Prisioner

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Ante mi estaba Mereen,la ciudad esclavista más grande de la bahía subyugada por las delicadas manos de mi hermana Daenerys De la Tormenta.
Avance con mi yegua a las afueras de la ciudad, sólo que mi paso fue frenado por los inmaculados.
Ellos hablaban una combinación de Bajo Valyrio y Ghiscari por lo cual se me dificultaba entender sus palabras.
-¿Que pasa?-. Me preguntó confundido Skandar.
-Ellos no hablan alto Valyrio o lengua westerosi, no entiendo que dicen-.
-Muestrales tu rostro, te deberían reconocer-.
-Me fui en medio de la conquista, nisiquiera me parezco a mi hermana seguramente no me reconocerán a pasado demasiado tiempo-.
-Llevenme con la reina-. Dije tratando de comunicarme con ellos,entendieron que me refería a hablar con Daenerys por lo que abrieron las puertas de la ciudad, nos hicieron bajar de los caballos y se los llevaron, con lanzas nos custodiaron a ambos y nos hicieron caminar hacia la gran pirámide de Mereen, la gente nos miraba extrañados, por nuestras ropas westerosi y por tratar de cubrir mi rostro con una capa color morado oscuro que ahora se manchaba de tierra.
Al llegar a la pirámide uno de los guardias ingresó al que seria el salón del trono y nos dejó al cuidado de el otro. Tardó unos minutos y después nos dejaron pasar, miraba muy poco debido a la capa pero hice un esfuerzo en caminar sin chocar.
-¿Quienes son ustedes? ¿Que los ha traído a Mereen?-. La voz de Dany retumbó en mi corazón, hacia tanto que no la escuchaba, la extrañaba demasiado.
-Usted majestad, hemos venido desde Poniente-.
-¿Espías de los Lannister acaso? Si es en ese caso son los peores en su oficio, solamente un tonto se mete en las fauces del dragón-.
-No...hemos venido hasta aquí para ayudarte a tomar todo lo que te quitaron sangre de mi sangre-. Las palabras salieron de forma automática de mis labios, el fuego esa sensación llameante al estar cerca de ella me hacía hablar.
-Sólo una persona en este mundo me ha hablado de tal manera, ¿Dracarys? -. Dijo parándose de su trono.
Se bajó de el y ambas avanzamos hasta quedar unidas en un fuerte abrazo.
-Daenerys, me haz hecho tanta falta hermana-. Dije con los ojos cristalinos, el abrazo dejaba una sensación de felicidad y me sentía completa al tenerla cerca-.
-Mi pequeña hermana, todo está bien-. Dijo acariciando mi espalda, después de un delicado tirón quito de la capa para revelar mi cabello.
-Por todos los dioses posibles, te ves tan hermosa, creciste tanto en unos años,ven tenemos asuntos que discutir-. Dijo tomando mi mano y con ello guiandome hacia los adentros de la pirámide con ella.
-De hecho Daenerys, no vine sola... el es Skandar, mi guardia personal-.
-¿Es de confianza?-.
-Puse mi vida en sus manos, crecí a su lado, es leal a la Casa Tyrell y la casa Tyrell es leal a ti, es de mi entera confianza-.
-Bien, entonces es de mi entera confianza también, Missandei porfavor guía a nuestro invitado a una recámara-. Nisiquiera me había percatado de su presencia, cuando lo hice camine hacia ella y la estreche en un fuerte abrazo, ella sonrió y le prometí hablar con ella más tarde, me despedí momentáneamente de Skandar y partí con mi hermana.

Avanzamos al interior de la pirámide hasta una de las habitaciones superiores.
-Esta será tu recámara, daré órdenes para que te envien ropa, mientras tanto recuestate y descansa, cuando despiertes todo estará listo-. Mire a Daenerys

 Mire a Daenerys

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La princesa de dragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora