Family

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Los días se convertían en semanas,me había distanciado de los planes de guerra, me había concentrado en darle a mis hijos la madre que necesitaban, tratando de compensar el tiempo perdido, había descubierto algo bastante interesante y es que; encontraba una mayor satisfacción viendo crecer a mis hijos que en ver perecer hombres en batallas, prefería ver florecer la vida en lugar de marchitarla. 

En mis hijos veía una esperanza creciente, era como si dentro de si contuvieran pequeños soles que calentaban mi corazon y alejaban las sombras del odio de mi ser. Solamente deseaba que todo terminara lo mas pronto posible... Cuando todo esto acabara quería regresar a Altojardin, vivir lo que me quedaba de vida en completa tranquilidad, quería que mis hijos llegaran a correr por el campo de flores doradas, a jugar a las orillas del Mander, ver el atardecer desde las torres mas altas del castillo, todos esos deseos parecían tan lejanos en ese momento. Sabía que en algún momento tendría que ocupar el puesto de reina, pero realmente esperaba que pasaran muchos años antes de tener que hacerlo, que mi querida hermana ocupará ese trono por todo el tiempo que ella pudiera ocuparlo, realmente deseaba no tener que sentarme en el nunca, deseaba que aquella maldición impuesta sobre ella se acabará, que su vientre se moviera en la ilusión de una nueva vida, en cuanto todo acabará terminaría de leer los libros en Valyrio, los llevaría a la ciudadela y después los maestres revocarían la maldición.

-Princesa-. Interrumpió mis pensamientos Missandei adentrándose en la habitación.

-¿Que ocurre Missandei?-.

-La reina Daenerys solicita su presencia en la sala de guerra-.

-Bueno, no hay que hacer a su majestad esperar-.

Recorrí  los corredores acompañada de Missandei, parecía muy seria.

-¿Todo esta bien Missandei?-.

-Si su alteza... es solo que las noticias no me han sentado del todo bien-.

-Entonces es algo malo...Bueno,será mejor apresurar el paso, no puedo esperar para saber que esta pasando-.

Los inmaculados abrieron las puertas de la sala de guerra, las personas presentes se pusieron de pie, excepto Daenerys, la cual me miraba expectante desde la cabeza de la mesa.

-Hermana, unetenos, tenemos muchas estrategias que discutir-.

-Creí que con mis acciones había quedado claro que no estaba interesada en participar en ninguna de estas reuniones, si eh cometido un error ahora lo dejo en claro. No estoy interesada en nada de esto, quiero pasar el tiempo que me queda antes de la guerra con mis hijos, no encerrada aquí pensando como aniquilar a el mayor numero de gente posible-.

-Lo importante ahora no son tus deseos, ahora hay una guerra mas grande que la que tenemos con los Lannister, la guerra contra la muerte, tenemos que estar listos, los caminantes se acercan a la muralla-. Dijo Daenerys consternada.

-Mi señora, la muralla nos protegerá de ellos, la guardia nocturna cumplirá con su labor-. Le replico Tyrion.

-No, no es suficiente, son miles... millones de ellos, la guardia nocturna, la muralla misma no sera suficiente-. respondió ella

-La muralla nos a protegido durante miles de años ¿Porque no lo haría ahora?-. Replico de nuevo el.

-Creo que Daenerys sabe mas que nadie la magnitud de la fuerza de los caminantes, fueron capaces de derribar a un dragón, aunque la muralla nos protege ahora sin no lo hará por siempre; tenemos que estar preparados, la primera linea de defensa es el norte, Invernalia para ser exactos, si dejamos que caiga todo estará perdido para nosotros, el ataque que sufriste ocurrió hace unas semanas, avanzan rápido-. Mencione yo, movía una de las piezas de ajedrez entre mis manos.

La princesa de dragonesWhere stories live. Discover now