Ilusión

802 81 11
                                    

A nuestro regreso Oberyn me instó su deseo de conocer a mis hijos, además de dejarme en claro su necesidad de pasar el tiempo que nos quedaba antes de la guerra para estar juntos, nosotras regresamos en vuelo dragón y el resto en los barcos razón por la cual llegamos antes que ellos.

Al descender y desmontar a Rhaegal surgió en mi la duda acerca de la naturaleza de los verdaderos sentimientos de Dany con respecto a Jon, pero decidí acallar mis dudas por ese momento, hablaría con ella apenas el último rayo de sol dejará el cielo.

Hice mi camino a través de los escalones y salones de piedra para llegar a la habitación de mis hijos, ellos se alegraron al verme, me encargue de alistarlos para que conocieran a Oberyn, en cuanto el sonido de las voces de nuestros aliados desembarcando en la costa se hizo presente tome a mis hijos y los lleve a mi habitación.

Salí de nuevo para encontrarme con Oberyn, había optado por cambiar mi vestimenta a algo más ligero y cómodo, el llegó junto a las serpientes de arena y su amantes Ellaria.

-Sean bienvenidos a Rocadragón todos mis aliados son mis invitados de honor-. Mencionó Dany ya sentada en aquel trono de piedra.

Cuando ella se puso de pie para retirarse Oberyn emprendió su camino hacia mi.

-¿Y bien? ¿Donde están los pequeños? Les traje algunos regalos-. Dijo el sonriendo, su sonrisa era bastante contagiosa, pero la mirada de las serpientes de arena y de la propia Ellaria eran demasiado pesadas.
-¿Que pasará con tus hijas y con Ellaria? Me gustaría que ellas también vinieran-. A pesar de la invitación Oberyn tenía bien en claro que esta no era una buena idea, Ellaria se había convertido en una persona posesiva después del altercado de Desembarco, sus adoradas hijas a las cuales amaba más que nada se habían opuesto abiertamente a los crecientes sentimientos de su padre hacía la princesa y por supuesto habían llamado más de una vez "cachorros de león" a los hijos de esta en más de una ocasión, ellas los odiaban por ser hijos de Tywin, incluso el mismo se preguntaba si seria una buena idea conocerlos, tenía miedo de odiarlos, no quería odiarlos pero según los rumores en cada uno de ellos existía una altiva parte de los Lannister y eso no le agradaba, sin embargo trataba de recordar que en cada uno de ellos también estaba su rosa, la mujer en la que había puesto sus ojos años atrás, la mujer que el quería.
-Por el momento están agotadas Drac, es mejor dejarlas descansar-. Dijo él como excusa, aunque es una excusa que alegró mi corazón, no quería que aquel momento se manchara por los resentimientos.

Oberyn me siguió hasta mi recámara, parecía algo ido, nervioso, al llegar tome de su mano para darle algo de confianza y abrí la puerta, la cabellera de Allysane rebozaba de espaldas mientras Arthur se encontraba de frente a la puerta.
Sentí la mano de Oberyn tensarse al verlo.

POV Oberyn
-Niños vengan, les quiero presentar a alguien-. Dracarys se alejó de mi lado para acercarse a la cuna presente en la habitación y tomar a su bebé, la menor de ellas.

Se acercó de nuevo está vez con los mellizos lado a lado.

-Oberyn, ellos son mis hijos, ella es Allysane, el es Arthur y está pequeña de aquí es Shiera-.
-Niños, les presento a Oberyn Nymeros Martell príncipe de Dorne-.
-¿Eres un principe? Woow, eres de Dorne es increíble,  es fascinante, ¿Sabes pelear?-. Arthur fue el primero en hablar, al verlo veía a Tywin, pero cuando el hablaba veía a su madre.
-Soy considerado uno de los mejores con la lanza pequeño-. Mencione sonriendo, Dracarys rodó los ojos burlonamente.
-Tranquilo Arthur, no alimentes aún más el ego de Oberyn, si crece aún más no se que será de nosotros-. Ella había tomado a su hijo de la mano y ambos sonreían, el parecía entusiasmado, la niña me veía algo tímida y tomaba el vestido de su madre con su mano.
-¿Que tal si vamos a caminar a la costa? La marea está baja aún y el viento es favorable-. Mencione sonriendo, la verdad es que me interesaba pasar tiempo con ellos como una familia, sabía perfectamente que lamentablemente para Dracarys y para la desdicha de sus hijos nunca conocieron lo que era tener una familia plena.

La princesa de dragonesOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz