CAPITULO 77.

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Dhalia Ivanova

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Dhalia Ivanova.

Para cuándo salgo del baño Luciano no se encuentra en la habitación y creo que mi dignidad y orgullo tampoco. Arrugó la nariz porque la voz de ese "te quiero" se repite en mi cabeza y también el que no me haya respondido... Aunque él lo haya dicho hace cinco años...

Patética, Dhalia, como siempre.

Me lanzó en el colchón boca arriba y agarró el teléfono marcando el número de Adriel, no me responde así que voy por el de Carla y recibo la misma respuesta que antes, así que llamo para el celular de la casa en la Polinesia.

Casa de diversos apellidos, ¿Con quién tengo el gusto? —escucho la voz de Lucas con gritos de fondo.

— Con Dhalia. ¿Por qué nadie contesta?

Aa Dhal... Tenemos un pequeño problemita aquí.

Escucho un grito de fondo y luego más y más gritos que parecen nunca detenerse.

— No suena ser muy pequeño. ¿Qué pasó?

Nada que no podamos resolver, ya te mandé los documentos. Y me alegra saber que sigues viva.

— No me interesan los documentos en este momento, ¿Qué sucede? ¿Es Alana?

Si... Se escapó por la ventana de su cuarto y cuando la conseguimos había asesinado a una mujer... Dhalia, tiene un trastorno ¿Verdad?

Frunzo los labios mirando el techo de la habitación.

— Le diagnosticaron psicopatía el año pasado, pero dijeron que estaba muy pequeña para saber si era eso o simplemente tenía síntomas que coincidían.

Debiste decirme eso... Dhalia, ella está muy mal. Adriel no puede seguir sedandola, responde mal, no ha comido y apenas sale de su habitación para ir al baño.

— Ponla al teléfono.

No sé si...

— Lucas, dale el teléfono a mi hija.

Me levanto y salgo de mi habitación atravesando la puerta que se abre cuando el televisor rastrea mi huella, tomo asiento a mitad de pasillo. Se que aquí no me escucharán y a mi me conviene mucho que todos crean que Alana murió.

— ¿Mami? —siento que el alma me regresa al cuerpo con tan solo esa palabra. — ¿Mami? ¿Eres tú? —su voz se escucha quebrada y sin fuerzas.

— Hola, linda princesa.

Se queda en silencio por un momento y comienzo a creer que colgó, pero cuando vuelve a hablar no es el mismo idioma.

Habeo omnes in me, audiunt omnia quae dico. —Tengo a todos sobre mi, estan escuchando todo lo que digo.

La Reina Negra.Where stories live. Discover now