En una historia hay muchas vertientes. El malo intenta tapar la verdad, el inocente no sabe lo que sucede y el verdugo ve todo en silencio esperando su momento para atacar.
Las historias comúnmente están mal contadas, cada quien tiene una versión d...
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Al día siguiente me pongo en contacto con el Pakhan para mencionarle que voy a ir a visitarlo, acepta sin problema alguno así que preparo todo para salir está misma noche si es posible.
Hago la maleta de Alana con poca ropa ya que ella tiene ropa allá, también hago mi maleta y recojo los nuevos planos que tengo para terminar. El explosivo de Gina fue entregada por uno de mis guardias mientras yo estaba en Brasil así que ya no tengo nada que ver con esos alemanes.
Agarro al robot sacándolo de su caja, y cambiandola a una ropa más abrigada para que sus sistemas no vayan a fallar por el frío extremo. Cuando la enciendo inmediatamente se conecta con los sistemas de seguridad de ésta casa, y se va a buscar a Alana.
Me cambio por unos pantalones termicos de color negro, un suéter gris abajo y encima un abrigo de piel del mismo color del pantalón, me calzo mis botas altas y en ese momento llega Alana roja con la muñeca detrás de ella.
— ¡Dijiste que iríamos a una playa! —me grita.
— Alana estás hablando conmigo no con Adriel, modera tu tono de voz.
Desde ayer está con ese malhumor de mierda que heredó de mi. Se cruza de brazos y se sienta en el piso recostada de la cama, la ignoro categóricamente y comienzo a sacar la ropa que se va a poner, los zapatos y una gorrito ruso que le compre.
— Alana muevete. —le digo mientras agarro el teléfono.
— No quiero.
— Alana...
— ¡Me quiero quedar con Tío Driel! —grita.
— ¡Alana es suficiente! —alzo el tono de voz y ella se tensa completamente. — Fue suficiente del papel de niña mimada, ahora muevete que necesito salir rápido. —el mentón comienza a temblarle. — Sin llorar.
— Pero mamá...
— Alana no te vas a quedar ni con Adriel, ni con Emilia, ni con nadie. Te guste o no te vas a Rusia conmigo y no hay discusión del tema.
Agacha la cabeza y se acerca a mi para que le cambié el vestido blanco que tiene, por la ropa que ya está lista. Cuando terminó de arreglarla, ella agarra la máscara y se la coloca antes de ponerse el gorro y salir modelando para que Adriel la vea. La muñeca sale detrás de ella y yo también lo hago.
Rusia. Mafia roja. 15 horas después.
El lince/Pakhan.
Salgo de la camioneta negra cuando el Jet aterriza en mis tierras. Escondo las manos en mis bolsillo y me limitó a esperar, las escaleras se desplegan y lo primero que veo son unas botas último modelo antes de ver a la bolgarskaya boginya (diosa búlgara) con sus caderas exóticas descender con el camaleón detrás de ella.
Sus hombres bajan detrás de ella sabiendo que aquí nadie le va a disparar, la rodean y avanzan hasta donde estoy. Se camina contorneandose hasta detenerse frente a mi.
