Me convertí en una bestia espiritual y abracé el muslo equivocado

Capítulo 98

Epílogo

    Un mes después, Mu Lin y Xu Feng regresaron al Pico Wan Jian.

    La Espada Destino del Cielo viajaba constantemente a través de las nubes, y desde lo alto, miles de montañas se alzaban entre el cielo y la tierra como incontables espadas desenvainadas. Las montañas están bañadas de verdor, o denso verde, y ondulan con las nubes flotantes hacía el cielo.

    El sol brilla intensamente y la brisa es cálida. No hay niebla en las montañas, ni un atisbo de penumbra. Tomados de la mano, los dos descienden.

    Cuando están a un pie del suelo, con los dedos de los pies, aterrizan con elegancia. Con un destello de luz blanca, la Espada Destino del Cielo se encogió automáticamente y voló de vuelta a la palma de Mu Lin. Mu Lin dijo: "A'Feng".

    Xu Feng: "Mmm."

    Girando suavemente la perla negra de su muñeca, Xu Feng alargó la mano y sacó una jarra de vino y una espada de su semilla de mostaza.

    Mu Lin tomó el vino y lo puso en el suelo con una reverencia. Él y Xu Feng se arrodillaron, con su larga cabellera cayéndole a los pies.

    La jarra de porcelana negra estaba sellada con arcilla y tela de aceite, pero aun así, un aroma embriagador se derramaba de la boca de la jarra. Mu Lin respiró hondo y agarró la mano de Xu Feng, presionando su palma contra el dorso de su mano, frotando la piel de su palma sobre ella, y lentamente juntó sus cinco dedos, introduciéndolos en el hueco entre sus dedos.

    Xu Feng: "A'Lin"

    Al momento siguiente, como por arte de magia, sintió algo extra en el dorso de su mano.

    Estaba envuelto en tela y era un poco duro.

    Los ojos de Xu Feng se abrieron ligeramente: "¿Qué es esto?"

    Mu Lin dijo: "Semillas".

    Retiró la mano y colocó la bolsita en la palma de Xu Feng. Era pequeña, no pesaba, y la tela de seda era plateada con un dibujo floral acuoso. Xu Feng extendió la mano, desató los lazos rojos y vertió las semillas de la bolsa perfumada en la palma de su mano.

    "¿Son semillas de durazno?", preguntó Xu Feng.

    Mu Lin: "Sí."

    Al responder, el joven giró la palma hacía arriba y levantó lentamente la mano. Al hacerlo, la Espada Vida Flotante quedó suspendida en el aire, con la punta hacía abajo, volando cada vez más alto.

    Mu Lin curvó los labios en una sonrisa: "A'Feng, así es más rápido".

    Cuando terminó, el viento de la espada silbó, fue como una lluvia de luz, innumerables rayos de espada blancos brillantes salieron disparados de debajo de la Espada Vida Flotante, dispersándose en todas direcciones y el sonido de romper la tierra se escuchó uno tras otro. Mientras las luces de la espada se estrellaban contra el suelo, como si una mano invisible hubiera surcado la tierra, docenas de hoyos poco profundos aparecieron en este espacio abierto frente a ellos, cada uno separado por unos pocos pies y ordenados en filas.

   Mu Lin miró a Xu Feng: "A'Feng".

   Xu Feng asintió con la cabeza. Levantó la mano y las semillas salieron volando una tras otra, aterrizando con precisión en los hoyos de la tierra.

    Había exactamente una en cada hoyo. Empezando por el hoyo más cercano, Mu Lin y Xu Feng recogieron la tierra por turnos, usando su energía espiritual para cubrir completamente las semillas en pequeños montículos de tierra. Después, sacaron una botella de porcelana de la semilla de mostaza, que contenía una cantidad inagotable de agua espiritual de manantial.