Capítulo 15: Vampiros y licántropos

1.3K 130 16
                                    

—Era algo tipo: non... andare a cacha de que no tadiche.

—Si sacas tu cabeza de debajo de la almohada tal vez pueda hasta entenderte, Bibi. —Nur quita la almohada de mi cara y me deja al descubierto.

—Es que no me acuerdo bien. Lo primero que dijo fue algo así: non andar a cacha de que tadiche.

—Vale... ¿Puede que dijese: non andare a caccia?

—Mmm... sí. Algo así. Non andare a cacha. ¿Eso qué es? ¿A casa? ¿Que no vaya a casa? —me tenso.

—No tiene sentido, Bibi. ¿Gus le va a decir a Thomas James que no vaya a cazar?

—Que no vaya a ¿qué? —pregunto a Nur incrédula mientras me incorporo en la cama.

—Bibi, eso no tiene ningún sentido —añade Candela sentada a los pies de mi cama.

—Prueba a intentarlo de nuevo... —dice Carlos apoyado en la ventana.

—Era... puff... Es que no me acuerdo bien. Era eso... Non andare a cacha dicho que no se te ha diche.

—¿Cómo?, ¿cómo? Repítelo. —Nur intenta entenderme, pero sé que es demasiado complicado reproducir las palabras de Gus.

—Non andare a cacha dicho que no se te ha diche —lo pronuncio muchísimo más lento para que Nur lo entienda bien. Pone caras extrañas y luego acaba diciendo:

—¿Non andare a caccia di ciò che non ti si addice?

—¡Eso! ¡Dijo justo eso! —Doy una palmada sonora.

Nur comienza a reírse y el resto nos quedamos perplejos esperando a que ella responda con la traducción.

—Aquí el musculitos guapo le ha dicho al italiani vampiri que no vaya a la caza de lo que no le conviene.

—A la caza ¿de qué? —preguntó extrañada.

—De ti, supongo —desvela Candela.

—¿De mí? —dudo de ello.

—O tal vez de los Juegos Olímpicos. —Carlos muestra un poco de razón frente a toda esta locura.

—Claro. Será eso... —añado yo.

—¿Qué más te dijo? —pregunta Nur.

—Thomas le respondió y le dijo... Le dijo algo de un apartamento.

—¿De un apartamento? —frunce el ceño Nur.

—¡Cómo está esta chica entre casas y apartamentos...! Bibi, suerte que no traduces del italiano. Esto parece una inmobiliaria. —Suelta por su boca Candela casi sin coger aire.

Le hago un gesto para que me deje pensar tranquila.

—Decía que no sabía qué apartamento.

—¿Non so quale appartamento sia?

—¡No! ¡No! Nada eso... Dijo: non sapevo que apartanase a te. Algo así.

—Apartamento —pronuncia Nur mientras se carcajea—. Me vas a matar un día de estos, Bibi. Eres una chica rarísima.

Nur me dice que soy una chica rarísima y yo me acuerdo de las palabras que Gus acaba de decirme hace un rato antes de subirme a la habitación: «chica rara». Se despidió de mí diciendo que soy una chica rara. Si todos lo piensan, tal vez lo sea. Yo no me considero tan rara o extraña. Pero parece que todos tienen claro mis adjetivos calificativos.

—¿Lo que dijo Thomas fue: non sapevo che appartenesse a te?

—Sí. Eso. Eso dijo.

—Bien. Pues la traducción sería como: no sabía que te pertenecía.

Un amor de alturaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora