PRÓLOGO

14.6K 596 131
                                    

Mi cabeza ardía. Mis ojos dolían. Mi cuerpo temblaba. No podía hacerlo. La pistola que estaba frente a mí era la única salida para que toda aquella pesadilla terminase de una vez. Pero... no me podía disparar la persona que se encontraba frente a mí, ¿verdad?

—Hazlo.

Volkov me miraba, expectante, con sus ojos grises ya más rojos que el puro fuego debido a la droga. Su pelo rubio platino se le pegaba a la frente y sobre sus ojos por todo el calor que hacía en la habitación. La tensión era palpable, el miedo era irremediable y la tristeza invadía tanto mi cuerpo como el de mi alma gemela.

—Hazlo. —Repitió Volkov—. ¡Ya!

El grito casi provoca que el arme se disparase justo en el centro de mi frente. Leone me miraba decidido. No tenía miedo, yo lo sabía. Su enemigo bebía vasos y vasos de whisky como si de un refresco se tratase. Los ojos de Leone me miraban sin embargo con calma, temple, sosiego... Mis manos sudaban atadas a la espalda de la silla. Por otro lado, el pecho del hombre que estaba delante de mí subía y bajaba con una calma impresionante.

Quizás... no le importaba acabar con mi vida.

—Leone... hazlo.

Sus ojos cambiaron de la calma a la sorpresa. Se abrieron de par en par sin creer lo que dije hace menos de un segundo. Él no quería matarme, lo sé. Mi padre le metió ideas equívocas en la cabeza. Ser la persona más importante de la mafia italiana conlleva riesgos. Conlleva conversaciones que pueden terminar dando un giro de ciento ochenta grados, capaz de cambiar toda una vida en un solo segundo.

—No... —Leone negaba con la cabeza todo el tiempo—. No puedo dispararte, amore (amor).

Leone... por favor...

—Siempre fuiste un cobarde, Caruso. ¿Este es el jefe de la mafia italiana? ¿El famoso Don? ¿El famoso "Diablo"?

—Por supuesto que sí. —Dije yo, armada de valor. Volví a mirar a Leone—. Dispara.

—¡Dispara!

De pronto, el ruido de un arma en acción se hace presente en el lugar. Mis ojos se cierran con fuerza automáticamente, esperando el golpe.

—¡No!

Es lo último que escuché antes de ver todo de color negro. ¿Es así como acaba todo? ¿Es así como terminaría mi vida?

¿Sin mi familia? ¿Sin Leone?

LEONE CARUSO ©Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang