven mago. Actuaba como si en realidad no le importara lo que había hecho o las consecuencias de esto. 

En segundos estuvo en el hall de la entrada, y rugió el nombre de su némesis con toda la fuerza que sus cuerdas vocales le permitieron. En segundos un elfo doméstico se materializó ante Draco.

— Señor Malfoy... — canturreo la criatura apretando entre sus dedos la tela de su ropa — ¿Cómo Maty puede ayudarlo?

— ¡¿Dónde está?! — volvió a gruñir, de está vez encarando la inocente criatura que le miro con los ojos aún mas abiertos de lo normal.

— El maestro Nott se encuentra en su escritorio, dijo que precisaba un momento...

Antes de que la pequeña criatura terminara de hablar Draco ya estaba dando grandes zancadas por la casa, subiendo de tres en tres los peldaños de la escalera de mármol y doblando en las esquinas adecuadas que sabía lo llevarian directo a la guarida del hombre. En cuanto estuvo ante la lujosa puerta de dos hojas con su fina madera más vieja que su existencia en la tierra, Draco no dudo siquiera un momento antes de empujarla con todas sus fuerzas e invadir el lugar.

— Malfoy... — saludo Nott, teniendo la audacia de parecer visiblemente sorprendido con su presencia, mientras dejaba a medio tomar un vaso de whisky. — ¡Qué sorpresa!

Draco no lo dejó seguir hablando, no lo dejó seguir actuando como si en realidad no esperase que esto iba a suceder. Antes de que el mago pudiera reacciona Draco levantó su varita y le envió una maldición no verbal, que Theo, muy sabiamente, no se detuvo a averiguar de cuál se trataba, sino que se hizo a un lado en un fuerte salto que lo revolcó por el suelo y desde esa infame posición, le dedicó una mirada fulminante a Draco.

— Ya veo que te enteraste... — resmungó con petulancia alzando su varita en modo de defensa pero sin parecer realmente capaz de usarla — hablemos de esto...

Draco le lanzó otro hechizo, que el mago evitó con un escudo rápido y potente.

— ¡No quiero hablar, maldito traidor! — escupió el rubio mientras soltaba una serie de hechizos, uno tras otro, que Nott bloqueaba con agilidad de alguien preparado en duelo. — ¡Maldito idiota! — la furia de Draco solo iba en aumento a medida que el otro lograba evitarlo — ¿Quién te crees que eres para actuar a mí espalda?! — no estaba hablando, sus palabras no eran más que gritos desenfrenados, eufóricos, consumidos por la rabia. — ¡Eres un bastardo arrogante!

— Solo... — Theo se protegió de un hechizo — ... hablemos... — lanzó un nuevo escudo protector que bloqueó el ataque del otro— ... por unos segundos... — con un giro dramático fue a parar al otro lado de la sala. — ¡Draco!

El mago tuvo el descaro de enviarle un hechizo que Draco bloqueo con un escudo ni la mitad de bueno y resistente que el de su anfitrión, pero no se detuvo a pensar en eso, sino que de nuevo atacó, sin piedad.

— ¡No tiene idea de lo que hiciste! ¡No deberías haberte metido en donde no te llamaron! — gruño con fuerza mientras provocaba que todos los libros de la estantería cayeran arriba de Theo, que desprevenido mal tuvo tiempo de protegerse con una mano antes de quedar aplastado por varios pesados tomos y ver su varita deslizarse de su mano y extenderse a varios pasos de distancia.