Capitulo veintiuno.

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Connor tiró de mi para hacerme entrar en su apartamento. Para ese entonces, y debido a los nervios que sentía me había quedado paralizado. Cada vez era más consciente de lo que estaba a punto de pasar allí. El escocés me abrazó, tratando de darme confianza y yo sonreí, aunque más bien pareció una mueca. Una parte de mi quería salir corriendo de allí y esconderme debajo de la cama. Pero sabía que estaba haciendo lo correcto.

Dejé escapar un suspiro de manera involuntario, y Connor, que había notado mis nervios, me pasó las manos por los brazos, tratando de calmarme y lo agradecí. James apareció por el pasillo, con un vaso entre las manos que no dudó en tenderme cuando estuvo frente a mi. Olía a té de menta y lancé una tímida sonrisa en su dirección para darle las gracias.

- Todo va a salir bien. - Comentó  Connor, dándome ánimos.

- ¿Quieres ver que ha preparado Connor? - Me preguntó James y asentí.

Mi amigo sonrió, y cogió el vaso que yo no había casi tocado para poder cogerlo él dejando que Connor entrelazara su mano con la mía y tirara de mi para llevarme al salón. Mi boca se abrió de sorpresa en cuanto entramos en la estancia. Connor había colocado un mantel de color rojo en la mesa, acompañado por servilletas y copas. Con la llegada de la navidad, los adornos navideños estaban también colocados por allí.

La habitación parecía mágica y encantadora. Me sentí un poco más tranquilo al descubrir que Connor se lo había tomado enserio, que quería ayudarlo con todas sus fuerzas. El sonido del timbre me asustó y di un bote en mi sitio, escuchando a Connor reírse a mi lado. James rodó los ojos y se apartó, saliendo del salón para ir a abrirle la puerta a Tristan. Connor se llevó mi chaqueta y la rosa que ya no recordaba sostener entre mis dedos.

Sentí un empujón en la espalda y tropecé hacía delante. Sentí unos brazos rodearme y aspiré el aroma de la colonia de Tristan, que ya era más que conocido para mi. Cerré los ojos durante un segundo, dejando que Tristan me sostuviera mientras imaginaba que estábamos los dos solos allí, sin Connor ni James. Pero mi burbuja se rompió en cuanto escuché la risa de James. Abrí los ojos y me ruboricé, apartándome de Tristan deprisa.

Connor volví al salón y al ver la situación, alzó las cejas, como si pudiera imaginar que era lo que había pasado allí. Sentí como me sonrojaba y por un momento la idea de huir volvió a aparecer en mi cabeza. Tampoco me dio tiempo a pensarlo demasiado. James me cogió del brazo, tirando de mi para llevarme hasta la cocina donde había cuatro copas de vino sobre una de las encimeras. Sin dudarlo, me tendió una, cogiendo él otra poco después. 

El sonido del choque de nuestras copas fue lo único que se escuchó allí. Me llevé la copa a los labios, oliendo el vino antes de dar un pequeño sorbo. Reconocía ese sabor por que era uno de mis vinos favoritos. Di un nuevo sorbo, esa vez un poco más largo y recé para que el vino consiguiera que poco a poco el miedo que aún tenía, fuera desapareciendo. James me dio un toquecito en el hombro y yo dejé de pensar en eso para centrarme en él.

- ¿Te sientes mejor?

De algún modo, yo ya esperaba esa pregunta. Asentí con la cabeza después de unos segundos de vacilación y James sonrió un poco. Esperaba que me creyera, por que hasta yo me estaba creyendo que poco a poco me sentía mucho más preparado para contarle a Tristan mis sentimientos. Se podían escuchar voces fuera de la cocina y supuse que Connor estaría haciendo de las suyas con Tristan. No me equivocaba.

Cuando James y yo volvimos a salir vimos que Connor estaba, de algún modo, arreglando el vestuario de Tristan. Le había atado la corbata en la frente y desabrochado varios de los botones de su camisa que en ese momento dejaban a la vista parte de su pecho y del bello que Tristan tenía en ese lugar. También le había quitado la chaqueta y arremangado las mangas de la camiseta que llevaba. Literalmente lo había desarreglado.

- ¿A que está más guapo así? - Preguntó Connor, en un tono inocente.

James y yo nos miramos y después miramos en dirección a Tristan, que parecía estar pidiendo ayuda para arreglar esa situación. Finalmente, le tendí mi copa a James y me acerqué hasta donde estaban Connor y Tristan. Aparté con cuidado a Connor y me situé frente a Tristan. Por un momento ninguno de los dos dijo nada. Sentía los ojos del rubio fijos en mi y eso me dio un poquito más de la confianza que parecía haber perdido.

- ¿Confías en mi?

- Si. - Contestó Tristan de manera automática.

La diversión empezó en cuanto Tristan dijo "si". Muy lentamente, levanté las manos, comenzando a desabrochar uno a uno los botones, dejando los dos últimos sin desabrochar. Sonreí de manera inocente y me mordí el labio al mirar hacía el pecho de Tristan. Estaba muy guapo así, aunque aún le faltaba algo. Rápidamente pasé las manos por su pelo, ganándome un sonido de fastidio de su parte. 

- Tendrás que pasar así toda la cena. - Dijo James detrás de mi.

- ¿Qué? - Preguntó Tristan.

- Como lo oyes. - Respondió tranquilamente James.

- ¡Pero no es justo! - Se quejó Tristan.

- ¿Por qué no? A mi me parece que vas muy guapo así. - Preguntó Connor, en el mismo tono inocente que yo había usado antes.

- ¡Por que estoy medio desnudo!

- ¿Y que propones? - Preguntó Connor, que parecía tremendamente divertido con la situación, y no era para menos.

- Pues... - Contestó Tristan, aunque no terminó su frase.

Sus manos ya estaban tirando hacía atrás de mi chaqueta, dejando que ésta cayera al suelo detrás de mi. Tiró de mi camiseta para sacarla del interior de mis pantalones. Yo cerré los ojos ante esa nueva cercanía y aspiré el aroma de su colonia. Tristan se alejó de mi, y sus manos pronto acariciaron mis rizos, despeinandolos y mandando corrientes eléctricas (de nuevo) por todo mi cuerpo.

- Mucho mejor. - Susurró el rubio para que solo yo pudiera escucharle.

Sentí una corriente de aire y supe que Tristan se había ido, y no me equivocaba. Al volver a abrir los ojos, Tristan estaba frente a Connor, arreglándole también para la cena. Connor ni se sorprendió cuando Tristan lo despeinó (parecía tener algún tipo de problema por cómo íbamos peinados) y, como yo había hecho con él, le desabrochó toda la camisa salvo los últimos botones.

También se apartó de mi amigo para acercarse esa vez a James, que lo esperaba con una sonrisa en los labios y estiró los brazos en cuanto el rubio llegó. Las manos del rubio llegaron al pantalón de James y para sorpresa de todos los allí presentes, se los desabrochó y bajó de un solo tirón. Tristan se apartó de él segundos después, con una sonrisa en los labios y se giró para poder mirarnos a Connor y a mi.

- Listo. 

QUERIA AVUDAR QUE HABRÁ MARATÓN LA SEMANA QUE VIENE. Y QUE HABRA MUCJO AMOR Y DRAMA (SEGURAMENTE MAS DE LO ULTIMO QUE LO PRIMERO, PERO.)

Stolen moments ∆ TradleyWhere stories live. Discover now