Capitulo cincuenta y dos.

73 13 5
                                    

Una hora más tarde, y con la mesa puesta y la comida preparada, el timbre de casa sonó. Decidí salir yo, por que Tristan no había terminado aún de arreglarse y no quería hacer esperar a mis amigos. En cuanto la puerta se abrió, Connor entró como un huracán, casi tirándome al suelo.

Por suerte James entró detrás de él y consiguió cogerme antes de que me cayera al suelo. Dediqué a mi mejor una mirada que bien podría matarle y recibí a cambio un encogimiento de hombros por su parte. Dejé escapar un suspiro y me apoyé contra James para ponerme en pie.

- Gracias.

- No sé por qué está tan emocionado hoy. Otros días no está así.

Me mordí la lengua, no queriendo adelantar nada de lo que iba a pasar y simplemente me encogió de hombros, como si fuera algo habitual y normal por parte de Connor. Tristan apareció por el pasillo vestido con unos pantalones de rayas y una camiseta blanca. Se había medio recogido el pelo largo.

No pude evitar quedarme mirándole embobado. Estaba realmente guapo vestido así, aunque claro, a mi Tristan nunca me había parecido feo. Balbuceé algunas palabras y sentí un codazo de James en mi costado que, de algún modo, me hizo volver a la tierra. Vi a Tristan saludar a Connor con un abrazo y después como se acercaba hasta donde estábamos nosotros.

- ¡Jameeez!

- Titty. ¿Como estás, eh?

- Muy cansado. No sabía que complacer al pequeño Braddy iba a ser tan cansado.

Tristan me guiñó el ojo y yo me ruborice. Si no fuera por que nuestros amigos estaban allí, ya le habría dado algún empujón y le habría dicho que no dijera esas cosas. Pero estábamos entre amigos y sabía que James y Connor lo entendían por que Tristan siempre había sido así cuando habíamos estado juntos.

- ¿Habéis estado haciendo bebés?

La pregunta de Connor lo único que hizo fue que el rubor que cubría únicamente mis mejillas, pasara a cubrir todo mi rostro. Carraspeé y me disculpé con ellos fingiendo que tenía que ir al cuarto de baño. Literalmente corrí por el pasillo cuando les perdí de vista. Una vez en el baño, tiré del cuello de mi camiseta para apartarlo y abrí el grifo.

El agua fría me despejó la cabeza y consiguió que parte de ese rubor desapareciera de pronto. Después de eso me sentí mucho más tranquilo, aunque Connor no sabía lo acertado que había estado en lo que acababa de decir. Solo esperaba que nos diera tiempo a enseñarles la cajita con la sorpresa.

Volví a salir pasados unos minutos y me encontré a James a mitad de camino. Mi amigo parecía un tanto incómodo y no sabía que era lo que me había perdido para que estuviera así. Me quedé parado delante de él, esperando que me contara algo, y lo hizo, pero vi que vacilaba y por un instante temí que se hubiera dado cuenta de que algo estaba pasando. 

- ¿Pasa algo, Jem?

- No, nada, es solo que Connor se ha puesto un poco cansino con el tema... ya sabes...

Ambos soltamos una risita nerviosa y nos quedamos en silencio. Desde allí podíamos escuchar a Connor discutir con Tristan, y aunque no solían llegar muy lejos (teniendo en cuenta lo tranquilo que Connor solía ser) decidimos ir hasta allí solo para ver que estaba pasando. Al llegar al salón descubrimos que Connor había podido con Tristan y que el rubio estaba tumbado contra su voluntad en el sofá.

- ¡Di que soy el mejor!

- ¡Nunca!

- ¡DILO! - Gritó Connor, presionando el puño en la espalda de Tristan.

- ¡Que no!

Tristan intentó removerse, pero Connor le había cogido las manos y no dejaba que se moviera. James se apartó de mi para acercarse a ellos, con las manos levantadas en señal de paz (cosa que empezaba a hacer falta). Tristan intentó moverse de nuevo y lo pude escuchar quejarse.

- ¿Se puede saber qué está pasando aquí? - Preguntó James.

Connor apartó la mirada de Tristan para mirarnos a James y a mi. No parecía enfadado, más bien parecía estar divirtiéndose con la oportunidad de tener a Tristan así de cogido a la fuerza. Tristan volvió a quejarse y por un momento quise acercarme para ayudarle.

- Tristan ha dicho que soy un hobbit.

James se río ante la ocurrencia de Tristan y se acercó más a ellos, consiguiendo que Connor se moviera y se apartara de la espalda de Tristan. El rubio se incorporó poco después, acariciándose las muñecas y volvió a quejarse. Temí que de verdad le hubiera hecho daño y quise reñir a Connor y obligarle a pedir perdón.

- Idiota. - Fue lo único que dijo Tristan.

Yo no sabía si estaba enfadado o molesto o si simplemente se lo había dicho de broma. Parecía estar serio, pero por otra parte le brillaban los ojos así que realmente no sabía qué pensar. Me acerqué a él y despacio le cogí las muñecas. Aparté suavemente la camiseta y le besé la piel, intentando, de algún modo que se sintiera un poco mejor.

- Iros a un hotel. - Connor detrás de nosotros hizo un sonido de fastidio.

Antes de que fuera si quiera capaz de darme cuenta, Tristan había cogido uno de los cojines del sofá y se lo había lanzado en toda la cara. Connor se quejó, y cogió el cojín al vuelo, aunque para mi sorpresa, no le devolvió el gesto a Tristan si no que, en su lugar, solo le sacó la lengua.

- Cállate, Connor. - Le advirtió cuando vio que mi amigo quería volver a hablar.

Decidí que era hora de acabar con todo aquello antes de que de verdad se mataran entre ellos. Sabía que no lo iban a hacer, pero no me fiaba realmente de ninguno de los dos. Tiré del brazo de Tristan y al estar cerca de James, le toqueteé el brazo para que me siguieran hasta la mesa del salón.

- ¿Por que no vamos a comer?

Stolen moments ∆ TradleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora