La princesa de dragones

Raven

Qhart era una ciudad hermosa... sin embargo ante mis ojos no tenía comparación con Altojardin y sus jardines, su viento fresco por las mañanas y cálido por las tardes...sus atardeceres eran hermosos, podía recordar mis caminatas con Margaery por los pueblos para después hacer una carrera hasta los prados y poder ver el último suspiro del sol juntas.
Extrañaba Altojardin...Extrañaba mi vida antes de estar en el Juego de Tronos.
Doreah entró en mi habitación y en sus manos estaba un hermoso vestido gris largo

-Princesa, un regalo-.Dijo ella tendiendolo en la cama.
-¿Un regalo de...?-. Dije cortante.
-El rey de las especias mi señora-.
-Bien...-.
-Envío a un sirviente, dejo un mensaje, abra una fiesta está noche y quiere que usted lo use-.
-Esto no es apropiado-.
-¿Quiere que lo regrese?-.
-Si... Pero no ahora, cuando yo haya partido a la fiesta que alguien se lo envíe a sus sirvientes-.
-Si así usted lo desea-.

Tome mi camino hacia la fiesta a lado de Dany todos nos miraban.
Conversaba con algunos Dothrakis cuando una mano tocó mi hombro.
-Rey de las especias-.Dije tratando de sonar lo más cortes posible pero mi cara delató todos mis sentimientos.

-Princesa... veo que no le ha llegado mi regalo, tendré que hablar con ese muchacho-.

-De hecho mi señor si eh recibido el regalo y lo eh devuelto a su dueño-.
-Ese vestido lo compré especialmente para usted, pensando en como se ve...-.
-me halaga tal gesto mi señor, sin embargo no lo considero apropiado, de donde vengo ese tipo de obsequios son considerados como algo ligeramente...atrevido-.

-Lamento que la hiciese sentir asi sin embargo no fue mi intencion-.

-Lo entiendo, pero le suplico que en un futuro cercano, muestre su consideracion de una manera mas apropiada para mi estatus-. Dicho esto me retire de su compañia.

Cuando la fiesta estaba en su apojeo me empece a sentir mareada así que regrese a mi habitacion,le pedí a uno de los jinetes de sangre de Dany que me acompañara a mi recámara. Temiendo que aquel gordo hombre que había rechazado hace unas horas hiciera algo en mi contra. 

Me quite el vestido, me puse un camisón y cepille mi cabello calmadamente hasta que el sueño comenzo a invadirme, cai rendida ante dicho deseo.

Me levanté escuchando unos gritos, tome una daga y corrí hasta la fuente de estos.
La que gritaba era Dany, habían matado a los Dothraki que estaban en el lugar y llevado a los dragones, esto era una pesadilla.

-Por los siete dioses, ¿como han osado?-. Dije horrorizada, ella no dijo nada, solamente apresuro su paso lejos del lugar.

Dany fue a hablar con los Trece y yo me quedé en mi cuarto resguardada por los últimos Dothraki que quedaban, estaba muy preocupada, mi lazo con ese dragón era muy fuerte y tenía que hacer algo para salvarlo...

Necesitaba salir, abrí la puerta.
-Debe volver adentro- Dijo uno de los 3 Dothrakis que estaba allí.
-Soy la hermana de la Khalessi puedo hacer lo que quiera-.
-Khalessi ordeno que se quedes adentro-.
-¡Ustedes no lo entienden! no me quedaré aquí hablando con ustedes mientras ella está en riesgo-. Dije en Dothraki.
Uno de ellos tomó mi mano así que con la mano libre aun con una daga la puse en su cuello.
-No intenten detenerme, nadie me va a detener-. Dije enojada.

Corrí por toda la ciudad en busca de el lugar donde Los Trece se reunían, cuando llegue me encontré con los cuerpos de Los Trece, todos estaban degollados. No sabía que hacer ni a donde ir...
Hasta que algo extraño pasó de un momento a otro mi mente se empezó a nublar, todo se veía borroso y cuando se esclarecio estaba volando, era un pájaro y cuando baje la mirada vi una cabellera rubia platinada rodeando una gran torre aparentemente esta no tenía entrada... había leído de ella era "La Casa de los Eternos".
Después mi mirada se volvió a nublar al abrír los ojos era yo de nuevo. Corrí aún algo mareada hacia el lugar, tropeze algunas veces pero esto no me impedía seguir avanzando... cuando llegue Dany ya estaba afuera y no sola, tenía a nuestros dragones en sus manos, camine hacia ella pero  Rhaegal se elevó de sus brazos y volo hacia mí posandose en mi hombro.

Caminamos juntas hasta la casa de Xaro y al llegar nos encontramos a Doreah yaciendo con el. Jorah le quito la llave de la caja fuerte de Qhart el se levantó sobresaltado apunto de tomar su espada pero inmediatamente Jorah lo amenazo con su espada Doreah empezó a llorar y a decir cosas
-Khalessi el dijo que no las dejaría salir de la ciudad, que las mataria-.
-Vengan-. Fue lo único que dijo ella.

Entramos a la bóveda Jorah puso la llave y cuando entramos esta estaba vacía...
-Entren- Dijo Dany dirigiéndose a Xaro y Doreah.
-Khalessi porfavor, Princesa se lo suplicó-. Dijo rogando y llorando.
-Khalessi, ahora soy el Rey de Qhart ahora las puedo ayudar de verdad, les ayudaré a recuperar el trono-.
Pero esto no detuvo a Dany, los encerró con llave en la bóveda y se fue sin mirar atrás.

-Empaca tus cosas, nos vamos de aquí -. Me dijo ella.
-¿A donde? yo... crei que no me perdonarias-.

-Eres la sangre de mi sangre, la unica en este mundo que logra comprenderme, no me importa ni tu nombre ni tu historia, me importan los momentos que pasamos juntas desde tu llegada, eso no se puede fingir, es hora de irnos a Astapor, tomaremos el trono y nos vengaremos de aquellos que nos robaron lo que era nuestro nuestro, te ayudare a acabar con los Lannister, tu y tu hijo no volveran a vivir con miedo, lo juro-. Dijo tomando mi mano
-Llevaremos fuego y sangre a cada rincon de Poniente-.Dije tomando su mano.
-Con fuego y sangre.- Repitio ella.