La princesa de dragones

Lord

Para el amanecer todo había cambiado, el olor a sangre había sido reemplazado por el aroma de rosas rojas por doquier acompañadas del olor de el banquete que se celebraria  en algunas horas, me levanté con cansancio de la cama, me había quedado en la habitación principal ya que Ser Astorne no me dejo partir por temor a que me pasara algo algunos Lords aún no aceptaban del todo la idea de una Targaryen en el trono, el envío a algunos soldados a resguardar la habitación en la que mi pequeño se encontraba junto a Citrine, había insistido en que nos acompañará a la ceremonia-.

Me mire de nuevo al espejo pero no pasó mucho tiempo antes de que la puerta se abriera estrepitosamente revelando la pequeña figura de mi hijo corriendo hacia mi emocionado.
-Mama, el castillo es gigante y cada vez que pasó las personas se inclinan ante mí-. Dijo emocionado.
-Eso es mi pequeño porque dentro de unas horas tu serás su señor, tal como lo hizo el padre de tu padre-. Dije tomando su mano.
-Acerca de eso... no se si sea un buen señor mamá, tengo miedo-.
Tome a mi hijo de la mano y lo lleve a caminar por el palacio, como el decía las personas se inclinaban con respeto hacia el y hacia mi, por ser su madre y por ser la actual princesa de Rocadragón; la heredera del trono.
-Ves a toda esta gente amor, esta gente es tu gente, por tus venas corre la sangre de bastión, ellos lo saben y por eso te adoran, sin embargo mi pequeño ser un guardian no significa sólo sentarte y ver que los demás hagan las cosas por ti, tienes que ser justo, inteligente y sobre todo sabio, escucha a aquellos que saben más del tema que tú y nunca cuestiones la sabiduría de los que te rodean y sabes que quieren lo mejor para ti... Sin embargo, para ser un buen gobernante todo tiene que estar equilibrado en ti amor, tienes que entender que esto no es un derecho amor mio, es un deber-.
-¿Equilibrio? Como lograré eso madre-. Dijo mi venadito asustado.
-Toma tiempo y práctica pero algún día encontrarás el equilibrio en tu vida y no lo querrás cambiar por nada en el mundo-.
-¿Tu ya tienes equilibrio mamá?-.
-Lo eh tenido mi amor, lo tengo cuando estoy con ustedes, lo tengo cuando estoy con la gente que amo-.
-Te irás de aquí mamá?-.
-Me quedaré unos días más... Después tendré que partir al norte a negociar con su nuevo rey un tratado de paz entre las casas Stark y Targaryen-.
-Esta bien, lo haré mamá, seré un gran señor-. Dijo el con orgullo, sin embargo conservaba un semblante triste.
-¿Que te aflije amor-. Dije agachándome a su altura.
-Te eh extrañado mamá, pero esta bien... Yo sé que la tía Daenerys te necesita pero, tengo miedo de arruinarlo todo-.
-Mi pequeño, tu no serías capaz de arruinar nada, yo sé que serás el líder que ellos necesitan y si algo falla no te preocupes, es normal, no te imaginas la cantidad de veces que arruine las cosas cuando tenía tu edad, un día tu abuelo organizó una fiesta en mi día del nombre, se supone que conocería a mi prometido, un joven de una noble familia del dominio,yo tenía 6 años, cuando mi padre nos presento nos hizo subirnos a una mesa

Yo estaba frente a él y lo quise abrazar incluso besarlo, pero el se alejó de mi, me enoje y lo tumbé, todos rieron, tus tíos y tú tía Margaery rieron fuertemente, incluso mi padre lo hizo, en cambio tu bisabuela Olenna se mostró enojada por la actitud del niño, recuerdo lo que ella dijo ≈Rechazar a una Tyrell, básicamente le hacemos un favor a su insulsa familia al dejarle desposarla≈ mi padre río y dijo que solamente éramos niños que el compromiso seguía en pie, al día siguiente la familia de el rompió el compromiso, su madre había dicho que no permitiría este tipo de maltrato a su hijo-. Reí ante el recuerdo de la mujer roja de la irá-. Lo eche a perder, esa alianza iba a ayudar mucho a la familia, sin embargo, hicimos lo que solamente hacen los Tyrell-.
-¿Que es eso mamá?-.
-Crecer fuerte,mantenernos fuertes, a pesar de toda la tempestad, yo nací como una rosa y tu abuela me ayudó a que mis espinas crecieran... Cada rosa tiene espinas y esas espinas nos protegen de los que nos quieren dañar, toda la familia es un rosal y quien quiere cortar una rosa se encuentra con las espinas de todas las demás-.
-Pero yo no soy una rosa mamá... Yo no soy un Tyrell, soy un Baratheon-.
-Tienes sangre de Altojardin en tus venas, te hará fuerte, más de lo que ya eres, haz aguantado tanto, más de lo que yo habría podido aguantar, tu padre estaría orgulloso de ti, eres su único hijo y eras su mayor felicidad desde que estabas en mi vientre, creciste en Altojardin, estoy segura de que la abuela Olenna pulio muy bien tus espinas-. El empezó a llorar y me abrazó.
-Te amo mamá, te haré orgullosa, seré el mejor señor que hayan tenido-. Lo abraze más fuerte y sonreí
-Ve a prepararte hijo, la ceremonia será en unas horas-. El sólo corrió por el corredor en camino a su recámara.
Yo me dirigí a la mía, también tenía que alistarme para tal honor.

Sali de mi recámara con destino a una sala  donde aguardariamos hasta que se nos informará que todo estaba listo, el ya estaba allí con Citrine quien estaba parada a lado de el.
-Mama-. Gritó corriendo hacia mí.
-No corras cariño te puedes caer, ya falta poco para que tomes tu lugar-.

Ser Astorne se me acercó al verme en el lugar.
-Mi señora, ya están aquí todos, los señores ya están reunidos-. Le acenti y camine hasta mi hijo.
-Es hora-. El asintió y abrió la puerta para avanzar al gran salón, yo camine detrás de el, al abrirse las puertas las personas en el salon guardaron silencio, Jon tomo lugar en medio de la tarima y yo me posicioné a lado de el pero un poco más atrás.
-Mi nombre es Jon, Jon Baratheon soy el hijo del difunto rey Robert Baratheon y de su esposa y  su reina mi madre la princesa Dracarys Targaryen-Tyrell, yo no creci aquí, sin embargo llevo en mi sangre este lugar, por mis venas corre la sangre de la vieja Valyria, de Altojardin y de Bastión de Tormentas, soy el hijo de la guerra, una guerra que los Lannister iniciaron, se me ha privado de muchas cosas desde que estaba en el vientre de mi madre, una de ellas fue conocer a mi padre, pero me eh dado cuenta de algo... Esto me ha hecho más fuerte, lucharé por protegerlos a ustedes mi gente hasta el final de mis días, hago esta promesa ante los viejos y los nuevos, yo soy el hijo de el venado, yo soy el hijo de la rosa, yo soy la tormenta y mientras yo esté aquí aquellos que se atrevan a pisar  mis tierras, nuestras tierras con intención de hacernos daño sufrirán la furia de Bastión, sufrirán mi furia... Esta es mi promesa ante ustedes, ante los dioses y ante el mundo-.
Me quedé muda, mi hijo hablaba con mucha madurez que no correspondía a la de un niño de 10 años;con una sabiduría y poder digna de un rey.
La multitud empezó a aplaudir.
-El es la tormenta, el es nuestro señor-. Dijo Ser Astorne colocando una corona en su cabeza.

Las personas aplaudieron sin parar y yo lo hice igualmente sonriendo.
-POR JON DE LA CASA BARATHEON, SEÑOR DE BASTIÓN DE TORMENTAS-. Gritó aquel hombre barbudo levantando su copa, todos nos unimos a el clamor popular.

Mi hijo... Un gran señor al fin, mi felicidad fue tanta que por un momento creí haber visto a Robert a un lado de Jon, sonriendo orgulloso, el futuro que el había querido, al fin lo había logrado.