Feelings

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Ella aún estaba con su dragón, acariciando sus escamas mientras el bajaba la cabeza, por un momento me recordó a Fantasma cuando lo acariciaba.
-Dracarys...Yo...-. No alcanze a terminar la frase por que el dragón apenas avanze un paso camino rápidamente hacia mi, retrocedi hasta caer al piso mientras el dragón receloso me gruñia.
-¡Rhaegal no! El es un amigo-. Dijo Dracarys tocando el cuello del dragón, juro que vi el rostro antes tenso de este relajarse ante su toque, este simplemente se dió la media vuelta y volvió a su lugar para dejarse caer en la nieve.
-Lamento eso, puede llegar a ser demasiado protector-. Dijo ella ofreciéndome su mano para ponerme de pie.
-No hay por que pedir perdón pero para ser justos cuando Fantasma te conoció fue más amigable contigo de lo que él ha sido conmigo-. Dije bromeando.
-Bueno, Rhaegal aún no está acostumbrado a estar en un lugar en el que nos quieren... En Mereen la mitad de las personas nos querían ver muertas así que...-. la note algo apenada.
-Tranquila, estoy bromeando, por los dioses, no puedo creer que este viendo a un dragón con vida, todos los creímos extintos-.
-Lo se, pero los dragones han renacido con la Dinastía Targaryen-.
-¿Cuando partiras?-.
-¿Como lo supiste?-. Se miraba confundida.
-Cumpliste con tu misión... Eh jurado a mis hombres a los Targaryen, es todo por lo que regresaste al Norte-.
-No es solo eso, regrese por otros motivos Jon, me preocupa Sansa, me preocupa el interés que Petyr tiene en ella-.
-A mi tambien pero ¿que puedo hacer? Después de todo gracias a el tenemos a los caballeros del Valle con nosotros-.
-Tu no puedes hacer nada pero yo sí, no dejare que Petyr dañe a Sansa-.
-Cuando huiste del castillo... Yo... No lose, sentí que te había perdido-.
-No se puede perder algo que no es tuyo Jon-.
-Dracarys-.
-Escucha Jon, tengo que pensar por mi  pueblo, por mi familia... Por mis hermanos, mi abuela y mis hijos, Jon ya lo dije, no soy la misma de antes, ahora tengo una responsabilidad mayor-.
-Y... ¿Como son?-.
-¿Como son quiénes?-.
-Tus hijos-.
-Bueno...Estan Arthur y Alyssane, Arthur tiene el cabello rubio y ojos azules, su sonrisa es tan dulce, Tywin solía decir que era todo un Lannister, por el contrario  Alyssane es toda una Tyrell, su pequeño cabello es color café y sus ojos son tan verdes como el tallo de las flores, cuando sus pequeños deditos sostienen tu mano sientes que todo el  mundo se desvanece, Daenys... le llame asi en honor a mi hermana, tiene el cabello rubio mas claro y unos ojos entre verde y azul hermosos, su sonrisa es tan pura... Y luego esta Jon mi primogenito te juro que el es identico a Robert, sera un gran Lord-. Dije sonriendo...Mis hijos eran el más grande regalo que me habían otorgado los dioses, sin importar quienes fueran sus padres, yo los amaba a los 4 por igual.
-¿Cuantos años tienen?-
-Jon tiene 11, Arthur y Alyssane deben de tener 4 y Daenys apenas debe de tener 1-.
-Es increíble, 4 hijos... Nunca me lo pude imaginar-.
-Ellos son lo mejor que los dioses me han otorgado, son mis más grandes regalos y sin importar como hayan llegado a mi vida yo los amo por igual-.
-Eres una gran madre-.
-Desearia poder haber estado más tiempo con ellos... Apenas nació Jon tuve que partir y con Arthur y Alyssane aunque las circunstancias fueron diferentes no pude estar tanto con ellos-.
-¿Por que? ¿Que ocurrió?-.
-Los celos de Tywin fueron los que pasaron... Creaslo o no fue un buen esposo hasta que ese tormentoso día llegó, ese día todo rastro de cariño que le tenía a Tywin se borró-.
-Cuando discutimos el otro día tu dijiste que te habían hecho algo horrible... ¿Fue el?-. Jon ni siquiera​ pudo decirlo.
-Si, Tywin se transformó en un mounstro, me alejo de mis hijos, me profanó y me encerró en los calabozos pero ni siquiera eso pudo destruirme, mi abuela me saco de allí a las semanas-.
-Yo nunca pensé que hubieras pasado por todo eso... Nunca lo mandaron en las cartas a la Guardia-. Dijo triste.
-Sabes bien que nunca se menciona lo negativo, nunca se mencionan las humillaciones, así funcionan las cosas en este mundo, hay personas que están arriba y otras que están abajo, pero eso algún día cambiará, cuando Daenerys este en el poder habrá justicia y nunca nadie será humillado injustamente nuevamente-.
-Me gusta ver a esta Dracarys, desde que llegaste al palacio no lo habías hecho-.
-No me puedo dar ese lujo Jon, al menos no con los demás... Soy la princesa de Rocadragón por lo tanto soy heredera al trono, en estos momento represento a mi hermana y debo demostrar que somos el lado ganador de esta guerra, debo de ser fuerte-.
-Todo lo saben, pienso que yo no fui el único en apreciar el fuego en tu mirada al estar montada en tu dragón, eres una reina, cuando aparezcas montando a tu dragón en batalla todos correrán pensando que han visto al fantasma de Visenya Targaryen, eres fuerte, de no serlo habrías muerto en Desembarco-.
-Jon...Yo-.

Sus ojos me hipnotizaban, sus labios eran lo que más deseaba en ese momento, hacia cuanto no los tocaba, había soñado con hacerlo, atesoraba el recuerdo de como se sentía su tacto, sus calidas manos tocando mi rostro y sus labios que parecían de terciopelo, algunas veces llegue a pensar que los dioses nos habían hecho el uno para el otro, en ese momento añoraba que me tocará, lo necesitaba para vivir.

Olvide todo al sentir sus labios, en ese momento no importaba nada ni nadie, éramos solo el y yo, un hombre y una mujer dándose una prueba del amor latente entre ambos, no importaban los títulos, no importaba la guerra, tome su cabello y jugué con el, buscábamos nuestro tacto con desesperación, nos necesitábamos, nos extrañabamos.
Por falta de respiración despegamos nuestros labios después de varios segundos que parecían horas.
-Dracarys lo siento... Yo no lo pude resistir-.
-No tienes por que pedir perdón Jon, yo no opuse resistencia... Solamente te pediré que no lo vuelvas a hacer, especialmente en estos momentos tan complicados en el reino-. Me puse de pie y salí, tuve un momento de debilidad y no podía con ello,tenía que permanecer fuerte y no dejar que mis sentimientos nublaran mi juicio.

La princesa de dragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora