Travel

1.7K 138 8
                                    

Mi pequeña Shiera... la menor de mis hijos y la única que daba la semblanza de ser una Targaryen...el poco cabello que empezaba a asomarse en su cabeza era de un color casi blanco... junto con sus ojos azules era perfecta, poseía una mirada única, por algún motivo uno de sus ojos era verde y el otro azul tal como el de la propia Shiera tenía una piel blanca como la nieve.
Siempre que la veía notaba algo de Daenerys en ella, quisiera que ella pudiera verla y si las cosas salían bien lo haría... pronto.
Me quedé en Altojardin ha  por 1 mes más de lo planeado, todos mis hijos estaban reunidos y no quería dejarlos, no de nuevo, las tardes estaban compuestas en estar con ellos Arthur ya daba sus primeros pasos y Alyssane ya había dicho sus primeras palabras, Jon me ayudaba con todo, sólo tenía 2 manos para 3 bebes, el era mi apoyo.
Hasta que el día llegó... ya todo estaba listo para mi partida,era algo inevitable "entre más pronto me vaya mas pronto regresaré" eran las palabras que trataba de repetir en mi mente para facilitar el proceso, iría con uno de los caballeros como mi escudo juramentado, el plan era cruzar el mar angosto y tomar un descanso en Volantis para ir a la Bahía de los esclavos.
Me levanté temprano por los llantos de Shiera, era su hora de comida, saque mi pecho y la amamante hasta que quedó llena y cayó dormida de nuevo. Me puse ropa de jinete para poder partir con comodidad el viaje sería largo.

Salí del Castillo con una daga escondida, era lamentable no saber usar una espada cuando una guerra se aproximaba pero lo compensaría en Mereen, Daario me ayudaría a entrenar, ya me había despedido de todos el día anterior, la noticia de mi partida no debía llegar a los oídos de Cersei, la alianza no se podía romper ahora... mientras Margaery, Loras y mi padre estuvieran en la capital.
Partí con una promesa, la promesa de reunirme de nuevo con mis hijos pronto.

Me monté en Meraxes mi yegua, a mi lado el caballero ya estaba en su semental negro azabache, al verlo lo reconocí,  Skandar, el era el hijo de uno de los nobles de baja cuna, lo había visto hablando con mis hermanos un par de veces, no le di tantas vueltas al asunto y avanzamos a todo galope.

Me monté en Meraxes mi yegua, a mi lado el caballero ya estaba en su semental negro azabache, al verlo lo reconocí,  Skandar, el era el hijo de uno de los nobles de baja cuna, lo había visto hablando con mis hermanos un par de veces, no le di tant...

اوووه! هذه الصورة لا تتبع إرشادات المحتوى الخاصة بنا. لمتابعة النشر، يرجى إزالتها أو تحميل صورة أخرى.

pasaron semanas... hasta que llegamos a las tierras de la tormenta.
Teníamos que ser cuidadosos Bastión estaba siendo sitiada por los Lannister, con la poca gente leal a Stannis Baratheon y su reclamo al trono.
Estabamos muy cansados por lo cual decidimos acampar en uno de los bosques.

-Hace mucho que no la veía mi lady-.
Dijo el prendiendo la fogata.
-Eh estado en Altojardin por algunos meses, ya sabes hasta dar a luz a mi última hija-.
-Pero nunca salías, y cuando lo hacías era con el mayor de tus hijos-.
-Su nombre es Jon...-.
-¿Jon? Como el bastardo de Eddard Stark, vaya que ese maldito te robó el corazón-.
-¿Disculpa?-. Mencione confundida
-Dracarys, te vi crecer a mi lado...recuerdo como te observaba a la distancia cuando eras una niña, siempre acompañada de alguno de tus hermanos... quería acercarme a hablar contigo pero mi padre me decía que no sería apropiado que una dama de alta cuna me hablará... Y yo pensaba es sólo una niña... una hermosa niña, cuando te veía montar a caballo, Dioses soñaba contigo y con la oportunidad de que me miraras un día, siempre fuiste la adoración de tu abuela y sabía que si tu sé lo pedias podría aprobarme... me esforzaba día a día,tratando de ser mejor persona, mejor guerrero... ser alguien que estuviera a tu altura; sin embargo cuando fuimos a Invernalia... vi como lo viste, tus ojos brillaron más de lo normal, el sólo tenía ojos para ti, te vi escaparte en las mañanas para reunirte con el... sin embargo sabía que tenía esperanza, era un bastardo no tenía nada que ofrecerte u a tu casa más que deshonra... luego cuando el Rey Robert puso sus ojos en ti, supe que todo estaba perdido...te casarias con el, serias la reina yo no podía darte ni la mínima parte de lo que el te daria-.
-Skandar... yo-.
-No quiero su lástima mi lady, ahora mis sentimientos no importan, Lady Tyrell me confío su seguridad y eso haré-. Dijo levantándose de el suelo para ir a los caballos.
-¿Sabes lo que soy? ¿Sabes los riesgos que tengo que correr? ¿Los riesgos que la gente que está de mi lado tiene que pasar?-.
-Si lo se, se que eres una Targaryen, la última hija del rey loco, se que eres la princesa de dragones al otro lado del mar angosto, se que tienes 4 hijos, de 2 de los hombres más poderosos que han exisitiso,a los cuales nunca amaste... pero se otra cosa...que harías cualquier cosa por mantener a las personas que amas a salvo, incluso sacrificar tu vida... me enamoré de ti por que... nunca fuiste como las demás, había algo salvaje en ti, en tus ojos que nunca vi en nadie ahora se que era eso, era el gusto Valyrio inundando tu ser-. Dijo viéndome a la cara, se estaba acercando a mi pero no podía hacerle esto... me aleje lentamente de el.
-Ya es tarde Skandar, hay que dormir o seguir el camino aún hay que llegar al puerto, cruzar el mar angosto y seguir a caballo por las ciudades libres-.
-Tiene razón Lady Tyrell... esto no volverá a pasar, se lo prometo-.
-Y Skandar... yo si ame a Robert, lo ame más que a nada en mi vida, Tywin fue un gran padre y siempre lo querre por ello,no quiero volver a hablar del asunto-.
Comimos algo de carne que habíamos llevado, la habíamos calentado en la fogata, la cena fue silenciosa, cuando termine mi comida el apago la fogata, me acosté en el suelo y me quedé dormida hasta que el sonido del galope de unos caballos me levantó.
-¿Quienes son y que hacen aquí?-. Cuestionó un guardia con la insignia de el corazón llameante en su pecho.
-Mi nombre es Jardel de la casa Estermont de Greenstone, ella es mi esposa Myra de la Casa Horpe-.
-¿Que hacen aqui?-.
-Vamos en camino a Volantis-.
-Necesitan autorización de el legítimo Rey Stannis Baratheon-.
-Según tengo entendido su majestad está en Rocadragon-.
-Hay otras maneras de obtener una autorización...-. Dijo uno de ellos desmontando su caballo.
-¿Cual es esa manera?-. El hombre se acercó a nosotros lentamente
-Tienes una esposa hermosa... la tendrás todo el tiempo...nosotros hemos estado solos un tiempo así que... a nadie le haría daño un poco de placer, unas horas con ella y después podrán partir-.dijo tomando mi rostro, quizo besarme pero gire mi rostro.
-No lo creo amigos, realmente tenemos prisa, les daremos dinero y nos iremos ¿de acuerdo?-. Dijo el tratando de restar importancia.
-No "amigo", el dinero no me dará ni la quinta parte del placer que la vagina y boca de tu esposa le darán a mi verga, y aunque no lo quieran la voy a tener-. Dijo sacando su espada acercándose peligrosamente. Skandar saco su espada listo para atacar, yo no lo hice, no aún.
Empezaron a pelear, el otro hombre se acercó y empezaron a luchar en contra de el.
Saque la daga y lo trate de ayudar, sin embargo el otro de ellos me derribo, moví la daga y al caer esta le atravesó el pulmón.
-No me vuelvas a poner una de tus asquerosas manos encima-. Dijo quitandolo de encima mientras el se ahogaba en su sangre.
-¿QUIEN MIERDA ERES?-.
-Yo soy Dracarys de la Casa Targaryen Tyrell, princesa de dragones, y no volverás a lastimar a alguien más en ti miserable vida-. Dije clavando la daga en su pecho, la gire haciendolo gritar de dolor. Cuando sus ojos se quedaron sin vida saque la saque y la agite para sacar la sangre, mire a Skandar el cual me miraba atónito, a su lado el cuerpo de el otro yacía.
-¿Asustado?... ya no soy la misma de antes-.
-Ahora eres una dragona-. Dijo con una media sonrisa.-Vamos hay que seguir avanzando antes de que más guardias lleguen.
Cabalgamos lo restante de la noche, hasta llegar al puerto y zarpar atravez del mar angosto.

Duramos semanas en el viaje, me parecía eterno, ya quería llegar con mi hermana, desembarcamos en Volantis, con los caballos aún, los caminos  del mercado estaban repletos de gente, nos quedamos allí 2 días para relajarnos un poco, en cuanto estuvo todo listo volvimos a montar los caballos, pasamos días enteros sin parar en el desierto, el calor era insoportable con la ropa que había llevado. Quería saber si mi hermana estaba bien, sin embargo todo rasgo de preocupación desapareció cuando vi a la lejanía Mereen... Y en su gran pirámide el estandarte Targaryen ondeaba orgulloso, como símbolo de nuestra dinastía renacida...

La princesa de dragonesحيث تعيش القصص. اكتشف الآن