La princesa de dragones

The Dragon's blood

Desperté temprano ante un rugido proveniente de las afueras del Castillo »Drogon« pensé para mí misma.
Salí de mi cama para avanzar rápidamente entre los corredores, hasta llegar a la salida del castillo, mire a Daenerys mirando a drogon volar en la lejanía, absorta en sus pensamientos, me acerque hasta tocar su brazo y ella salió de aquel trance de pensamientos, tenía una mirada triste y apagada.
No dije nada, solamente me quedé parada a su lado mirando a Drogon y a Rhaegal el cual se había unido a su hermano en el cielo.
-Son hermosos, ¿No lo crees?-. Me dijo ella
-Son el fuego mismo, son lo más perfecto qué hay-. Le respondí yo.
-Tu crees que cuando el Sol salga por el oeste y se ponga por el este... Cuando los mares se sequen y las montañas se mezan como hojas al viento. Cuando mi vientre vuelva a agitarse y de a luz un niño vivo. Entonces Drogo... Rhaego... Viserion,Volverán?-.
-Ellos volverán Daenerys y algún día los veremos, volverás a estar con ellos y volverás a sentir esa llama en tu corazón-.
-Yo... No pude hacer nada para salvarlo, desearía no haber ido, no haberlos llevado... Todo es mi culpa-.
-Las cosas están destinadas a pasar, y todo lo que hemos pasado, será para un bien mayor, utiliza ese dolor que hay en tu corazón para impulsarte, para darte esa fuerza que necesitas para seguir adelante, para vencer, pronto el trono será tuyo hermana y todo y todos lo que haz perdido habrán sido vengados, todo habrá valido la pena, porque ese dolor que sientes es el que te a convertido en la persona que eres ahora, no mires atrás, no mires atrás nunca-.
Ella no dijo nada, solo siguió mirando a nuestros dragones.
-Ire adentro, Ally, Arthur y Dae ya están aquí, puedes verlos cuando quieras, después de todo aún no conocen a su tía Daenerys, si quieres hablar de esto Daenerys, podremos hablarlo cuando estés lista-.
-No deseo hablarlo... En unos momentos estaré con ellos... Solo dame un tiempo para estar sola-. Dijo ella apagada, no respondí y me fui de allí, necesitaba procesarlo sola, aunque en este momento no había tiempo para lamentaciones, estábamos en tiempo de guerra.
Camine hasta la habitación de mis hijos, entre tratando de hacer el menor ruido posible, los mire dormir, era tan tranquilizante, ellos estaban a salvó y eso era lo que más me importaba, eran tan inocentes, me deprimía tanto pensar que nacieron en un mal tiempo, nacieron en medio de una guerra teniendo que sufrir las consecuencias sin ser culpables de nada.
Los mire y pensé en cuántos momentos había perdido,pero todo era por su bien, mientras ellos estuvieran a salvó todos los sacrificios que hice, todas las personas que eh amado y perdido... Todo habrá valido la pena.
Al parecer los pequeños sintieron mi mirada porque se despertaron estirándose y rascando sus ojos.
-Mami-. Dijo Allysane.
-Hola niños, ¿Están bien?¿Como durmieron?-. Respondí yo caminando hacia su cama
-Bien mami, mientras estemos contigo nada nos puede faltar-. Dijo Ally.
-Mama ¿Dónde está Jon? Quiero jugar con él,lo extraño mucho-. Me dijo Arthur.
-El...el está en otro lugar, miren el papá de Jon le dejo un castillo y Jon está allá, donde el pertenece-. Dije abrazándolos
-Y...¿nosotros a donde pertenecemos madre?-. Pregunto Allysane inocentemente.
-Ustedes encontrarán su lugar en algún momento, como ustedes saben su padre también les dejo un gran castillo a ustedes pero cuando crezcan ustedes serán capaces de decidir si quieren vivir en ese gran castillo o quieren ir a cualquier otro lugar, ustedes encontrarán su lugar por ustedes mismos-.
La puerta se abrió revelando a Daenerys, la cual se quedó parada mirándonos, sus ojos se cristalizaron y su mirada y gestos se suavizaron.
-Mami¿Quién es ella?-. Dijo Allysane separándose un poco de mí.
-Ella es su tía Daenerys, mi hermana-. Le respondí sonriendo.
-Mami, mami ella tiene el cabello como Daenys-. Señalo Arthur.
-Si mi niño, el cabello rubio casi blanco es algo característico de nuestra familia mi pequeño, los Targaryen-.
-Y ¿Porque tú no lo tienes así mami?-. Me cuestiono Allysane.
-Porque yo no soy completamente Targaryen, soy mitad Tyrell niños y la mayoría de los Tyrell somos de cabello castaño-.
-Mami, quiero jugar con ella, en el castillo no tenía a nadie más con quién jugar-. Mencionó Ally haciendo un puchero.
-Bueno Ally, eso depende de Dany, pregúntale a ella-. Inmediatamente bajo de la cama y se acercó a mí hermana la cual se arrodilló para quedar masomenos a la altura de la mayor de mis hijas.
-Tia Daenerys...¿Querrías jugar conmigo?-. Pregunto Allysane apenada mirando hacia abajo jugando con la tela de su pequeño vestidito.
-Para mi sería un honor-. Respondió sonriendo.
-Pero jugarán después de el desayuno-. Les dije a ambas
Dany se levantó y la tomo de la mano para encaminarse hasta el comedor,yo tomé a Arthur de su brazo eh imite su acción, al llegar senté a mi pequeño Guerrero en la silla frente a mí y pase a sentarme a un lado de Daenerys, ella estaba en la cabeza de la mesa mientras Allysane estaba a un lado de Arthur. Poco después Willas llegó, el tomo asiento a mi lado .
Apenas nos sentamos nos sirvieron el desayuno y cuando hiba a probar bocado Daenerys me detuvo.
-Aun no estamos todos aquí, hay que esperar un poco más-. Me dijo ella.
Inmediatamente pensé que se refería a Missandei y Gusano Gris, después de todo siempre comían a nuestro lado, sin embargo me sorprendí cuando vi a un Jon Snow sin su armadura avanzando para tomar lugar en la mesa, nisiquiera levanto la mirada en todo el recorrido, solamente tomo asiento sin prestar atención a nada, estaba metido en sus pensamientos aunque tenía una mirada y un caminar somnoliento. Sin embargo los hombres que Hiban detrás de él ni tomaron asiento de manera inmediata como él, si no que se mantuvieron de pie de manera respetuosa esperando la invitación de Daenerys para unirsenos, todos quedamos en silencio a excepción del carraspeo emitido por Davos lo cual hizo reaccionar a Jon, el cuál casi como un instinto se puso de pie. A continuación fue Daenerys la que se levantó de su asiento, tanto yo como mis hijos y Willas imitamos su acto.
-Bienvenidos a Rocadragon, se quedarán aquí hasta que se recuperen de sus heridas y descansen, después de eso podrán partir, antes de que tomen asiento me honra presentarles a mis sobrinos, hijos de mi hermana Dracarys Targaryen-Tyrell Princesa de Rocadragon y heredera de los Siete Reinos. Arthur y Allysane Lannister, también tenemos la compañía de Lord Willas Tyrell, Señor de Altojardin, ahora sean mis invitados y únanse a nuestra mesa-. Concluyó ella tomando asiento de nuevo. Los hombres se unieron y todos nos sentamos juntos, Jon estaba casi enfrente mío, supongo que se le dificultaba mirarme o mirar a mis hijos, despues de todo Arthur era el reflejo de su padre, era todo un Lannister y Allysane, Allysane en sus ojos tenía los verdes paisajes que rodeaban Altojardin, en ellos el reflejo de la vida misma se apreciaba.

Comí tratando de ignorar el hecho de que Jon estaba casi enfrente mío y trate de actuar con naturalidad ante mis hijos, al terminar la comida me levanté rápidamente, me dirigí hasta mis hijos y los tome del brazo para llevarmelos
-Daenerys,como comprenderás necesito pasar tiempo con mis hijos, ¿Podría retirarme?-.
-No es necesario pedir permiso, entiendo eso, espero pasen un buen día juntos, y Allysane, no olvides que tú y yo tenemos una cita pendiente-.
-Nunca lo olvidaría Tía Dany-. Dijo mi pequeña sonriendo.



-Bueno, provecho a todos y tengan un buen día-. Dije sonriendo, para después retirarme con mis hijos.

Camine con ellos hasta afuera en donde Drogon y Rhaegal se encontraban descansando tendidos en el piso.
-Bueno, quiero presentarles formalmente a Rhaegal y Drogon, nuestros dragones-.
-El verde es muy bonito mami-. Dijo Ally.
-No, el negro con rojo es más bonito-. Le respondió Arthur.
-Tu no sabes nada-. Le respondió Allysane enojada.
-Tu eres una tonta-. Continúo la pelea Arthur.
-Son hermanos, no quiero escuchar que se vuelvan a pelear o insultar ¿De acuerdo? Ambos son hermosos a sus diferentes y únicas maneras. Yo soy la jinete de Rhaegal-.
-¿Cuando podremos tener nuestros dragones?-. Pregunto Arthur.
-Por ahora... Los únicos dragones que existen son ellos 2, pero espero en un futuro encontrar más huevos y poder eclosionarlos-. Les respondí.
-Mami... Nos hiciste mucha falta-. Me dijo Allysane cambiando el tema y mirando hacia abajo.
-Si mami,aunque el tío Willas y la abuela Olenna se esforzaron por no dejar que tú ausencia se notará tanto... No era lo mismo estar sin ti mami-.
-Yo... Lamento haberles hecho pasar todo este tiempo sin mí, pero era peligroso para ustedes, quiero que entiendan que todo lo que haga siempre será por su bien, para poder darles un futuro tranquilo a ustedes y a sus hermanos, les prometo que estaré el mayor tiempo posible con ustedes y recuerden que aunque no esté con ustedes físicamente siempre estaré con ustedes en sus corazones-.
-Te queremos mami-. Dijo Allysane abrazándome, Arthur la imitó.
-Ahora vengan, veamos a los dragones volar-.
Nos sentamos en la costa, mirándolos danzar en el aire, jugando, en ese momento los dragones me recordaban a mis propios hijos y me sentía más feliz que nunca... La calma había llegado a mi después de la tormenta, pero solamente era una de las Miles de tormentas que tendría que afrontar por mí familia, por un futuro mejor... Por mi legado.