Capítulo 104. La chica de las galletas.

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<Natalia.Lacunza ha añadido contenido a su historia>

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los lunecicos al sol 🌚


Alba Reche tuvo que sujetarse a la madera del banco del vestuario para no caer. Estaba vistiéndose después de la ducha y por poco no mastica suelo de la impresión. 


Y esta mujer está loca por mí. Flipo. 


Paula, asustada por su cara de estupefacción, se acercó a ella y miró el móvil, esperando ver una imagen rocambolesca. Alba escuchó perfectamente cómo tragaba saliva a su lado. 


- Ehmmm -la miró de lado-. ¿Porno en el gimnasio, Alba? 

- No, no, no es porno -sacudió la cabeza para deshacerse del tono rojizo de sus pensamientos. Igual necesitaba otra ducha-. Es... es... 

- ¿Una modelo? -Paula no dejaba de mirar la pantalla. 

- Mi ex. 

- ¡¿QUÉ?! -le arrebató el teléfono de la mano y pulsó con el dedo la pantalla para que no se esfumara la historia-. Dios de mi vida y de mi corazón, ahora entiendo que no me toques ni con wifi. 

- Es de otro puto mundo -sonrió con orgullo. 

- Es una diosa -le devolvió el móvil-. Pero vamos, una diosa con otra diosa, no sé de qué me sorprendo. 

- ¡Paula! -le dio un golpe en el brazo, avergonzada. 

- Es la verdad, Al. ¿Cómo pudo salir mal? 

- Bueno... Estamos volviendo a quedar y eso -se agachó para abrocharse el velcro de las zapatillas. 

- Te iba a hacer un comentario en plan celosa, pero la verdad es que es necesario para la humanidad que dos pibones así estén juntos. Solo puedo levantarme -se puso en pie- y aplaudir -lo hizo. 

- Eres muy imbécil, Pau -le dio la risa-. Parece que las cosas se van arreglando. 

- Me alegro. Enséñame alguna foto para que le ponga cara también. 


Alba tomó el móvil de nuevo en sus manos, se echó la mochila al hombro y buscó una buena foto de Natalia para mostrársela. Una buena, como si tuviera alguna mala. 

Una vez sentadas en la terraza del bar de al lado del gimnasio, y ya con una cerveza frente a ella, le tendió el aparato para que le echara un vistazo. 


- ¿ES NATALIA LACUNZA? -tenía la boca tan abierta que temió que alguien le echara una carta. 

- Shhh, joder, no grites. Sí, es Lacunza. 

- Me estás diciendo, con todo tu coño rubio, que tu ex, que la tía con la que estás volviendo, es Natalia Písame la cara Lacunza? 

La sala de los menesteresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora