The True Red

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Las horas pasaban y mi impaciencia aumentaba considerablemente, ya estábamos de nuevo en el burdel me encontraba hablando con Citrine la cual ya tenía conocimiento de mi verdadera identidad.

-Así que...¿eres una lady?-.
-Se podría decir, nací como una siendo reconocida como la hija de Mace Tyrell Lord de Altojardin y señor del Dominio, sin embargo mi posición verdadera siempre fue el de princesa como la hija natural de Aerys, no soy considerada una bastarda porque al saber de mi venida el se casó con mi madre, además de que Daenerys me dió la legitimidad como su hermana-.
-De todas maneras naciste en un palacio... Creciste rodeada de lujos,de dinero,nunca te faltó,nada tienes suerte quisiera haber nacido con tales privilegios, no es que me queje se que mi madre a hecho todo por mantenerme a salvo, porque no existiera un día en el que no probará bocado pero estoy encadenada a esta tierra-.
-Nada de eso me sirvio, perdí a muchas de las personas que más eh amado, aunque no negare que mi infancia en Altojardin fueron los momentos más maravillosos de mi vida, recuerdos que siempre atesorare, quiero una infancia así para mis hijos, le eh fallado a Jon en ese aspecto pero se que será feliz aquí, es lo que Robert hubiera querido-.
-¿Cómo era el? Siempre eh escuchado pero no tengo idea de cuánto mérito debería darle a esas habladurías-.
-Robert era... Una persona atormentada por el fantasma de lo que pudo haber sido, la sombra de la mujer que amo y perdió lo persiguió desde la batalla en el tridente, pero bueno, creo que ya sabes porque se casó conmigo, no es una novedad que todos sepan que fue porque el notó un parecido entre lyanna y yo, pero en cuanto nos casamos y el comenzó a pasar más tiempo conmigo las cosas cambiaron, y puedo decir con certeza que Robert se enamoró de mi, por los dioses que era tan entretenido hablar con él, si alguien tenía labia era él, a pesar de los años su carisma y encanto seguían allí ocultos detrás de su enorme barriga, se que la mayoría no me cree cuando lo digo Citrine pero yo realmente llegue a amar a Robert como un hombre y lloré su muerte como la perdida de mi esposo, el padre de mi hijo, mi amor verdadero, no fue un gran rey, pero si un gran guerrero y un gran esposo almenos conmigo, lo amaba y lo perdí, y es por ello que lucharé, está noche es importante, sería un honor que me acompañaras a marcar la historia de Poniente, está noche la declaración de guerra será dictada. La Guerra de las dos reinas.

Llegue a mi recamara para verme en el empolvado y algo roto espejo de cuerpo completo, me analize por unos momentos que parecieron eternos; había cambiado mucho, ya no era la misma niña que había dejado Altojardin hacia algunos años, ahora era una mujer, mi cabello antes algo corto ya me llegaba a más de la mitad de la espalda en el se formaban algunas ondas castañas, mi cuerpo había cambiado mucho tambien... Por el entrenamiento en Mereen me había tonificado y ahora era más fuerte, sin embargo mi cuerpo a pesar de ser más esbelto seguía siendo delicado lo cual era sorprendente considerando que ya había dado a luz a 4 hijos, siempre eh pensado desde que se que soy una Targaryen que soy más Tyrell que Targaryen en cuanto a mi apariencia, nunca conocí a mi madre pero habían muchos retratos de ella en el palacio, ella era hermosa y yo era muy parecida a ella, de igual manera que Margaery le daba cierto aire a mi madre; las personas le solían llamar a este parecido familiar "el efecto de la rosa" ya que muchas de la familia teníamos un aspecto similar en cuanto a nuestro cabello y nuestra piel la cual todos describían "suave como una rosa".

Recordé a que había regresado a mi cuarto y empeze a buscar vestidos

Me decidí por uno que combinaba los colores de la casa Tyrell de una forma hermosa y casi poética, que la sangre se derramará por todo el jardín.

 tome una corona como la que solía usar Margaery y acomodé mi cabello de la manera en la que ella lo solía hacer.

Sonreí complacida con mi aspecto y mire a mi hijo profundamente dormido,esta noche seria decisiva para asegurar nuestro futuro, al tener a las tropas de los Baratheon con nosotros era una ventaja por encima de Cersei la cual ahora solo podría disponer de los Lannister y las tierras de la corona; aunque de igual manera si Tyrion fallaba en su misión podría tener a lo que quedaba de los Tully, necesitaba ser estratégica, ya que esos soldados algún día servirían a mi hijo Arthur, además necesitaba que lo que ellos sintieran hacia nosotros fuera algo mas fuerte que el miedo... había una delgada linea entre el respeto y el miedo, por mis venas corría la sangre de Maegor el cruel pero también la sangre de Jaehaerys el Conciliador... no dejaría que el primero me controlara, en mis hombros tenía una carga muy grande y era cambiar para bien la historia de los Targaryen, cuando dejara este mundo tenía que dejar uno mejor del que encontré, cambiar el linaje de los Targaryen, tenía que hacer las cosas bien, rehacer el mundo pero solo podría hacerlo cuando este se tornará en cenizas para renacer mas fuerte y mas puro.

Sali del burdel bajo el velo de la noche e hice mi camino hacia el caballo que me llevaría hasta mi destino, cuando estaba apunto de llegar me encontré con Ser Astorne el cual me llevo por una entrada secreta al castillo, caminamos hasta el salón en el cual se estaba dando la fiesta, todos estaban muy animados y borrachos, las golfas se regodeaban y bailaban al son de la música mientras los hombre bebían y reían sin mas. 

Cuando la canción cambio a las lluvias de Castamere todas las golfas que antes bailaban alegres se fueron dejando desconcertados a los invitados los cuales se miraron unos a otros sin saber que hacer, todo lo que antes era un ambiente alegre se torno tenso, todos guardaban silencio y los señores de las grandes casas de las tierras de la tormenta sonreían complacidos.

Hice mi camino hacia el centro del salón con todos los poderosos señores a mis lados. Mas de un guardia había abierto demás sus ojos pensando estar alucinando

-Reina Margaery- Dijo asustado uno de ellos.

-Hoy estamos aquí presentes para celebrar el inicio de una nueva era... el inicio de lo que será una era llena de paz y prosperidad para todos, bajo el mando de la única y legítima reina de poniente cuyo nombre es Daenerys de la Tormenta de la Casa Targaryen, las tierras de la tormenta solo reconocen a los Targaryen como sus gobernantes-. Dijo Ser Astorne.

Tras sus palabras el baño de sangre empezó, los guardias Baratheon atacaron con todo su poder a el borracho ejército Lannister que luchaban en vano por defenderse, sus movimientos eran torpes y adormilados por el efecto del alcohol, sus esfuerzos eran en vano, miraba complacida la masacre desde la mesa principal, di la orden de que está se detuviera cuando solo quedaban 3 jóvenes y un soldado maduro.

Baje de la tarima en la cual me encontraba con sutileza y pasividad para verlos a los ojos.

-Tengo un mensaje para Cersei de la Casa Lannister-.
-Nosotros no le haremos llegar nada de usted maldita puta, maldita traidora, maldita sea usted y toda su descendencia, malditos aquellos que se disfrazan de leones-. Mencionó aquel soldado maduro
-No esperaba menos de un soldado Lannister, sin embargo ahora sus vidas están en mis manos, si tuvieran de inteligencia lo mismo que tienen de osadía lo sabrían bien-. Los hombres bajaron la vista ante mis palabras al darse cuenta de la realidad, tenían miedo de eso estaba segura, debajo de aquella falsa seguridad de una piel de León siempre había una oveja indefensa-.
-Siempre eh sabido que la valentía de un hombre termina en cuanto su vida está en riesgo, ahora sólo tengo un mensaje para Cersei... Entreguenle este papel, solamente a ella y cuando lo abra díganle esto... Siempre seré el fantasma de todo lo que ella pudo haber sido, soy el fantasma de su pasado, su presente y de su futuro y el día en el que nos encontremos será el día en el que todo acabará-.
Dicho eso me di la vuelta y salí de aquel salón con los señores siguiendome.
-¿Que haremos con ellos? Son traidores a la verdadera corona, no podemos dejarlos ir-.
-Ellos solamente son peones en este juego, no me ganaré a las personas matando a todo un ejército de borrachos, no soy Lord Bolton y Walder Frey, yo no soy un mounstro, liberenlos y dejen que se lleven los cuerpos a Desembarco-.
Seguí mi camino sin mirar a nadie hasta llegar a un balcón que daba vista al mar, al ver la luna supe que todo lo que quería se estaba volviendo realidad, suspiré y sonreí.

La princesa de dragonesWhere stories live. Discover now