Capítulo uno.

374 30 7
                                    

¡Hola! Está es una de esas historias que tenía guardada en mi portátil y que llevaba escrita un tiempo. Espero que os guste. He cambiado mi forma de escribir, pero solo para está fic, la otra, que estoy corriendo, seguirá igual. 

Nada más abrir la puerta de mi antiguo apartamento los recuerdos me inundaron. Volví a verme a mí, jugando allí con Tristan como si fuéramos niños, como si no importará nada más que nosotros dos. Y así fue, durante un tiempo. Lo siguiente que recordé fue nuestra pelea, y como poco a poco habíamos ido distanciándonos hasta que se rompió la relación... Y el grupo. Durante todo este tiempo había mantenido el contacto con Connor y con James, pero no había vuelto a ver a Tristan.

Con un suspiro, metí dentro del apartamento la maleta que traía conmigo y cerré la puerta. Caminé hasta llegar al sofá y me dejé caer allí lentamente, con los ojos cerrados. Los recuerdos seguían llegando tras mis ojos cerrados y yo no podía hacer nada. Había vivido grandes momentos viviendo allí, y aunque me dolía, tenía que admitir que echaba un poco de menos todo eso. Escuché el sonido del timbre y abrí los ojos.

Me costó un poco, pero conseguí levantarme del sofá, dejando parte de mi pena allí mientras caminaba lentamente hacía la puerta. Frente a mi estaban mis mejores amigos, las personas que mejor me conocían y las que siempre me habían apoyado en mis decisiones. Sentí una punzada en el pecho cuando miré por detrás, esperando ver a Tristan por allí, pero no fue así. Connor notó mi cambió de humor y se adelantó, rodeando mis hombros con su brazo.

- Lo siento..

- No pasa nada. - Negué con la cabeza, retándole importancia al asunto. 

Sabía que mis amigos no me habían creído, pero no podía contarles que en realidad echaba muchísimo de menos a Tristan y que extrañaba mucho verlo. James entró en mi apartamento, cerrando la puerta detrás de él y se acercó hasta donde estábamos Connor y yo para darme un abrazo que Connor no dudó en secundar. Sonreí ampliamente. ¡Cuanto había echado de menos a mis amigos!

Después de ese gesto tan nuestro, James se apartó, y yo obligué a Connor a girarse para poder caminar hasta el sofá y tomar asiento. Mis amigos me imitaron poco después y vi que James miraba en dirección a mi maleta, que ni siquiera me había molestado en esconder o llevar a mi habitación. Estaba cansado del viaje y decepcionado por que pensaba que Tristan estaría allí para recibirme.

- ¿Que tal el viaje?

La pregunta de James me sacó de mis pensamientos y intenté sonreír mientras miraba en su dirección. Ellos, junto con Joe, habían sido los únicos que sabían que me había ido a vivir con mis padres. Necesitaba espacio así que había vuelto a casa para intentar seguir con mi vida después de que Tristan y yo rompiéramos. Tragué saliva y intenté mantener la sonrisa en su lugar. 

- Muy bien. Fue muy agradable volver a casa. Estar tranquilo, pasear...

"Olvidar". Pensé, aunque no lo dije. Desde luego ese tiempo en casa me ayudó mucho a poner en orden mis ideas y por eso había decidido volver a Londres, por que echaba mucho de menos también lo que me había obligado a mi mismo a dejar atrás.

- Pero nos echabas de menos. - Comentó Connor.

- Por supuesto. Fuistéis mi mejor apoyo durante seis años.

- Y lo seguiremos siendo ahora, Brad. Eres nuestro mejor amigo.

Mientras hablaba, Connor había deslizado la palma de su mano sobre la mía y en ese momento nuestros dedos se encontraban entrelazados entre si. James se unió después, colocando su mano sobre las nuestras mientras entrelazaba su mano libre con la de Connor. Ese simple gesto me hizo temblar, pero mis amigos no parecieron percibirlo, y si lo habían hecho, no dijeron nada. 

 Levanté mi mano, la que estaba libre y me limpié un par de lágrimas rebeldes que habían escapado de mis ojos. Sorbí por la nariz, dejando que los recuerdos volvieran a invadirme, a invadirnos, y me dejé llevar por ellos por que aunque dolían, habían sido los mejores años de mi vida y no era tan fácil dejarlos atrás.

Después de un buen rato así, James se apartó, y Connor se inclinó sobre mi, limpiando los rastros secos de las lágrimas mientras sonreía tratando de animarme. No sabía a donde había ido James, pero tampoco me importaba. Para mi sorpresa, James volvió poco después, con tres copas y una botella de vino que yo no recordaba haber tenido allí.

- Tristan la trajo. - Se encogió de hombros después de hablar.

Volví a sentir una punzada en el pecho y recordé que cuando me había ido, Tristan había seguido viviendo allí durante un tiempo, aunque no demasiado. James me había contado que Tristan finalmente se había ido a vivir solo. Aunque yo no se lo había pedido, los chicos estuvieron espiando a Tristan solo para saber si estaba bien y nuestra ruptura no le había ir hacía un lado oscuro. 

Connor me tendió la copa, que yo no había visto ante mis ojos antes y tras un breve brindis de bienvenida, los tres sorbimos de la copa. Durante la siguiente hora bebimos y compartimos recuerdos graciosos, riendo a carcajadas y dejando atrás una vez más, los malos recuerdos. Una de las veces en las que Connor se levantó para ir al cuarto de baño, tropezó con uno de los cojines y se cayó de culo, provocando que James y yo nos riéramos y Connor se fuera al cuarto de baño avergonzado.

Había extrañado mucho lo patosos que podíamos llegar a ser algunas veces. 


Stolen moments ∆ TradleyWhere stories live. Discover now