Nissa Nissa

766 52 7
                                    

Hablar con los señores del Dominio y los de Bastión no era una tarea fácil, hombres aguerridos, muchos de ellos lucharon para derrocar a mi padre, a mi familia del trono, aquellos que no lo habían hecho habían aceptado el mandato de Robert demasiado fácil para mí gusto, pero al fin de cuentas era lo necesario, adaptarse o morir, su,,,, propia hermana se había casado con aquel que su hermano había llamado "usurpador" le había dado un hijo, aquel niño que todos decían era el vivo reflejo de Robert en su juventud, aquel niño tierno que ahora ella quería como si fuese suyo, hacía algunas horas aquel hermoso niño yacía a su lado ya en un profundo sueño, acariciaba su cabello suavemente, ¿cómo lo mantendría a salvo? ¿Como mantendría a toda su familia a salvo, a sus sobrinos, a su hermana? No había podido salvar a Drogo, sacrificó a Rhaego en vano, desde aquel día la niña tonta había muerto, la niña murió, se quemó en aquella pira junto a el cuerpo de Drogo, y de esas cenizas nació una reina, pero, ¿de qué servía serlo si a pesar de ello era incapaz de salvarlos?, por su cabeza los rostros de aquellos inocentes libertos a los cuales les había fallado, a su propio hijo  Viserion, trato de dejar los fantasmas de su pasado atrás para poder dormir, necesitaría fuerza para lograrlo, además necesitaba concentrarse.
La mañana era helada, como prueba del paso de la muerte por la tierra, se levantó de su cama cobijando a el pequeño para que no resintiera su ausencia, se vistió apropiadamente, esperó la presencia de Missandei para que me ayudase a trenzar mi cabello, una tradición Dothraki, sin embargo desde la perdida de mi hermana me había rehusado a trenzarlo como siempre, había perdido una batalla pero no la guerra, por lo cual parte de mi cabello yacía suelto
-¿Esta lista majestad?-.
-Nunca se esta completamente, pero tengo que convencerlos, esta es la única forma, mientras esto ocurre Jon estará presente, quisiera que lo cuidarás, es valiente pero me preocupa su seguridad, no confío en los norteños aún por completo y mi ejército está diezmado, necesitamos sus ejércitos si queremos sostener una  oportunidad ante ellos-.
-Lo logrará mi señora, logró convencer y darle esperanza a miles de esclavos, recuerde el porque de estar haciendo esto mi reina, nosotros estamos de su lado-.
-Solamente ustedes-. En los sueños de la joven reina en Desembarco todas las puertas parecían rojas, pero ahora que estaba aquí se daba cuenta de su soledad, se sentía extraña a todo aquello, ajena, pérdida. Había perdido tanto por tan poco a su parecer.

Su cabello estaba ya listo, sus ropas, todo, se miró al espejo tratando alzando su barbilla "como una reina, recuerda tienes que parecer una reina" se repetía en su mente, para ella misma ya no era una reina, una reina tenía el control, el poder, era amada y respetada, en aquellas tierras nadie la amaba, mucho menos la respetaban, si no fuera por sus dragones nadie la hubiese seguido, no tenía el control de nada, nisiquiera de su propia vida, ella era la reina de nada, la reina de nadie.
Trató de disuadir los pensamientos en su mente, le pidió a Missandei que alistara a su pequeño sobrino para que la acompañase.
Cuando estuvo todo listo se encaminó de la mano de su sobrino a las afueras del campamento, donde los abanderados Baratheon y Tyrell ya se reunían.

-Sean bienvenidos mis señores, lamento que nos conozcamos en esta penosa situación-.
-Mi reina-. Se arrodillaron todos, la reina no ocultó su sorpresa, hacía tiempo no veía algo así a menos de que se les obligase a hacerlo, nisiquiera los norteños lo habían hecho. Pensó que sería más difícil, aquellos que habían peleado contra su familia ahora se arrodillaban ante ella, una Targaryen, pero entendía la situación, no era por ella precisamente, era por su sobrino, la unión de él venado y el dragón, si no fuese por él, ellos no habrían atendido la llamada, si no fuese por él, al reconocerlo a él, la reconocían a ella como su reina, los ejércitos Tyrell también estaban allí, ellos estaban por su hermana, pero ¿quién estaba por ella? ¿Alguno de ellos realmente tenía fe en ella?.
-Los eh reunido aquí porque tenemos una guerra que pelear, el ejército de los muertos marcha ahora mismo, la batalla será a las puertas de la capital, la prioridad es la seguridad de Jon de la Casa Baratheon, el ejército de los muertos a incrementado, cada alma que asolan es un soldado más, su centro de poder está consolidado y fortificado, no importa cuántos matemos, mientras el rey siga en pie todo será inútil, la orden es sobrevivir el mayor tiempo posible mientras  logramos avanzar hacia el rey nocturno, recuerden su muerte es darle un soldado más a su ejército, hoy mis señores luchamos por la vida, por los siete reinos, hoy la lucha es por los vivos-.
-Lucharemos y moriremos por los siete reinos majestad, lo juro ante los dioses, los nuevos y los viejos, solo le pido una cosa... permítame ver a el joven Willas Tyrell, quisiera presentarle mis respetos a mi señor, le fallamos en proteger a su abuela, le fallamos en proteger a la familia Tyrell, ahora pagaré mi deuda-.
-Mi señor, me temo que Willas no se encuentra aquí, está con el resto de mis sobrinos, cuidando de ellos, pero Garlan se encuentra aquí, si gusta podría hablar con él-.
-Se lo agradezco majestad-.
-Missandei, conduce a nuestro invitado a la carpa de ser Willas, porfavor-. La joven asintió y lo acompañó.
-Sean bienvenidos e instalence, los preparativos para la guerra serán discutidos al terminar la cena-. Con esto Daenerys se retiró, estaba cansada a pesar de que el día recién comenzaba.
Camino hacia las afueras del campamento, necesitaba paz, silencio... observó una silla de ruedas, con su dueño sobre esta.
-Majestad-. Dijo el joven Brandon Stark.
-Bran...¿que haces aquí?-.
-Supuse que usted estaría aquí, necesitaba hablar con usted-.
-Si no te molesta, ahora quisiera estar sola-.
-¿Había escuchado alguna vez sobre la profecía del príncipe prometido?-.
-Algunas veces... vagamente si soy honesta-.
-Azor Ahai renacerá,por ende Nissa Nissa lo hará también-.
-Cuéntame la profecía-.
-...-.

La princesa de dragonesWhere stories live. Discover now